Micheline Calmy-Rey defiende a Suiza en Bruselas
La ministra de Asuntos Exteriores defenderá este lunes la posición helvética en las negociaciones bilaterales II, que se encuentran en punto muerto.
El Gobierno suizo busca una conclusión simultánea en todas las áreas y rechaza la división de los temas.
El gobierno suizo no tiene la intención de ceder en las negociaciones bilaterales en curso, tal es el mensaje que Micheline Calmy-Rey deberá transmitir.
La ministra se reunirá con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, y con el comisario encargado de la cartera de Exteriores de ese organismo, Chris Patten.
En lo que se refiere a las relaciones de Suiza con la Unión Europea, las negociaciones bilaterales siguen siendo la vía prioritaria. Así lo reiteró el Gobierno de Berna la semana pasada, al término de una reunión extraordinaria.
No habrá cambios respecto a la adhesión a los Quince antes del 2007, afirmó, lo que significa que el programa para la actual legislatura no prevé ni la reanudación ni la retirada de la demanda de adhesión presentada a Bruselas.
¿De inmediato o más tarde?
Durante su reunión semanal, el pasado 28 de enero, el Gobierno Federal reiteró que esperaba un “resultado equilibrado en el conjunto de las negociaciones” y “una conclusión de las mismas en todos los sectores”. Las soluciones deberán tomar en cuenta los “intereses legítimos” de Suiza.
La Comisión Europea, encargada de negociar con Suiza en nombre de los Quince, sabe entonces a qué atenerse.
En efecto, el Ejecutivo europeo, favorable a una separación de las negociaciones, pretendería cerrar los expedientes a medida que se lograran acuerdos. En particular, con respecto al acuerdo sobre la fiscalizad del ahorro que Berna aún no ha firmado.
“A Suiza le interesaría una conclusión rápida del acuerdo sobre la fiscalidad del ahorro”, estima la Comisión en un informe, presentado el 12 de enero a los Estados miembros de la UE. Este acuerdo “mantendrá el secreto bancario y ofrecerá ventajas financieras considerables a las empresas suizas”, explica.
Pero Suiza no tiene prisa, mucho menos cuando pretende intercambiar ese acuerdo por algunas concesiones sobre otro convenio, el de Schengen (de la adhesión helvética a los acuerdos de cooperación policial y judicial de la UE).
En punto muerto
Las negociaciones sobre Schengen y sobre la lucha contra el fraude se encuentran en punto muerto, puesto que Berna reclama una excepción de la asistencia judicial (a causa del secreto bancario) que rechaza Bruselas.
“La Unión Europea ofrece a Suiza exactamente lo que pedía, a saber: un acuerdo sobre el modelo del acuerdo concluido con Noruega y Suecia. Ahora, Suiza quiere una excepción, lo que crearía un peligroso precedente”, señala la Comisión Europea.
Suiza, que quiere acuerdos hechos a su medida, irrita a Bruselas. Una gran mayoría de los Estados miembros de la UE comparten el punto de vista de la Comisión Europea. Sólo Alemania estaría dispuesta a dar prueba de flexibilidad con respecto a Berna.
En fin, último expediente que seguramente será aboradado este lunes: el asunto de la participación financiera de Suiza en los Fondos de Cohesión.
Berna no ha respondido todavía a la solicitud de los Quince. La UE estima que la contribución helvética debería ser comparable a la de Noruega (alrededor de 335 millones de francos suizos por año).
swissinfo, Barbara Speziali, Bruselas
(Traducción: Marcela Águila Rubín)
La ministra suiza de Exteriores, defiende este lunes en Bruselas la posición suiza en las negociaciones bilaterales II.
En junio del 2001, Suiza y la Unión Europea decidieron abrir nuevas negociaciones bilaterales sobre los 10 temas.
El Gobierno suizo desea una conclusión simultánea de las negociaciones sobre todas las áreas, mientras que el Ejecutivo europeo, favorable a la separación de las negociaciones, querría cerrar los expedientes de los acuerdos alcanzados.
Otros asuntos que también se discuten este lunes son la extensión del acuerdo bilateral sobre la libre circulación de las personas en los diez nuevos miembros de la UE.
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