Berna rechaza acusaciones en torno a las FARC
El embajador suizo en España, Jean-Philippe Tissières, desmintió que su país sea escenario de actividades ilegales de las FARC y subraya la transparencia del mediador helvético, Jean-Pierre Gontard.
Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) condena «el uso abusivo y deliberado» de sus emblemas, por parte del Gobierno de Bogotá.
En una carta abierta publicada este miércoles en el diario español El País, Tissières responde a las acusaciones aparecidas en el periódico madrileño el pasado 30 de julio. En esa ocasión, el rotativo se hacía eco de la postura de Colombia, que estima que existe un grupo de apoyo a las FARC en Suiza.
«Suiza se ha convertido, según el Gobierno colombiano, en la principal base de las FARC en Europa. El motivo es muy simple: al no estar en la UE, no otorga a la guerrilla la consideración de organización terrorista. No sólo eso: tampoco ha actuado, al menos hasta ahora, contra los miembros del grupo armado que residen en su territorio», anotaba el diario.
Al salir al paso de la publicación, el representante de Berna ante España subraya que las autoridades de su país «intervendrían inmediatamente en caso de presentarse indicios concretos de actividades criminales de pretendidos simpatizantes de las FARC en Suiza».
En su texto, el diplomático se refiere también al marco legal que rige en la Confederación con respecto a las organizaciones.
«Contrariamente a Estados Unidos, el orden jurídico suizo no prevé, en principio, ninguna prohibición de organizaciones. En casos excepcionales, con el fin de salvaguardar la seguridad interior o exterior del país, las autoridades suizas pueden decretar disposiciones individuales», dice.
Precisa que Suiza recurre muy raramente a esa facultad constitucional, merced a la cual quedaron prohibidas, por ejemplo, el NSDAP en 1936, y Al Qaeda, en 1991.
Ninguna actividad ilegal
En el artículo titulado «Colombia cree que en Suiza hay un grupo de apoyo a los guerrilleros», El País refería también que, según la policía colombiana «en Suiza vive el principal delegado de las FARC en Europa, Lucas Gualdrón (…) colombiano de 39 años, que reside en Lausana con la cobertura de profesor de filosofía» y presunto traficante de armas.
«Además de Gualdrón -proseguía la citada información-, la inteligencia colombiana tiene ubicados en Lausana, Zúrich y Ginebra al menos a otros cinco miembros de la Comisión Internacional de las FARC, que se ocultan tras organizaciones sociales».
Al respecto, el embajador suizo señala:
«Actualmente, nuestras autoridades no tienen conocimiento de ningún comportamiento penalmente relevante o de actividades ilegales de supuestos exponentes de las FARC en Suiza».
En cuanto al papel desempeñado por Jean-Pierre Gontard, mediador suizo entre el Gobierno colombiano y las FARC, El País daba cuenta de la decisión de la fiscalía colombiana de abrir una investigación, luego de que Bogotá acusara al catedrático helvético de trasladar el dinero de un rescate pagado a las FARC.
El gobierno helvético, mediante la carta enviada por su embajador en España, recalca la transparencia en la actividad del señor Gontard.
«Investido de un mandato general para Colombia hace ya años, Jean-Pierre Gontard ha desempeñado un papel cuyo perfil y objetivos han sido siempre plenamente no solamente conocidos, sino también reconocidos por el Gobierno colombiano, en particular en el marco de los esfuerzos de facilitación de Suiza, y más adelante también de Francia y España».
Labor transparente de Gontard
«Cabe mencionar que esa transparencia hacia las autoridades colombianas de la actividad del señor Gontard ha sido siempre válida tanto para su mandato general como para cada una de sus misiones, las cuales hacían, cada vez y escrupulosamente, objeto de un mandato por separado».
Colombia acusa al mediador helvético de haber entregado al principal grupo rebelde colombiano los 500.000 dólares del rescate de dos trabajadores de la empresa suiza Novartis en 2001.
«Jean-Pierre Gontard contribuyó considerablemente a la liberación de dos rehenes, participando efectivamente en las negociaciones entre la empresa privada suiza que los empleaba y las FARC», escribe Jean-Philippe Tissières.
«Dicha misión se basaba en un mandato directo. Jean-Pierre Gontard no entregó dinero alguno como pago de rescate en el marco de esa misión», ratifica el embajador suizo.
Preocupación del CICR
Por otra parte, en un comunicado emitido este miércoles, el CICR manifiesta su «grave preocupación» ante lo que parece un uso abusivo deliberado del emblema de la Cruz Roja durante la operación para liberar a 15 rehenes de manos de las FARC el pasado 2 de julio.
«Si se establece la autenticidad de las imágenes (difundidas por la televisión colombiana y que muestran a un soldado con el emblema de la Cruz Roja antes de la operación) quedará demostrado el uso abusivo (del mismo), lo que deploramos».
La confirmación pondría en entredicho las aseveraciones del presidente colombiano, Álvaro Uribe, quien se había excusado ante el CICR arguyendo que un soldado había utilizado el emblema, en último momento y en un acto de pánico.
swissinfo, Iván Turmo
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, reconoció el 16 de julio el empleo de un emblema de Cruz Roja Internacional durante el rescate de 15 rehenes en manos de las FARC.
«Como jefe constitucional de las Fuerzas Armadas y responsable de la operación ‘Jaque’ asumo la responsabilidad política por este error», afirmó el mandatario.
Micheline Calmy-Rey, ministra suiza de Exteriores viajará del 11 al 15 de agosto a Colombia y Brasil.
Previsto desde hacía meses, el viaje estaba en duda merced al clima de tensión entre el país sudamericano y la Confederación Helvética.
El 12 de agosto visitará en Medellín, Colombia, dos proyectos de ayuda humanitaria y de promoción civil de la paz.
En Brasil firmará con su homólogo local, Celso Amorim, un protocolo de acuerdo para una asociación estratégica.
Ese instrumento permitirá un marco de consultas políticas regulares.
En ambos países se reunirá con empresarios suizos.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) luchan desde hace cuatro décadas contra el gobierno de Bogotá.
Dispone de 17.000 combatientes y controla más del 40% del territorio colombiano.
Reconocida como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, las FARC dicen representar a los campesinos pobres ante los ricos propietarios de ese país latinoamericano.
Su financiamiento provendría de diversas actividades criminales como la extorsión, los secuestros y la participación –directa o indirecta- en el tráfico de droga.
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