La plaza financiera suiza aún da señales de opacidad
La institución que supervisa las entidades financieras investiga a cuatro bancos suizos por presunta violación de la legislación de blanqueo de dinero al haber aceptado fondos vinculados con los antiguos dictadores de Egipto, Libia y Túnez.
La noticia irrumpe cuando Suiza intenta, con todas sus fuerzas, convencer a la comunidad internacional de que su plaza financiera no es cómplice de delitos.
Cuatro instituciones de crédito suizas están en la mira de las autoridades suizas por haber recibido presuntamente fondos opacos. Sus nombres aún son un misterio.
Una investigación realizada por la Autoridad Federal Supervisora de los Mercados Financieros de Suiza (FINMA) reveló este jueves (10.11) que dichas instituciones podrían haber recibido dinero ligado a controvertidos políticos del Norte de África.
FINMA confirmó a swissinfo.ch que encontró 22 cuentas ligadas a personas políticamente expuestas (conocidas como PEP).
Fondos que requieren un tratamiento específico que no siempre fue cumplido por los bancos, a pesar de que sabían que podían ser de origen poco transparente.
“Cuando hay relaciones de negocios con alguna PEP, los bancos deben identificar claramente el origen de los activos que reciben y asegurarse de que se trata de fondos generados legalmente por el político en cuestión”, detalla FINMA.
El siguiente paso, precisa, es informar a la Oficina de Comunicación en Materia de Blanqueo de Capitales (MROS) si tienen alguna sospecha de actividad criminal.
Fondos congelados
El documento presentado por FINMA –llamado Obligaciones de Debida Diligencia de los Bancos Suizos en caso de administrar activos de personas políticamente expuestas- aclara que “las relaciones de negocios con PEP no están prohibidas, pero la legislación suiza solicita a los bancos tratar dichas cuentas con un gran cuidado”.
La investigación de FINMA es la consecuencia de la decisión que tomó el Gobierno suizo en mayo pasado de congelar fondos por 830 millones de francos suizos vinculados a líderes políticos de África del Norte.
Los recursos bloqueados correspondieron al siguiente patrón: Túnez, 60 millones de francos; Egipto, 410 millones de francos; y Libia, 360 millones de francos.
El Gobierno helvético precisó en su momento que el congelamiento de fondos no afectaría solo a cuentas personales, sino también a fondos soberanos y cuentas de compañías petroleras cercanas a los políticos que encabezaron durante años los gobiernos de estos tres países, o a personas allegadas a ellos.
Y la Confederación Helvética instruyó a FINMA para investigar a 20 bancos suizos con objeto de identificar irregularidades, o eventuales incumplimientos de la legislación vigente sobre blanqueo de dinero.
Nombres, en suspenso
Según las conclusiones de esa investigación presentados este jueves, cuatro bancos infringieron la ley y “cometieron faltas graves”, confirmó FINMA.
En dos de los bancos, clientes identificados como “riesgosos” no parecen haber sido tratados como tal, y sus fondos fueron recibidos de forma deliberada, reconoce la autoridad financiera.
El siguiente paso será la materialización de un procedimiento administrativo contra estas cuatro instituciones que podría desembocar en penas –según la gravedad de la falta- podrían derivar en sanciones administrativas o, incluso, si existe un caso extremo, en el retiro de los permisos para operar.
Visiones encontradas
La Asociación Suiza de Banqueros (ASB) expresó a swissinfo.ch que el documento de FINMA confirma que las reglas para abordar casos de PEP son respetadas por los bancos:
“Más aún, debe destacarse que FINMA considera que las reglas existentes para manejar la relación entre los bancos suizos y las personalidades políticas son suficientes. En aquellos casos en los que las reglas han sido infringidas, los bancos trabajarán estrechamente con FINMA para mejorar sus procedimientos”.
Una opinión que no comparten las organizaciones no gubernamentales (ONG). Un grupo formado por siete de ellas denuncia desde Berna (10.11) que la investigación de FINMA posee “lagunas importantes” y pide que se refuercen los dispositivos para luchar contra el blanqueo de dinero.
En opinión de las ONG, FINMA se ha limitado a examinar el comportamiento de los bancos que dieron cuenta de algún fondo sospechoso y que congelaron cuentas.
Pero tendría que controlar a todos los establecimientos bancarios y buscar si existe dinero sucio en ellos. Deben buscarse más caminos para identificar y frenar las violaciones a la legislación financiera vigente.
Y deplora también que FINMA solo haya investigado los haberes de personalidades controvertidos de la política, dejando pasar de largo la búsqueda de fondos ilícitos que pueden llegar a los bancos suizos cubiertos por testaferros o sociedades offshore.
“No merecen perdón”
El especialista en recuperación de activos y presidente del Instituto de la Gobernanza de Basilea, Mark Pieth, señala a swissinfo.ch que “no merecen perdón los bancos que encubrieron deliberadamente relaciones de negocios con PEP”.
El informe revela que existen dos casos en los que las instituciones tenían perfectamente claro que estaban ayudando a esconder dinero. Si se comprueba, se trata claramente de blanqueo de dinero y los casos se tornarán de orden criminal”, puntualiza Pieth y añade que un banco, como institución, también puede enfrentar cargos criminales.
En mi opinión, dice, no estamos frente a la necesidad de revisar la ley (de blanqueo de dinero), se trata simplemente de aplicarla. Es extraño que FINMA inicie investigaciones en este punto. Debería ser más activa en la vida ordinaria y no esperar a que un escándalo se presente”.
El término de persona expuesta políticamente (PEP) se aplica a quienes desempeñan cargos políticos importantes para su país, según la definición de FINMA.
La figura, no obstante, aún está rodeada de alguna ambigüedad porque para el Gobierno de Estados Unidos es una “alta figura de la política exterior” y para el Banco de Pagos Internacionales (BIS) se trata de los potentados.
Formarían parte de la definición general todos aquellos hombres o mujeres que son presidentes o jefes de Estado de un país; ministros, jueces, hombres clave de los partidos políticos, miembros de las familias reales y también representantes militares y del clero de alto rango.
FINMA es la autoridad encargada de supervisar el sistema financiero en su conjunto. La operación de los bancos, las aseguradoras, las pensiones y de vigilar que no existan operaciones de blanqueo de dinero en la plaza financiera helvética.
En 2008, los bancos suizos acordaron establecer reglas para preservar la buena reputación del sector. Entre ellas, verificar concienzudamente la identidad de sus clientes y de los beneficiarios de las cuentas que administran.
En caso de encontrar cuentas o fondos de origen dudoso, los bancos están obligados a notificarlo de inmediato a la Oficina de Comunicación en Materia de Blanquero de Dinero (MROS), que reenviará la información al Ministerio Público cuando lo considere pertinente.
Y si el un banco alberga sospechas de blanqueo de capitales puede congelar de inmediato una cuenta, incluso antes de notificarlo a la autoridad.
Según la Oficina de Comunicación y Denuncia de Blanqueo de Dinero (MROS), la banca suiza notificó 1.159 casos sospechosos en 2010 (+29,4% que en 2009).
82 notificaciones fueron registradas por intermediarios financieros en el contexto de ‘Personas Expuestas Políticamente’ (PEP).
El monto de los activos investigados fue de 847 millones en 2010 (-62% que 2009).
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