«Hay que cultivar el sentimiento de apertura»
Para seguir adelante, Suiza debe recurrir a la tradición y a la apertura, considera Thérèse Meyer, presidenta de la Cámara Baja.
En el inicio de la sesión parlamentaria de verano, la legisladora responde a las preguntas de swissinfo.
Diputada del cantón de Friburgo y representante del Partido Demócrata-Cristiano (PDC/centro derecha), Thérèse Meyer preside la segunda sesión del Consejo Nacional (Cámara Baja). Su elección al frente de ese organismo tuvo lugar durante la sesión de primavera. Reemplaza a Jean-Philippe-Maitre, quien se retiró por motivos de salud.
Durante la sesión de primavera, Thérèse Meyer tuvo oportunidad de familiarizarse con el funcionamiento de la presidencia. En entrevista con swissinfo, la diputada habla de sus impresiones.
swissinfo: Desde hace muchos años, Suiza busca la apertura al mundo mientras que la prosperidad económica retrocede… Como primer ciudadana del país, ¿cuál es su percepción de esa situación?
Thérèse Meyer: Tengo una visión que se amplía puesto que me reúno con muchas personas durante este año presidencial. Encuentro mucha riqueza a nivel de las lenguas y de las personalidades.
Me doy cuenta de que hay que cultivar ese sentimiento de apertura que, con los valores de amor nacional, debe complementar ese carácter de Suiza que debe ser un país de tradición pero también de apertura. Veo que hay una cierta reticencia o deseo de repliegue un poco mayores que hace algunos años, pero la confianza debe seguir reinando en nuestro país.
swissinfo: ¿Qué representa para usted este acceso a la presidencia?
Lo más importante para mí es la conducción de los debates. Lo diputados deben poder expresarse y votar en medio de condiciones adecuadas.
Hay, luego, un aspecto de relaciones en el país. Mi participación en diversos acontecimientos me permite reunirme con personas que laboran en diversos sectores, además de los encuentros que sostengo con las delegaciones extranjeras. Todas esas reuniones enriquecen la toma de decisión de un diputado.
swissinfo: De manera habitual, los futuros presidentes tienen tiempo para prepararse para ocupar su nuevo cargo. Ese no fue su caso, merced a la salida súbita de su predecesor. ¿Esa situación le causó problemas?
Las circunstancias fueron muy difíciles y muy dolorosas, puesto que yo estaba muy ligada a Jean-Philippe Maitre. Su enfermedad nos consternó mucho. Hubo que hacer frente a la situación de manera rápida. Yo tuve que tomar las riendas del Consejo Nacional el mismo día de mi elección.
No puedo decir que eso no me causó problemas, pero muy pronto estuve bien. Fue como si hubiera sido llevada a ese puesto.
Me preparo muy minuciosamente para cumplir con mi tarea, pero siempre manteniendo un buen contacto con los diputados. Procuro estar disponible y de buen talante con ellos.
No puedo decir que tengo un inmenso problema. Me sentí como lanzada a un nuevo puesto con la posibilidad de enfrentarlo.
swissinfo: ¿La carga de trabajo es mayor para la persona que ocupa la presidencia que para un «simple» diputado?
Pienso que representa dos veces más de trabajo. Requiere tiempo que se toma del descanso, del sueño…
Pero si se acepta ese puesto, también se acepta la carga suplementaria. Sin embargo, y dado que el cargo es limitado en el tiempo, resulta factible. Además, es un puesto extraordinario. Es algo que no sucede más que una vez en la vida.
swissinfo: Se sabe que las mujeres no están tan bien representadas como deberían en el seno del Parlamento. ¿Su elección constituye una buena señal, sobre todo en momentos en lo que se habla nuevamente de la idea de establecer una cuota de representación femenina?
Una buena señal, seguramente. Porque si nos eligen, sentimos que hay un apoyo de nuestros colegas parlamentarios.
En comparación internacional, nos encontramos en una situación «promedio». De cara a otros países europeos, tenemos una muy buena situación con una representación femenina de más de 25% en el Parlamento.
Es cierto que aún hay que fortalecerla pero, por mi parte, siempre he tenido reticencias con respecto al establecimiento de cuotas de elección. Se podría ofrecer a una mujer la posibilidad de tomar el lugar de un hombre que hubiera sido electo por un mayor número de votos. Eso sería algo difícil de asumir.
De manera contraria, estoy totalmente de acuerdo con el hecho de que se motive a las mujeres, que se fijen directivas en los partidos, que se mejore la publicidad, que se logre un apoyo a las mujeres candidatas o se estimule a las mujeres a postularse.
swissinfo: Usted ha franqueado todas las etapas del curso político. ¿Puede imaginar una función aún más elevada de aquí a dentro de algunos años?
No he hecho nunca proyecciones sobre un puesto que podría esperar o tener en el futuro. Me gusta enormemente mi función de parlamentaria y esta presidencia es un poco como una cereza en el pastel. No tengo un objetivo, es lo que puedo decir… (risas)
swissinfo, Olivier Pauchard
Traducción, Marcela Águila Rubín
Thérèse Meyer nació el 17 de mayo de 1948.
Asumió la Presidencia del Consejo Nacional el pasado 8 de marzo.
De manera previa, siguió todo el curso político: Fue sucesivamente miembro del Parlamento de la comuna de Estavayer-le-Lac (1982-1991), miembro del Parlamento del cantón de Friburgo (1996-1999) y miembro del Consejo Nacional (desde 1999).
Thérèse Meyer forma parte de la Comisión de Seguridad Social y de Saud Pública así como de la Comisión de las Instituciones Políticas. También es miembro de la Asamblea Parlamentaria de la Francofonía.
Desde el año pasado, preside igualmente el grupo parlamentario de enlace con los suizos en el extranjero.
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