El voluntariado como forma de cooperación Norte-Sur

De izq. a der., Graça Xavier, Luc Recordon y Frei Betto. swissinfo.ch

En la amplia esfera de la cooperación al desarrollo, el voluntariado representa una de las formas menos costosas. ¿Cuál es su impacto real?

La organización no gubernamental suiza E-Changer (E-CH) realizó este jueves (30.01) un seminario sobre esta particular temática en el marco del Foro Social Mundial, en Belém de Pará, Brasil.

«Recibir voluntarios para nosotros tiene un doble significado: por una parte, refuerza nuestras capacidades , a veces escondidas. Por otra, nos sirve para tomar consciencia de nuestros propios problemas», explica Gislei Kierim del Movimiento de Trabajadores sin Tierra (MST), contraparte de la organización no-gubernamental helvética E-Changer.

Para Graça Xavier, miembro de la dirección nacional de la Central de Movimientos Populares (CMP), recibir el apoyo de los voluntarios «ha facilitado la vida» a sus organizaciones. «Nosotros -explica- tenemos mucha experiencia en la lucha, pero no tenemos competencias para hacer visible esta lucha».

Apoyo especialmente técnico

Lo que buscan los movimientos sociales no son voluntarios que pretendan dirigir, sino que ofrezcan apoyo, particularmente en la esfera técnica, confirma Silvio Cavuscens.

Cavuscens, un suizo que vive desde hace más de 30 años en Brasil, coordina actualmente la SECOIA, una organización de defensa del pueblo Yanomami. «Somos nosotros los que definimos cuáles son nuestras prioridades», enfatiza Graça Xavier.

La visión colonialista que a veces caracteriza otras formas de cooperación no parece haber contagiado a la ONG helvética. El teólogo brasileño de la liberación Frei Betto no ahorra elogios a E-CH, cuyo trabajo sigue de cerca desde hace años.

«De todos los movimientos extranjeros que trabajan en Brasil es sin duda uno de los pocos que no caen en la tentación colonialista, que logra establecer una relación equilibrada de contrapartes sin influir negativamente en el otro».

Brasil, reforzar la solidaridad

Según Frei Betto, en el caso específico de Brasil, los voluntarios y más ampliamente las organizaciones de cooperación, deberían empeñarse, especialmente, en reforzar la solidaridad entre todos los movimientos sociales.

Después de la elección de Lula a la presidencia de ese país, lograda con el apoyo de los propios movimientos sociales, se constata una cierta desmovilización. «Muchos consideran a Lula y su Gobierno como una especie de vaca con muchas ubres que debería asegurarles todo».

Y en ese particular contexto político, los voluntarios pueden jugar un rol importante, por ejemplo transmitiendo competencias en el plano de la comunicación.

Algunas sombras

Sobre el voluntariado, que en muchos casos depende parcialmente de la ayuda pública (E-changer, por ejemplo, es financida en parte por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, COSUDE), planean sin embargo algunas sombras.

«Hoy la ayuda al desarrollo a través del financiamiento de proyectos es simple de entender», explica Luc Recordon, parlamentario nacional verde y miembro del comité de E-Changer.

El impacto del voluntario, en cambio, no siempre es simple de cuantificar. De los testimonies surge, sin embargo, que este tipo de cooperación dinamiza los procesos colectivos, sociales y económicos, en el sur del planeta.

En sus regiones de origen, los voluntarios estimulan las comunidades de donde vienen, compartiendo sus experiencias y ofrecen una información de primera mano, aspecto que muchas veces juega un papel de significativa importancia, señala Recordon.

Una entre las diferentes formas de cooperación

Para Konrad Specker, representante de COSUDE en el Foro Social Mundial, el voluntariado no es la panacea.

«Es cierto que hay beneficios entre las partes, que existen intercambios técnicos y culturales importantes, pero esto no es suficiente en una óptica estricta de cooperación», subraya al analizar la temática más amplia del intercambio de personas.

A veces el voluntariado puede estar condicionado «por una visión de caridad, puede promover una especie de turismo de aventura, o incluso alimentarse de un militantismo de ghetto, a través del que se realizan los sueños que no se pueden llevar a cabo en la propia sociedad de origen», señala Specker.

Existe también el riesgo de que las organizaciones contrapartes recurran a voluntarios extranjeros para asegurar una mano de obra gratuita.

«El voluntariado- concluye el representante de la COSUDE- es una de las tantas formas de cooperación. No es necesario mistificarla, pero si se implementa en forma inteligente puede aportar un impacto positivo»

swissinfo, Daniele Mariani, Belém
(Traducción del italiano, Sergio Ferrari)

50 años de E-Changer

El seminario sobre el voluntariado en la cooperación Norte-Sur organizado por E-changer en el Foro Social Mundial de Belém, Brasil,
se inscribe en el programa de actividades 2009 para la celebración de los 50 años de esta ONG suiza.

Desde su creación, en 1958, E-changer ha enviado casi 1000 voluntarios. Actualmente, 45 trabajan en el exterior.

Hoy concentra su esfuerzo en 5 países: Bolivia, Brasil, Colombia, Nicaragua y Burkina Faso.

Los voluntarios, a los que también se les denomina cooperantes o «cooper-actores» (denominación específica de E-CH) parten en general por 3 años, luego de un proceso de selección-formación en Suiza.

Deben haber completado una formación profesional específica y tener una experiencia laboral de base en Suiza.

E-changer es financiada por COSUDE, por la Acción Cuaresmal Suiza así como por donaciones privadas.