El electorado suizo decidirá si se amplía la red nacional de autopistas
El Consejo Federal (Gobierno) planea ampliar la autopista A1 al menos a seis carriles en los tramos de Berna-Zúrich y Lausana-Ginebra. El coste de las nuevas infraestructuras ascendería a 5.300 millones de francos suizos. Se ha convocado con éxito un referéndum. El electorado suizo se pronunciará el próximo 24 de noviembre.
La A1 es la autopista más grande de todo el país: tiene 410 kilómetros de este a oeste. Asimismo, es una de las autopistas con más atascos. Según la Oficina Federal de Estadística, en 2023 se registraron 16.279 horas de congestión del tráfico. Para combatir los cuellos de botella, el Consejo Federal ha propuesto al Parlamento financiar seis proyectos de ampliación de carreteras –cinco en la Suiza alemánica y uno en la Suiza francófona– que están listos para su puesta en marcha.
Las cámaras federales aprobaron estos proyectos en septiembre de 2023. Sin embargo, en aras de contener el cambio climático, una amplia alianza encabezada por la Asociación Transportes y Medio Ambiente (ATE, por sus siglas en francés) y la asociación ecologista actif-trafiC lanzó inmediatamente un referéndum bajo el eslogan “Freno a la expansión de las autopistas”. En un plazo de tres meses se recogieron 100.000 firmas con el apoyo de Los Verdes y el Partido Socialista, es decir, el doble del mínimo exigible para convocar un referéndum.
Plan de desarrollo de carreteras del Gobierno
En el marco del Programa de Desarrollo Estratégico de Carreteras Nacionales (PRODES, por sus siglas en francés) 2030, el Consejo Federal lanza proyectos de construcción por un valor de 11.600 millones de francos suizos para garantizar el buen funcionamiento de la red de autopistas. Cada cuatro años, somete a consulta parlamentaria una etapa de las construcciones.
La etapa de construcción de 2023, contra la que se convocó el referéndum, propone la realización de seis proyectos de ampliación de la infraestructura viaria. En la parte francófona de Suiza, el eje de Le Vengeron (Ginebra), Coppet y Nyon (Vaud) se ampliaría a tres carriles por sentido en un tramo de unos 19 kilómetros de longitud. En la Suiza alemánica se ampliarían los tramos limítrofes con Berna: Wankdorf-Schönbühl, de seis a ocho carriles, y Schönbühl-Kirchberg, de cuatro a seis carriles. De igual modo, las autopistas de los túneles de Fäsenstaub (Escafusa) y Rosenberg (San Galo), así como el túnel del Rin (Basilea-Ciudad y Basilea-Campiña) se desdoblarán.
Argumentos a favor de la ampliación
El Consejo Federal pretende mejorar la capacidad y la seguridad de las autopistas, y eliminar embotellamientos en puntos estratégicos para agilizar así el flujo del tráfico. Los proyectos también tienen por objeto la descongestión del tráfico en las ciudades y los municipios circundantes. En el caso de atascos en las autopistas, se trata de evitar un traslado del tráfico a las carreteras cantonales y municipales, que provoca la saturación de las vías en determinados lugares y afecta a la calidad de vida de la ciudadanía.
En un momento de crecimiento demográfico constante en Suiza, los partidarios del proyecto de vías adicionales subrayan la necesidad de modernizar las autopistas más antiguas. Es importante contar con infraestructuras adaptadas, funcionales y fiables para responder a las necesidades de la movilidad creciente. La movilidad es sinónimo de libertad, empleo y prosperidad, asevera Peter Goetschi, presidente del Touring Club Suisse (TCS).
También se trata de garantizar el abastecimiento, por lo que medios económicos sostienen que las autopistas tienen una importancia sistémica para la organización de un sistema fiable de transporte de mercancías.
Argumentos en contra de la ampliación
La alianza promotora del referéndum considera que los proyectos de expansión de la red de autopistas son incompatibles con los objetivos climáticos que Suiza se fijó al ratificar el Acuerdo de París. Actualmente, el tráfico por carretera representa casi un tercio de las emisiones de CO₂ en Suiza. Por consiguiente, la ATE insta a reflexionar sobre la movilidad sostenible y a ampliar la oferta de servicios del transporte público en lugar de ampliar la red de autopistas. El proyecto previsto es “excesivo y desfasado”, afirma.
Cada nueva carretera actúa como un factor de atracción: la oferta crea demanda, señalan los detractores de los proyectos. Los adversarios de la ampliación de la infraestructura automóvil condenan el hormigonado creciente de Suiza, pues este arruina el paisaje, destruye las tierras de cultivo, los bosques y las superficies reservadas a la biodiversidad, así como las áreas recreativas.
Otra crítica a la que se enfrenta el proyecto del gobierno es su coste, tildado de “exorbitante”. La asociación ecologista actif-trafiC denuncia que se trata de “un auténtico despilfarro”, pues se estima que costaría unos 5.300 millones de francos suizos, sin contar con el mantenimiento ulterior.
Para más escarnio, aunque el proyecto se financiaría mediante el impuesto sobre la gasolina y los vehículos, “el ciudadano de a pie acabaría pagando el coste más alto causado por el tráfico: accidentes, contaminación acústica y atmosférica, deterioro de la salud pública y efectos adversos sobre el clima y el medio ambiente”, advierte actif-trafiC.
Partidarios del ensanchamiento de las autopistas
El Consejo Federal y el Parlamento apoyan el ensanchamiento de las autopistas. Entre las principales formaciones políticas que recomiendan la aprobación de los proyectos presentados se encuentran los partidos de derechas, especialmente la UDC. Como era de esperar, las asociaciones automovilísticas, como TCS y Autosuisse, al igual que organizaciones empresariales, como la Unión Suiza de las Artes y los Oficios (USAM, por sus siglas en francés) y Economiesuisse, se han pronunciado a favor de las ampliaciones previstas. Estas organizaciones se han unido bajo la alianza “Sí a un futuro asegurado de las autopistas nacionales”, y ya han iniciado una campaña bajo el lema “Por una Suiza que avanza”.
Oponentes a la extensión de las autopistas
Una amplia alianza está haciendo campaña en contra del proyecto de ensanchamiento de los seis tramos de autopistas. Se compone de organizaciones ecologistas y climáticas, como Greenpeace, WWF, la Alianza Suiza para el Clima y BirdLife, así como de formaciones políticas, como Los Verdes y el Partido Socialista. También participan Médicos por el Medio Ambiente y la Liga Suiza contra el Ruido y organizaciones de agricultores como Uniterre y la Asociación de los Pequeños Agricultores.
Texto revisado por Samuel Jaberg. Adaptado del francés por Antonio Suárez Varela / Carla Wolff
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