Bolivia: vuelve el temor a la incertidumbre política
Las organizaciones laborales y campesinas amenazan con nuevas movilizaciones. El presidente Carlos Mesa reajusta su gabinete y anuncia venta de gas a Argentina.
Suiza apuesta por la estabilidad democrática en el país andino, sin dejar de tomar previsiones.
“Es triste observar tantos disturbios, que la gente no esté contenta y aún haya tanta pobreza. Esperamos que las cosas vayan mejorando”, manifestaba hace poco a swissinfo el primer secretario y cónsul de Suiza en La Paz, Urs Brönnimann.
Con razón. A siete meses de las violentas manifestaciones que causaron 56 muertes, varias decenas de heridos y la renuncia del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, vuelve el clima de incertidumbre política.
Carlos Mesa, a la sazón vicepresidente de Bolivia, recibió un Gobierno condicionado por exigencias y plazos cuyas fechas, a juicio de las organizaciones sindicales y campesinas, estarían expirando.
La “Guerra del gas” -hipérbole empleada para referirse al desacuerdo en torno a cómo, a quién y a qué precio deben ser vendidas las generosas reservas de ese carburante (55 trillones de pies cúbicos)-, no ha sido conjurada ni ha disminuido la cólera popular que reclama mayores beneficios para el Estado.
Descartado por ahora Estados Unidos, el gobierno propone vender el gas a Argentina, a condición de que éste país no lo revenda a Chile. Sugerencia rechazada por las organizaciones sindicales y sociales.
Según la actual Ley de hidrocarburos, las empresas extranjeras dejan 18% en las arcas públicas. La exigencia es compartir los beneficios por partes iguales (50% para cada uno: empresa y Estado).
Este difícil asunto será sometido a un referéndum, pero a él se añaden reclamaciones salariales, corrección de las cajas de pensiones (cuya política provocó la inmolación de un minero al que se negó la devolución de sus aportes), y, en general, mejora de las condiciones de vida.
El presidente Mesa ha encomendado el ministerio de Hidrocarburos a Javier Nogales, en reemplazo del dimisionario, Antonio Aranibar.
Relaciones excelentes y previsiones
“Estamos observando de cerca cómo se desarrolla el país, y con las nuevas medidas económicas esperamos que la gente acepte y el nuevo presidente (Mesa) pueda seguir adelante y mejorar la situación del pueblo” nos decía el cónsul Brönnimann al tiempo de ponderar las excelentes relaciones de Suiza con Bolivia.
Sin ocultar el temor a una desestabilización política, hizo votos porque las nuevas movilizaciones, si las hay, “no sean tan graves” como las de septiembre y octubre de 2003.
La paralización de actividades duplicó en ese periodo la tarea consular para atender a los suizos, sobre todo turistas que debían retornar a sus centros de trabajo en la Confederación Helvética.
Para ello la Embajada mantuvo comunicación permanente con el Ministerio de Exteriores en Berna y con otras legaciones diplomáticas en Bolivia.
Tras esa experiencia, el Consulado mejora su dispositivo de crisis activando sus contactos con los representantes de la comunidad suiza en las diferentes regiones, pero con la esperanza de que no sea necesario tomar medidas graves.
Actitud y presencia de la comunidad helvética
Los 884 suizos inscritos en el Consulado tienen pesencia activa en diferentes sectores de la economía boliviana: hotelería, restauración, agricultura y otros; y dado que una gran parte de ellos son de segunda generación, están – en cierto modo -, acostumbrados a los sobresaltos políticos.
Además de mantener contacto con el consulado para recabar pasaportes, inscribir matrimonios o nacimientos, la comunidad helvética en Bolivia suele reunirse cada primero de agosto (Fiesta Nacional de Suiza).
El Club Suizo en La Paz es bastante activo en la promoción de la cultura y la historia suizas. Cochabamba y Santa Cruz carcen de clubes, pero “se está formando un grupo de interés, sobre todo con el cónsul honorario” para propiciar la relación de los suizos asentados en esa región.
No hay temor a una crisis parecida a la de Argentina
A juicio del cónsul Urs Brönnimann, la situación económica en Bolivia está también desmejorando, pero no hay amenaza de “una crisis como la de Argentina”.
No obstante, desde hace algunos años aumenta el número de personas que averiguan sobre sus probables parientes en Suiza y sobre la posibilidad de adquirir la nacionalidad helvética para ir a trabajar en Suiza.
“Un fenómeno que constatamos es que tenemos más pedidos de nacionalidad suiza que antes”, precisa el cónsul.
El diplomático admite la existencia de algunos casos de pobreza entre los helvetas asentados en Bolivia. Se trata – dice-, de suizos o familias suizas que la Embajada respalda mensualmente con la ayuda del Gobierno de la Confederación.
“Si un suizo está de verdad en problemas financieros, tiene que hacer algunos trámites; debemos averiguar con la autoridad competente en Suiza, y en la mayoría de los casos podemos ayudar”.
En el cierre de la entrevista con swissinfo, el cónsul Urs Brönniman pone énfasis en que un país con tanta variedad geográfica, climática y, sobre todo, con un pueblo tan acogedor, merece mejores días.
Suiza mantiene pues su apuesta por la estabilidad y la democracia en Bolivia.
swissinfo, Juan Espinoza, de regreso de Bolivia.
Bolivia es país de concentración en la política de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) y de la Secretaría de Estado de Economía (Seco).
Respaldan proyectos de desarrollo por un monto global anual de 21 millones de francos (3,4 millones proviene de la seco).
La Central Obrera Boliviana y la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia anuncian movilizaciones y bloqueos de caminos, a partir del 2 de mayo.
Se teme las alteraciones financieras y sociales que puedan provocar esas acciones.
El problema central es la modificación de la Ley de Hidrocarburos y la reglamentación de la venta de gas natural a Estados Unidos, México o Argentina.
Bolivia carece de mar. Tiene una superficie de 1’099.000 km2 y una población de 8,5 millones de habitantes.
Se calcula que unos 4,7 millones de personas no pueden sufragar sus necesidades vitales y 2,5 millones viven en estado de probreza extrema (9 de cada 10 en zonas rurales, y 4 de cada 10 en las áreas urbanas).
La comunidad suiza en Bolivia cuenta con 884 ciudadanos, gran parte de ellos de segunda generación. 103 están inscritos para votar por correspondencia.
Es modesto el intercambio comercial entre Suiza y Bolivia. Las exportaciones helvéticas al país andino (sobre todo química y maquinaria) asciendce a casi 10 millones de francos por año.
Suiza, en cambio, adquiere un 11% de las exportaciones bolivianas, sobre todo productos agrícolas, textiles y vestimenta.
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