La crisis de la deuda fue la estrella en Washington
Numerosos países no se han concienciado aún de la gravedad de la crisis de la deuda que enfrenta el mundo. Las medidas deben fluir pronto, afirmó la ministra suiza de Finanzas, Eveline Widmer-Schlumpf, durante su participación en la Asamblea Anual conjunta del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Al subir al estrado y tomar la palabra en este foro, la ministra saludó el plan de acción anunciado el fin de semana por Christine Lagarde, nueva directora gerente del FMI -en sustitución de Dominique Strauss-Kahn-, quien dio a conocer la manera en la que este organismo podría ayudar a sus países miembros en dificultades.
El plan prevé el fortalecimiento de la supervisión de las economías y del sector financiero, pero también una mejor protección de este último.
La consolidación fiscal es necesaria, dijo Christine Lagarde el jueves durante la inauguración del encuentro, pero si algunos países apresuran este proceso pondrán en riesgo el crecimiento de la economía mundial, advirtió.
En tanto, la ministra de Finanzas y titular de la delegación suiza en Washington, Eveline Widmer-Schlumpf, llamó a los países industrializados y altamente endeudados a materializar un proceso de “consolidación fiscal congruente”.
En este contexto de altibajos, Suiza -cuyo franco aún evidencia una gran fortaleza- observó un severo ajuste de su divisa frente al euro, después de que el banco central anunciara el pasado 6 de septiembre un nuevo tipo de cambio mínimo de 1,20 francos frente a la divisa europea.
Una decisión que el presidente del Banco Nacional Suizo (BNS), Philipp Hildebrand, calificó de “costosa, pero indispensable”.
Suiza confía
En su discurso ante el Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI), la ministra Widmer-Schlumpf subrayó la necesidad de recapitalizar a los bancos en dificultades.
Víctima de un fraude provocado por un corredor de Londres, el banco UBS confirmó recientemente pérdidas por 2.300 millones de dólares (2.100 millones de francos), lo que provocó la dimisión, el sábado pasado, de su consejero delegado, Oswald Grübel.
Grübel, conocido en el ámbito financiero internacional por su capacidad para enderezar bancos con problemas, partirá de UBS sin haber cumplido el objetivo que se fijó. Sobre este hecho, que acaparó la atención mediática durante el fin de semana, el presidente del BNS, Philipp Hildebrand expresó a la prensa que Oswald Grübel merece todo el respeto por la forma en la que condujo los destinos del UBS.
Con respecto al tipo de cambio, Hildebrand reconoció que el franco suizo sigue sobrevaluado y reconoció que la situación económica actual es un problema “mayor y global” que deberá resolverse pronto.
En tanto, Eveline Widmer-Schlumpf mostró confianza de cara al conflicto fiscal que enfrenta a Suiza y Estados Unidos.
Es importante que la situación se serene, dijo. “Siempre es posible encontrar una solución a todo problema, pero primero se requiere tiempo para clarificar las cosas”, estimó.
La ministra de Finanzas aprovechó la ocasión para aclarar que es falso que Washington haya lanzado un ultimátum a Suiza para que le entregue coordenadas de clientes estadounidenses que son sospechosos de fraude a través de sus cuentas en bancos helvéticos.
La cumbre de Cannes
Fuera de la Asamblea del FMI, pero aprovechando la ocasión de estar reunidos en Washington, los ministros de Finanzas y banqueros centrales de los principales países industrializados y emergentes (G-20) sostuvieron una reunión de emergencia en la que se comprometieron a “ofrecer una respuesta sólida y común a la crisis actual”.
La cena de trabajo del G-20 cerró con un comunicado que tenía por objeto tranquilizar a la opinión pública de cara a las turbulencias que viven los mercados bursátiles, tras hilar varias ‘jornadas negras’ durante las últimas semanas, provocadas por la crisis de endeudamiento de la zona euro.
Los bancos centrales afirmaron que seguirán apoyando la recuperación. Y los países emergentes se dijeron incluso dispuestos a aportar su apoyo, a través del FMI, a otras instituciones financieras.
El ministro francés de Economía, François Baroin, quien asumió la presidencia del G-20 este año, anunció la puesta en marcha de un ambicioso plan de acción colectivo que será discutido durante la Cumbre de Cannes, prevista para el 3 y 4 de noviembre.
Según la versión del ministro galo, en este proyecto cada país jugará un rol concreto para asegurar el crecimiento económico global y para poner en marcha un plan de consolidación fiscal creíble.
El FMI estima que la economía mundial será capaz de crecer un 4% como promedio en 2011 y 2012, producto de un crecimiento del 1,6% en los países ricos y del 6% en las economías emergentes, que tienen a su favor la ventaja del “bono demográfico”, esto es, de poblaciones jóvenes y en edad productiva.
EEUU y la zona euro
El FMI aprovechó su rol de anfitrión para exhortar nuevamente a EEUU a actuar con prontitud en la reducción de sus niveles de deuda.
En su turno, el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, afirmó que su país “está comprometido a realizar una serie de reformas” y exigió a otras economías que hagan lo propio, un mensaje que dirigió esencialmente a China y Europa.
Geithner denunció las diferencias que han existido en las estrategias abordadas por Europa, EEUU y los países emergentes para atender sus problemas económicos. Mientras EEUU ha exhortado a sus políticos a relanzar la economía, los europeos se concentran en reducir sus déficit.
Las autoridades helvéticas, por su parte, se mantuvieron cautas. Se dijeron resueltas a seguir la situación de cerca y a tomar medidas solo si es necesario.
Hildebrand precisó que sus colegas europeos están conscientes de la seriedad de la situación y están dispuestos a tomar medidas severas. Y en lo que concierne a Suiza, en lo particular, el BNS se compromete a defender la tasa de cambio mínimo que fijó en septiembre.
Crecimiento equitativo
Johann Schneider-Ammann, ministro suizo de Economía, afirmó que “la reactivación económica debe marchar a la par de un proceso de inclusión”.
Al respecto, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, aseguró que es conveniente que China comience a dirigirse hacia un nuevo modelo de crecimiento que ya no se base solo en las exportaciones; ya que esto permitiría un mejor equilibrio entre la economía de China y la del resto del mundo.
“Ningún país ha conseguido cumplir con los Objetivos del Milenio. Volvemos a partir de cero”, se lamentó Zoellick.
Y una nueva crisis económica en los países desarrollados podría fácilmente conducir a una crisis devastadora entre los países más frágiles.
Es importante pues, añadió el presidente del Banco Mundial, que EEUU, Japón y Europa resuelvan pronto sus problemas económicos para evitar un efecto de contagio al resto del mundo.
DSK. Christine Lagarde
es más clara que su predecesor, Dominique Strauss-Kahn (DSK) y aportó mucho a los debates, afirmó el sábado pasado ante la prensa Eveline Widmer-Schlumpf, ministra suiza de Finanzas.
Varios temas fueron abordados durante la Asamblea, como la repartición de las responsabilidades entre el FMI y los bancos centrales, el control de las transferencias de capital y el futuro de los Derechos Especiales de Giro (DEG´s) como reserva.
La reforma a las cuotas de poder en el seno del FMI también fue sujeto de debate, afirmó Eveline Widmer-Schlumpf. Suiza atrajo la atención hacia el hecho de que una nueva distribución debe tomar en cuenta el rol que juega el sector financiero de cada país y su contribución a la estabilidad del sistema financiero internacional.
Rusia. Con el ministro ruso Alexeï Koudrine, Eveline Widmer-Schlumpf firmó una Convención para Evitar la Doble Imposición (CDI) revisada. Temas como los impuestos sobre los ingresos y los impuestos a la fortuna figuran en el texto de este convenio. Un memorando de entendimiento fue firmado para poner en marcha un diálogo Suiza-Rusia en temas financieros.
Italia. Eveline Widmer-Schlumpf sostuvo una entrevista con el ministro de Finanzas de Italia, Giulio Tremonti. El encuentro permitió avanzar en el litigio fiscal que opone a los dos países.
Fuente: ATS
El grupo que representa el voto de Suiza en el seno del FMI es conocido como ‘Helvetistán’.
Está conformado por Suiza, Polonia, Serbia, Azerbaiyán, Uzbekistán, Tayikistán, Kirguizistán, Kazajistán y Turkmenistán. Y es Suiza quien lo lidera.
Conjuntamente poseen el 2,8% del peso total de los votos, lo que les asegura un sitio en el Directorio Ejecutivo del FMI.
No obstante, países como EEUU poseen 17,5% del peso en los votos, lo que les confiere además el derecho a vetar decisiones relevantes en el FMI.
Suiza forma parte del FMI y del Banco Mundial desde el 29 de mayo de 1992.
El Ministerio de Finanzas y el Banco Nacional Suizo son las dos instituciones que representan a Suiza en el seno del FMI y el BM.
Actualmente, el FMI cuenta con un Directorio Ejecutivo de 24 asientos. Y Suiza posee uno de ellos, junto con los citados países del “Helvetistán”.
Los Derechos Especiales de Giro (DEG´s) son una canasta de monedas creada por el FMI en 1969 para complementar las reservas de los bancos centrales de los países miembros.
(Traducción: Andrea Ornelas)
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