Lucerna dice adiós a la Guerra Fría
La operación "Ciudad en la montaña" comenzó el pasado fin de semana. Gran cantidad de personas visitaron -antes de su cierre-, el mayor refugio de protección civil del mundo: el túnel de Sonnenberg.
Su desmantelamiento entra en el nuevo concepto de protección civil, anclado más bien en las catástrofes naturales o técnicas y las situaciones de urgencia.
El túnel de Sonnenberg queda en Lucerna, sobre la autoruta A2 que une Europa del sur con la del norte. Es un túnel transformado en gigantesco refugio de protección civil.
Cada uno de los dos tubos del túnel fue concebido para albergar a unas 10.000 personas y protegerlas contra ataques convencionales, químicos o atómicos.
Ese refugio gigante tiene puertas de 1,5 metros de espesor y un peso de 350.000 kilos, fabricadas con la finalidad de resistir la presión de una bomba atómica de un megatón.
Entre los tubos hay una amplia «caverna» de siete pisos que incluye un puesto de mando, un hospital de urgencia con sala de operaciones, un estudio de radio y muchos otros locales de servicios múltiples.
«Ciudad en la montaña»
Entre el 2 de septiembre y el 2 de octubre, la gente puede recorrer por las instalaciones del refugio civil más grande del mundo, un monumento de la Guerra Fría.
En los años 60, la ciudad de Lucerna carecía de locales de protección civil. El problema fue resuelto con la construcción simultánea de la autoruta A2 y del túnel de Sonnenberg.
Lucerna solucionaba así dos problemas a la vez: la Confederación participó tanto en los costos de la autoruta como en los onerosos del refugio civil (unos 40 millones de francos).
Inaugurado en 1976, y controvertido desde su origen, ese refugio subsistirá desde ahora sólo como infraestructura capaz de acoger a unas 2.000 personas en la zona de la «caverna».
Uso difícil
El uso concreto de ese enorme sitio implicaba algunos problemas: la concentración de 20.000 personas en su espacio hubiera sin duda suscitado problemas psíquicos y logísticos.
«La atención a la gente es casi imposible en esta escala. Los problemas se multiplican en un sitio de semejante dimensión», señala a swissinfo Moritz Boschung, jefe de información de la Oficina federal de protección de la población.
Normas altas
Aún sin el refugio lucernés, Suiza mantiene un alto nivel en materia de protección civil: cuenta con unos 270.000 refugios. «Casi 95% de la población dispone de refugios modernos», precisa Moritz Boschung.
Sin embargo, es muy difícil hacer una comparación internacional porque el concepto varía de un país a otro. «Pero sabemos que hemos logrado normas altas. Es sobre todo en Europa del norte donde se encuentra una protección equivalente».
swissinfo, Etienne Strebel
Los efectivos de la protección civil en Suiza suman unas 120.000 personas.
En un refugio, cada individuo dispone de un metro cuadrado y 2,5 metros cúbicos.
Los locales de protección civil son utilizados en casos de catástrofes como alojamientos de urgencia.
En caso de conflicto armado, cada persona debe tener un sitio cerca de su domicilio.
La nueva Ley federal sobre protección de la población y la protección civil está en vigencia desde el 1 de enero de 2004.
La protección de la población tiene la finalidad de proteger a la población y sus bases de existencia en caso de catástrofe, situación de urgencia o de conflicto armado, así como limitar y controlar los efectos de hechos perjudiciales.
Las organizaciones asociadas siguientes colaboran en el seno de la protección de la población: policía, bomberos, servicios de salud pública, servicios técnicos, protección civil.
La responsabilidad principal es de los cantones. Ellos organizan la protección de la población con las municipalidades y las regiones; disponen la instrucción y la conducción, así como las intervenciones de las organizaciones asociadas.
De acuerdo con los cantones, la Confederación puede asegurar la coordinación y, llegado el caso, la conducción en caso de hechos que afecten a varios cantones, a todo el país o a regiones fronterizas.
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