Los suizos de Chile opinan de Suiza

Olivier Rickmers celebra plenamente el 1 de agosto, en Chile.

Unos más nostálgicos, otros más escépticos, los miembros de la comunidad helvética en Chile se reencontraron este 1º de agosto.

En la ocasión intercambiaron opiniones sobre su tierra y la contingencia. Todos coincidieron en una positiva evaluación de Suiza.

Los asistentes a la Fiesta Nacional de Suiza destacaron la participación que el Estado brinda a quienes viven en el extranjero, a través de iniciativas como el voto por correspondencia. La distancia no ha sido impedimento para tomar parte en las decisiones de su país, señalaron.

Y aunque la mayoría prefirió reservarse su opción sobre las próximas elecciones parlamentarias, estiman que cualquiera sea el resultado, la continuidad y la estabilidad se mantendrán, con leves matices hacia uno u otro lado de la balanza política.

Transmisores de la cultura

Refiriéndose a la participación de los suizos del extranjero en las consultas populares, el director del Colegio Suizo de Santiago, Friederich Lingenhag, señala que «es cierto que no contamos con ningún asiento en la cámara, como sí sucede en Francia, y ya hay personas tratando de modificar esto. Pero es un tema complejo, porque quién conoce a un suizo del extranjero. Ahí está es la dificultad. Diría que estamos representados, pero indirectamente».

Sin ánimo de crítica, acota que «los suizos que viven en la Confederación a veces no se dan cuenta que los problemas de un suizo del extranjero no son los mismos que ellos tienen, hay temas que no manejan».

Es importante, por ejemplo, darle un fuerte apoyo a los colegios suizos, «porque somos transmisores de la cultura suiza. Formamos jóvenes con valores suizos, y en especial con lazos con la patria, eso también aporta a la Confederación», sostiene.

«No tan patriotas»

Para el arquitecto Alain Champion, ésta es una oportunidad para reencontrarse con otros suizos, pero no un momento de especial nostalgia. «Echo de menos Suiza, claro, pero no porque sea el día nacional», precisa.

A su juicio, los helvéticos no son muy patriotas. «Tengo amigos que se van de Chile y están muy tristes de pasar las fiestas patrias lejos. Para nosotros no es así, muchos ni siquiera nos sabemos el himno completo. Esa cosa de grandeza de la patria no se ve mucho en Suiza», afirma.

Agrega que «veo fantástico a Suiza, es un país maravilloso, pero a mí me toca estar acá, porque tengo nuevos proyectos y allá no queda mucho por investigar». No participa en las votaciones porque -argumenta- «estoy demasiado metido aquí, en el ciclón de mi trabajo».

En tanto, para Thomas Hodel, vicepresidente del Club Suizo de Santiago, existen instancias de participación, «aunque no hacemos mucho uso de ellas, a veces resulta un poco engorroso, inscribirse, luego votar y mandar la carta». Por ello cree que el e-voting sería un excelente medio para estimular la participación.

«Un nostálgico de tomo y lomo

Olivier Rickmers, presidente de Biociencia, fundación del ámbito de la biotecnología, admite sin ambages la nostalgia que siente. «Para mí esta fecha siempre ha sido especial. Recuerdo, de niño, que hacía calor y estábamos todo el tiempo preparando cosas entretenidas, las fogatas, de las patatas al rescoldo… mi abuelo tenía un campo cerca de Vevey, por lo que estas fiestas se celebraban en grande», relata.

En estos días es cuando le dan más ganas de estar allá. En Chile participa de los festejos, «dentro de lo posible, porque acá no es feriado», advierte.

También ejerce su derecho a voto, instancia que considera muy importante. «No sé si los suizos se dan cuenta del valor de este sistema de votación directa. Lo destacado es que se puede tomar parte en decisiones concretas sobre temas específicos. No es sólo una gran elección presidencial que a lo más define una tendencia política, pero no llega a los temas cotidianos, que al fin y al cabo es lo importante para la gente».

¿Representante de los suizos en el extranjero? «No tengo claro si funcionaría bien. Hay suizos en Sudamérica, otros en África, con problemáticas locales muy diferentes, entonces sería un parlamentario para representar qué», se pregunta.

Y a la hora de las conclusiones, rescata especialmente dos aspectos sobre Suiza: «la continuidad de muchos siglos, que no veo ningún país de Europa y una manera de vivir en la cual cada uno logra ponerse de acuerdo y ver los intereses comunes antes de hacer primar las diferencias de intereses personales».

swissinfo, Mariel Jara