«Pies secos, pies mojados», política de doble moral
El de las migraciones es un tema sensible y un terreno fértil para la controversia.
La Habana ha denunciado su uso por parte de Estados Unidos como arma política contra la Revolución Cubana.
Entre los sueños de muchos cubanos está el de poder salir libremente del país y no necesariamente con destino a Estados Unidos, ni necesariamente con pasaje sólo de ida.
Muchos otros, como tantos millones de mexicanos, centro o sudamericanos, creen que el Paraíso está al norte del Río Bravo y recurren a maniobras desesperadas para alcanzar el escurridizo “sueño americano”.
El costo del intento para unos y otros, puede ser su propia vida.
La diferencia está en que mientras el resto de los latinoamericanos sabe que de ser interceptados, su suerte puede variar entre un balazo o un boleto de vuelta a casa, los cubanos tienen el estímulo de una política de “pies secos, pies mojados” que les permite quedarse en Estados Unidos.
“Una persona de cualquier país de América Latina cruza nadando el Río Bravo y llega a territorio norteamericano y es considerado un emigrante económico ilegal, un cubano secuestra una embarcación o un avión y llega a territorio norteamericano y es un exiliado político. Creo que hay mucho de doble moral”, enfatiza Rafael Dausá.
El director para América del Norte del Ministerio cubano de Exteriores habla de la política migratoria estadounidense, de esas medidas que son como el canto de las sirenas para muchos de sus compatriotas.
Cumplimiento forzado
“Esto se convierte en un tremendísimo estímulo a la emigración ilegal. Los cubanos son la única nacionalidad en el mundo llegando al país (Estados Unidos) con un pasaporte bueno, falso o inclusive sin documentos, por estas políticas que se han establecido a través de los años para utilizar el tema migratorio como arma política contra la Revolución Cubana”.
Firmados por Cuba y Estados Unidos en 1994 y 1995, los convenios migratorios fueron concebidos con el fin de «dirigir la migración cubana hacia canales seguros, legales y ordenados», y de «oponerse e impedir el uso de la violencia por parte de toda persona que intente llegar o que llegue a los Estados Unidos desde Cuba mediante el desvío forzoso de naves y embarcaciones».
En ese marco, Washington se comprometió a otorgar un mínimo anual de 20 mil visas a Cuba, una obligación que cumple a tropezones. Recuerda Rafael Dausá que a principios de este año, por ejemplo, La Habana denunció el incumplimiento “abierto y descarado” de los acuerdos migratorios y tuvo que emplazar a Estados Unidos para que asumiera el compromiso.
”¡Lanzan a la gente a la muerte!”
“Donde no cumple Estados Unidos –explica Dausá- es en el tema de la Ley de Ajuste Cubano y en la política de “pies mojados y pies secos” que son el mayor estímulo que existe a la emigración ilegal y al uso de la violencia para emigrar desde Cuba hacia Estados Unidos”
No son pocas las personas que durante años han esperado infructuosamente una visa para reunirse con sus familiares en Estados Unidos. Con argumentos de que “usted no califica, no tiene profesión, tiene mucha edad …” las autoridades estadounidenses les han rechazado sus solicitudes.
Pero si esas personas fueran capaces de coger un bote y llegar a territorio norteamericano de forma ilegal, automáticamente podrían permanecer en el país.
“Por lo tanto, creo que queda muy abierto y demostrado, no sólo el doble estándar pero la locura de esa política: ¡lanzan a la muerte a la gente!”, enfatiza nuestro entrevistado.
Una vuelta de la que no se habla
Muchos cubanos han dejado sus hogares y mucho se ha dicho sobre su salida. Sin embargo, muy poco se habla de aquellos que han desandado el camino menguados por la nostalgia, faltos de empleo, de cobertura médica.
“Hay un creciente número de cubanos que llega a Estados Unidos y se da cuenta de que el sueño americano está cada día más lejos incluso, para los propios norteamericanos (…) Creo que Miami es una ciudad que es un gran mito y el mito de la supuesta bonanza de los cubanos en Miami.
“Más de un 33% de los cubanos que vive en la ciudad de Miami, vive bordeando o por debajo del límite de la pobreza en Estados Unidos y el desempleo se incrementa, las dificultades sociales …”, concluye Rafael Dausá.
swissinfo, Marcela Águila Rubín, La Habana
Los convenios migratorios firmados por Cuba y Estados Unidos en 1994 y 1995, buscan evitar riesgos y violencia a las personas que quieran llegar a Estados Unidos.
En Miami, más de 33% de los emigrantes cubanos vive en condiciones de pobreza.
Washington se comprometió a entregar un mínimo anual de 20 mil visas para cubanos deseosos de vivir en Estados Unidos.
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