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11 de septiembre: ¿Toque de cacerolas en Bolivia?

Opositores al gobierno de Evo Morales en las calles de Santa Cruz, Bolivia. Keystone

El ministro boliviano de Finanzas, Luis Alberto Arce, consideró este jueves en Brasilia que su gobierno enfrentaba "una tentativa de golpe de Estado civil".

La denuncia se produce a 35 años del golpe militar contra el primer mandatario socialista elegido en las urnas, y cuyo ejemplo se ha reproducido en los últimos años en América Latina. Y es que, aunque aún hay abrojos, «la semilla de Allende renace», como señala el ex embajador suizo Walter Suter.

«Quiero denunciar el intento de golpe de Estado civil que ha tenido lugar en el país en los últimos días bajo cobertura de actos de vandalismo durante la ocupación de edificios públicos y de actos de terrorismo en los gasoductos», declaró Arce en conferencia de prensa.

Sin embargo, descartó la posibilidad de que la situación derive en guerra civil «porque el gobierno asume las medidas necesarias para que esos actos no se reproduzcan».

Perfidia del azar, su denuncia de asonada se produce en un aniversario más del ‘pinochetazo’.

«Puedo decir que el gobierno de Allende fue posiblemente el fanal. Se abortó por la fuerza, pero quedó la semilla sembrada que hoy está renaciendo de otra manera», señaló el ex embajador Walter Suter en referencia a los gobiernos de corte popular que han llegado al poder en los últimos años en América Latina. Entre ellos, el de Evo Morales en Bolivia.

Pero las noticias que llegan de ese país andino, justo al celebrarse este 11 de septiembre el 35 aniversario del golpe militar contra el doctor Salvador Allende, son descorazonadoras:

Manifestaciones, enfrentamientos, muertes

«Las vivas tensiones en Bolivia, que detonaron una crisis diplomática entre La Paz y Washington, se agravaron este jueves y los enfrentamientos entre partidarios del presidente Morales y opositores han hecho por lo menos tres muertos en el norte del país andino», señaló la Agencia Francesa de Prensa.

Más aún, al tiempo que las manifestaciones antigubernamentales continuaban en cinco regiones del país, el Departamento de Estado reaccionó a la expulsión de su embajador en La Paz, acusado de fomentar la división que desgarra al país andino. El presidente boliviano «cometió un grave error» advirtió (¿amenazó?) Washington.

Esas palabras tienen un resabio a cacerolazos…

«El Gobierno de Allende tenía un tinte claramente izquierdista, apoyado por las fuerzas socialistas, el bloque soviético y Cuba, lo que hizo que interviniera ‘el norte’ hasta llegar finalmente al golpe del 11 de septiembre», comentó Walter Suter a swissinfo.

Medida excepcional suiza

Enviado a Chile a reforzar la embajada en Santiago a los pocos días de ese fatídico 11 de septiembre de 1973, el ex embajador recuerda que Berna adoptó entonces una medida excepcional para su política externa: concedió asilo diplomático.

«Había muchos refugiados que buscaban protección ante la persecución política que se desató de inmediato así es que el entonces ministro de Justicia, René Felber (recién fallecido), decidió conceder el asilo diplomático, una medida totalmente excepcional para Suiza», en cuya tradición se inscribe sólo el otorgamiento de asilo político al interior de sus fronteras.

«Nunca más se hizo algo así, en ningún país y en ninguna otra circunstancia», subrayó Walter Suter.

El ‘putsch’ de Augusto Pinochet contra el gobierno democrático de Salvador Allende, que habría de sumir al país en 17 años de dictadura militar, obligó al exilio a cientos de miles de chilenos, un millón según las estimaciones. Casi seis mil de entre ellos buscaron asilo en la Confederación Helvética.

Suiza representó a Polonia

En los primeros días, comentó el diplomático retirado, muchas personas acudieron a la embajada de Suiza, y de otros países occidentales, en particular de Suecia, para refugiarse. «Tramitamos salvoconductos y los acompañamos hasta el aeropuerto. Había mucha solidaridad entre los países europeos, no sólo orientales, contrarios al golpe de Estado».

Muchos países rompieron relaciones con Chile, incluidos, por supuesto, los del bloque socialista, y Suiza se hizo cargo de representar los intereses de Polonia ante el nuevo gobierno de Santiago.

«Yo trabajaba entonces en la Embajada en Buenos Aires y había sido enviado a Santiago para reforzar la representación, así es que sólo estuve en Chile algunas semanas», comentó nuestro interlocutor. Lo suficiente para registrar las imágenes del miedo.

«La gente se mantenía en el interior de sus casas y si debía salir a la calle –no más tarde de las 10 de la noche, por el toque de queda- se mantenía encerrada en sí misma. No hablaban, casi estaban mudos. Había una enorme tensión». Un silencio que, sin embargo, no era absoluto: «Me acuerdo que de vez en cuando escuchaba ráfagas de ametralladora que venían del Estadio Nacional, donde había mucha gente detenida».

En busca del cambio

Tres años había durado el gobierno socialista de Salvador Allende. El régimen pinochetista se prolongó hasta 1990 y su triste legado incluye la tortura de decenas de miles de personas, muchas de entre ellas en el marco de la ‘Operación Cóndor’, fatal acuerdo entre los regímenes de Paraguay, Uruguay, Argentina, Brasil, Bolivia y Chile, todos militares, para exterminar a sus opositores.

«El Gobierno de Allende fue la primera tentativa seria en América Latina de cambiar un poco el rumbo de la política pública, de instalar una democracia que llegara a toda la gente a través de un gobierno electo», acotó nuestro interlocutor.

Aludió a los actuales mandatarios latinoamericanos que, como Allende en su día, buscan «un cambio revolucionario socialista a partir de unas elecciones», en Venezuela, Hugo Chávez; en Paraguay, Fernando Lugo; Rafael Correa, en Ecuador, en Bolivia, Evo Morales…

«Evo me preocupa, está muy solo y tengo miedo que no lo cuiden bien», señaló por su parte y hace poco en Berna, Alberto Granado. El entrañable amigo del Che Guevara advirtió también:

«En Bolivia no hay la solidaridad que había en Cuba».

swissinfo, Marcela Águila Rubín

Salvador Allende Gossens (1908 -1973) médico y político socialista chileno.

Fue presidente de Chile entre 1970 y 1973.

No alcanzó a completar su período, que se extendía hasta 1976, debido al golpe militar orquestado por Augusto Pinochet en 1973.

Salvador Allende se dio muerte cuando los golpistas asaltaron el Palacio de la Moneda.

De acuerdo con organizaciones humanitarias, 3.000 personas murieron o desaparecieron entre 1973 y 1990, y cerca de 30.000 fueron torturadas en ese país.

En 1990 y tras 17 años de dictadura, Augusto Pinochet cedió la presidencia y se proclamó senador vitalicio, lo que le confirió inmunidad.

Murió el 10 de diciembre de 2006.

De 1973 a 1990 (partida de Pinochet de la presidencia), Suiza inscribió en sus registros 5.828 solicitudes de asilo de ciudadanos chilenos.

En un clima de tensión creciente, una serie de enfrentamientos se han producido entre simpatizantes y opositores al presidente Evo Morales.

El saldo de este jueves sería de tres muertos y una decena de heridos, según las autoridades locales.

El miércoles 10.09, La Paz exigió la salida del país del embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg, considerado persona ‘non grata’.

Evo Morales acusó al representante estadounidense de fomentar la división que desgarra al país andino.

El Departamento de Estado de EE UU calificó de «grave error» la medida y dijo que podría perjudicar las relaciones bilaterales.

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