2010: Cuatro mujeres con las riendas del poder
Dos nuevos ministros, otra votación sobre Extranjería que suscita interés y críticas en el exterior, decisiones difíciles en el Parlamento, como aquella sobre el banco UBS y su desempeño en EEUU.
He aquí algunos de los hechos ocurridos en la esfera política helvética este 2010, año de las mujeres en la capital federal, sede del Gobierno de Suiza.
A casi cuarenta años de la introducción del voto femenino en 1971, en este 2010 llegó a las mujeres la hora de ocupar puestos en el Ejecutivo y en el Legislativo helvéticos.
El año inició ya con una terna femenina histórica: por primera vez, tres mujeres ocupaban simultáneamente sendos puestos de alto nivel en la política nacional: Doris Leuthard, como presidenta de Suiza; Pascal Bruderer, presidenta de la Cámara Baja –posición que en Suiza se considera la más alta en la administración federal- y Erika Foster-Vannini, al frente de la Cámara Alta del Parlamento.
Y eso no fue todo: otra cita con la historia llegó el 22 de septiembre, cuando el Parlamento eligió a dos nuevos ministros en sustitución de los salientes Moritz Leuenberger y Hans-Rudolf Merz. La socialista Simonetta Sommaruga pasó a formar parte de los siete miembros del Ejecutivo, junto con el radical Johann Schneider-Ammann. De este modo, y por primera vez en toda su historia, el Gobierno de Suiza quedó integrado por una mayoría femenina: cuatro mujeres y tres hombres.
Competencia y diálogo
Cierto, la política suiza aún está dominada por los hombres: las mujeres ocupan el 28,5% de la diputación federal y el 21,7% del senado. Y a nivel cantonal, las representantes femeninas son todavía una neta minoría.
No obstante, ese 22 de septiembre representa un momento simbólico de gran importancia, que evidencia los pasos notables alcanzados a escala federal en dirección de la igualdad de género. Si bien Suiza no estuvo a la vanguardia en la concesión de los derechos políticos de las mujeres, hoy día se perfila entre los pocos países del mundo con una mayoría femenina en el Ejecutivo.
Con la elección de dos representantes del cantón de Berna, Simonetta Sommaruga y Johann Schneider-Ammann, el Parlamento demostró la eliminación definitiva de la tradicional reserva sobre una doble representación de un solo cantón en el gobierno colegiado. Los parlamentarios han privilegiado así la competencia y capacidad de diálogo de los dos nuevos elegidos. Cualidades que otorgan y refuerzan la credibilidad y solidaridad del Consejo Federal (Ejecutivo suizo), a menudo acusado en los últimos años de carencias en el plano de la comunicación interna y la cohesión.
Voto controvertido
A juicio de muchos observadores, la composición actual del gobierno muy probablemente no será la misma tras las elecciones federales del próximo 23 de octubre. Esto debido a que el puesto de la representante del Partido Burgués Democrático, Eveline Widmer-Schlumpf, resulta amenazado por la Unión Democrática de Centro (UDC), partido en el que militaba al momento de su elección al Ejecutivo.
Esta agrupación de derecha fue, una vez más, la primera en lanzar su campaña electoral, apenas unos días después de haberse llevado otro inesperado éxito en las precedentes votaciones federales del 28 de noviembre. La mayoría de los votantes apoyaron la iniciativa popular de la UDC ‘Por la expulsión de los extranjeros que cometen delitos’, dejando de lado al contraproyecto gubernamental, respaldado por casi todos los otros grandes partidos del país.
Tal como ocurrió con la iniciativa en contra de nuevas construcciones de alminares en Suiza –también de la UDC-, aprobada en votaciones en noviembre de 2009, este nuevo resultado en las urnas ha suscitado numerosos comentarios fuera de las fronteras helvéticas. Para algunos, Suiza demuestra el valor de afrontar una problemática que concierne también a muchos otros países. Para otros, este voto refleja un repliegue de la identidad colectiva causado por el temor. Luego de que la ciudadanía aceptara dos propuestas antiextranjeros en el lapso de un año quedá por ver si la xenofobia no está amenazando el modelo de la democracia directa de Suiza.
Iniciado con el éxito de las modificaciones lesgislativas sobre seguridad profesional en las primeras votaciones de 2010, el año concluyó con dos derrotas de la izquierda, que no pudo obtener la mayoría del consenso popular ni en el tema del seguro contra el desempleo ni para limitar la competencia fiscal entre cantones. Los socialistas también resultaron derrotados en la repartición de las carteras entre los siete miembros del gobierno: Simonetta Sommaruga se vio forzada a ocupar el Ministerio de Justicia y Policía.
Derrota de la izquierda
Tampoco la izquierda pudo ganar el respaldo popular necesario tras la crisis del sector financiero para obtener del Parlamento una reglamentación mucho más severa sobre el desempeño de los grandes bancos suizos. Un fracaso similar al de su intento por limitar los bonos millonarios destinados a los administradores de esas instituciones.
Pese a la oposición del Partido Socialista y de Los Verdes (ecologistas), las cámaras legislativas federales aprobaron por mayoría el acuerdo UBS-EEUU. Con la conclusión de ese convenio, el Gobierno de Suiza se compromete a entregar a Washington los datos de miles de cuentahabientes del UBS, luego de que ese banco fuera acusado de haber ayudado de modo sistemático a sus clientes para evadir el fisco estadounidense.
Por otra parte, el Parlamento no ha podido cerrar dos expedientes abiertos ya desde casi una década: la décima revisión del seguro por jubilación (AVS, en sus siglas en francés) y las medidas destinadas a frenar el aumento continuo de las primas de los seguros por enfermedad que en Suiza son obligatorios y están en manos de empresas privadas. Ambos temas volverán a la Cámara Baja en 2011, pero no se esperan grandes progresos en año electoral.
El 22 de septiembre, la Asamblea Federal eligió a la socialista Simonetta Sommaruga y el radical Johann Schneider-Ammann, tras las dimisiones de Moritz Leuenberger y Hans-Rudolf Merz.
Por primera vez en la historia, el Gobierno de Suiza quedó conformado por una mayoría femenina:
Micheline Calmy-Rey y Simonetta Sommaruga del Partido Socialista
Doris Leuthard, del Partido Demócrata Cristiano
Eveline Widmer-Schlumpf, del Partido Burgués Democrático
Ueli Maurer, Unión Democrática de Centro
Johann Schneider-Ammann y Didier Burkhalter, del Partido Radical
Traducción: Patricia Islas
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