Ataques a políticos y políticas en Suiza: raros, pero no inauditos

En septiembre de 2021, la policía suiza tuvo que utilizar cañones de agua para expulsar a los y las manifestantes de los edificios del Parlamento en Berna. Keystone-SDA

Las agresiones físicas a políticos y políticas en Suiza son poco frecuentes, y el número de amenazas ha disminuido en los últimos años. Sin embargo, la Oficina Federal de Policía (Fedpol) aún registró una media de una amenaza denunciada al día el año pasado, informa la agencia de noticias Keystone-SDA.

En 2023, Fedpol recibió 290 denuncias, 238 menos que en 2022. En el punto álgido de la pandemia de coronavirus, cuando se disparó la ira contra la clase política, hubo 1.215 informes anuales.

Sin embargo, la naturaleza de las amenazas ha sido preocupante recientemente y el tono ha sido particularmente desagradable, escribió Fedpol en su informe anual de 2023. En 62 casos, las amenazas fueron lo suficientemente graves como para justificar la adopción de medidas, desde la emisión de advertencias hasta la presentación de cargos penales.

La polarización de los temas políticos en Suiza y en todo el mundo da lugar a acaloradas discusiones, especialmente en las redes sociales, informó la Fedpol. Eso, a su vez, puede dar lugar a reacciones emocionales que suelen desembocar en amenazas contra personas que necesitan protección federal.

Desde otoño de 2022, los parlamentarios y jueces pueden denunciar este tipo de amenazas a través de una aplicación creada por Fedpol, que envía la información directamente a los servicios de seguridad.

Casos históricos

En el pasado se han producido varios atentados contra políticos en Suiza. El caso más flagrante de la historia reciente se produjo en el parlamento cantonal de Zug en 2001, cuando un hombre armado irrumpió en la cámara, matando a tres miembros del gobierno y once diputados e hiriendo a 15, algunos de gravedad, antes de suicidarse.

Dos décadas después, en septiembre de 2021, un grupo de personas que se estaba manifestando -en su mayoría contrarios a las medidas de las autoridades contra el coronavirus- intentó asaltar el edificio del parlamento en Berna. La policía utilizó cañones de agua, gases lacrimógenos y balas de goma para detenerlas, lo que provocó varios heridos.

En 2019, dos políticos suizos de la Unión Democrática de Centro (UDC/derecha conservadora) y autores del semanario conservador Weltwoche, Christoph Mörgeli y Roger Köppel, fueron agredidos por extremistas de izquierda que les arrojaron bebidas por encima en un café de Zúrich.

En los prolegómenos de una conferencia de la UDC, el 21 de enero de 2011, el exparlamentario Hans Fehr fue agredido por varias personas con máscaras negras, tirado al suelo y luego golpeado y pateado. Según se informó, quienes le agredieron formaban parte de la izquierda radical.

El 1 de agosto de 2007, un artefacto explosivo detonó en la histórica pradera de Rütli, en el centro de Suiza, tras una celebración del Día Nacional Suizo, en la que estaba presente la exministra socialista Micheline Calmy-Rey. No hubo heridos.

El autor del atentado -al parecer un delincuente solitario- fue detenido posteriormente.

Anteriormente, en 1990, un grupo de separatistas de la región del Jura arrojaron tomates y huevos al ministro del partido radical-liberal Kaspar Villiger en Pruntrut, diciéndole que «volviera al pantano suizo y se quedara allí». Villiger resultó ileso.

En 1984, una bomba estalló por la noche junto a la casa del ministro Rudolf Friedrich, también del partido Radical-Liberal de centro-derecha. Los daños ascendieron a unos 20.000 francos suizos (22.359 dólares) pero no hubo heridos. A finales de julio de 1998, la casa de Friedrich en Winterthur ardió hasta los cimientos en un supuesto incendio provocado.

Ese mismo año también se produjo un atentado contra la casa de la socialista Hedi Lang, entonces miembro del gobierno de Zúrich. Logró escapar y todo quedó en un susto.

Texto adaptado del inglés por Carla Wolff