Del Ponte: «tarde o temprano, el trabajo fructifica»
La detención de Ratko Mladic genera satisfacción en la comunidad internacional. Pero esa satisfacción tiene un gusto más pronunciado para Carla del Ponte. La ex fiscal del TPIY ratifica: los criminales no pueden escapar para siempre a la justicia.
La suiza Carla del Ponte fue fiscal general del Tribunal Penal Internacional para la otrora Yugoslavia (TPIY) de 1999 a 2007. Durante su mandato, trabajó arduamente para que los responsables de los crímenes cometidos en la antigua Yugoslavia fueran capturados y enviados a La Haya. Sin embargo, y a pesar de diversos éxitos, como la captura del ex presidente serbio, Slobodan Milosevic, no logró arrestar a los dos criminales más buscados, Radovan Karadzic y Ratko Mladic.
swissinfo.ch: ¿Cuál es su sentimiento hoy (26.05) tras la detención de Ratko Mladic?
Carla del Ponte: Es sobre todo un gran día para la justicia internacional, en particular para el Tribunal Penal Internacional. Hoy fue posible capturar a uno de los principales culpables -con Karadzic y Milosevic-, de crímenes horribles cometidos en la antigua Yugoslavia.
Trabajamos durante más de ocho años para asegurar su detención, un resultado que ahora finalmente se hizo realidad. Ratko Mladic, al igual que otras 160 personas antes que él, tendrá que comparecer ante el TPIY. Ahora solamente falta un acusado, Goran Hadzic, pero creo que muy pronto sufrirá la misma suerte.
swissinfo.ch: ¿La captura de Ratko Mladic constituye entonces una señal contra la impunidad?
C.d.P.: Exactamente. La detención de Ratko Mladic, significa exactamente eso. El hecho de lograr su captura implica que personas como él no pueden mantenerse para siempre a salvo. Aun cuando no logramos capturarlos en determinado momento, tarde o temprano el trabajo da frutos.
Lo importante es nunca darse por vencido, nunca dejar de luchar por la justicia para las víctimas de las masacres. Por eso creo que esta noticia servirá de incentivo para otros tribunales, internacionales o no, que luchan por la verdad.
Estos crímenes no son prescriptibles: un día u otro sus autores serán llamados a responder por ellos.
swissinfo.ch: ¿Cuándo tuvo la sensación de que la situación cambiaba y que esos arrestos por fin se lograrían?
C.d.P.: Ya en 2005-2006 advertimos que el contexto cambiaba, especialmente después de que Boris Tadic reemplazara a Vojislav Kostunica en la presidencia serbia. Hubo entonces signos concretos: la policía detuvo y transfirió a La Haya a una gran cantidad de personas que jugaron un papel en el conflicto.
Pero el momento verdaderamente decisivo fue cuando se produjo la detención de Radovan Karadzic en 2008. Ese fue el verdadero signo de la voluntad política de Serbia de cooperar plenamente con el TPIY.
La detención de Ratko Mladic fue más complicada porque no lográbamos localizarlo. Durante mi mandato, en varias ocasiones la policía estuvo a punto de detenerlo. Empero, últimamente se han incrementado las actividades de investigación y, quizá también hubo un poco de suerte en su arresto.
swissinfo.ch: ¿Estas detenciones significan que hay menos protección para las personas buscadas en el seno de la sociedad serbia?
C.d.P.: Estas capturas muestran en primer lugar que las personas en cuestión ya no gozan de esa importante protección institucional que existía al principio. Ahora solamente los protegen algunas personas de manera particular. Ratko Mladic, por ejemplo, podía contar con una gran cantidad de conocidos, especialmente entre los antiguos soldados.
Cuando conozcamos las circunstancias exactas de la detención, podremos saber si, por ejemplo, alguno de esos conocidos ya no estuvo dispuesto a protegerlo, si inclusive alguno de ellos condujo al arresto.
swissinfo.ch: A la luz de estos acontecimientos, ¿cuál es el gran reto para la justicia internacional?
C.d.P.: El reto principal es cómo detener a los acusados de crímenes y sentarlos ante la justicia. Poder investigar, preparar la acusación y obtener la orden de detención son también tareas importantes y complejas. Pero, en general, con la ayuda de la comunidad internacional, es posible concluirlas.
La parte más difícil viene después, es decir, cuando el acusado se encuentra todavía en su país, donde se le considera un héroe. Esto se aplica también a la actualidad: incluso si pudiéramos obtener una orden de detención contra el coronel Gaddafi, dudo que su detención pudiera producirse en forma rápida.
Pero lo que importa, en definitiva, es la transmisión hoy en día del mensaje principal: la justicia sigue su curso y tarde o temprano cobra la factura a aquellos que han cometido crímenes.
Nació en Bignasco, Tesino, en 1947.
Realizó estudios de Derecho Internacional en Berna, Ginebra e Inglaterra.
En 1981 fue nombrada procuradora del Tesino. Se distinguió por su lucha contra el lavado de dinero, el crimen organizado y el comercio ilegal de armas.
De 1994 a 1999 fue procuradora de la Confederación.
En 1999 fue nombrada fiscal feneral del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia y para Ruanda.
De enero de 2008 a febrero 2011 fue embajadora de Suiza en Argentina .
Traducción, Marcela Águila Rubín
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