Promoción en Washington del ‘e-voting’ suizo
La embajada de Suiza en Washington y la campaña ThinkSwiss organizaron una serie de eventos para promover el modelo suizo de votación por Internet.
Esta operación de seducción se produce en momentos en que en Estados Unidos retrocede el interés por el voto electrónico, considerado vulnerable y poco seguro.
«Hay entre los estadounidenses un escepticismo hacia el voto electrónico mucho mayor al que existe en Suiza, debido a los problemas que aparecieron en Estados Unidos», precisa a swissinfo el embajador helvético Urs Ziswiler.
Lo anterior no impidió a una delegación suiza, encabezada por la Canciller de la Confederación, Annemarie Huber-Hotz, elogiar el lunes (24.05) en Washington, las cualidades del voto electrónico.
«Ese día fue la oportunidad de compartir nuestra experiencia con nuestros interlocutores estadounidenses», subraya Annemarie Huber-Hotz. Fue también la ocasión propicia para efectuar contactos de tipo comercial.
Los sistemas suizos de voto por Internet pertenecen a tres cantones-pilotos.
Elogios de un método
«Diversos países europeos y asiáticos han establecido contacto con las autoridades del cantón de Ginebra para comprar el sistema y uno de los objetivos de nuestra visita a Washington era establecer contactos con socios potenciales», declara el canciller cantonal ginebrino Robert Hensler.
Los responsables suizos no escatiman elogios sobre las virtudes del voto en línea. «Es la vía del futuro, y para Ginebra, el balance es ampliamente positivo», afirma Robert Hensler.
Annemarie Huber-Hotz, cita de buena gana las «ventajas» de este método. Según ella, la participación en las votaciones es facilitada por el hecho de que los electores ya no tienen que desplazarse, la elección se amplía ya que los electores disponen del voto por Internet al margen del voto en la casilla o por correspondencia.
Algunos inconvenientes
«También es posible que el voto por Internet aumente el índice de participación o, por lo menos, lo mantenga al nivel actual, es decir, un promedio de 45%», añade Annemarie Huber-Hotz.
Pero, interrogada por swissinfo sobre los eventuales inconvenientes del voto electrónico, particularmente del voto por Internet, menciona varios que no son despreciables.
«La gran cuestión es saber cuál es el impacto sobre la democracia directa», admite.
«Algunos piensan que el voto electrónico crea una democracia virtual donde los ciudadanos están aislados y eligen desde su domicilio», explica.
La seguridad en cuestión
«La otra gran cuestión es la seguridad, y luego, algunos consideran que el voto electrónico podría incrementar el foso numérico porque no todo el mundo tiene acceso a Internet», concede Annemarie Huber-Hotz.
Robert Hensler reconoce, por su parte, que «el costo del desarrollo de la tecnología es elevado, y eso puede ser un inconveniente».
A pesar de los inconvenientes reales y potenciales, los responsables suizos ven en el voto en línea lo que el embajador Urs Ziswiler denomina «un nuevo instrumento de la democracia».
«Es un poco hipócrita pretender que el voto por Internet es perfecto pero tampoco lo es el voto mediante papeleta, en la casilla o por correo», concluye Urs Ziswiler.
swissinfo, Marie-Christine Bonzom, Washington
(Traducción, Marcela Águila Rubín)
El cantón de Ginebra, dónde sólo el 5% de los electores votan desplazándose a los centros electorales, decidió desarrollar un sistema de voto por Internet en 2000.
Sobre 230.000 electores del cantón, 90.000 tienen acceso al voto por Internet. Las autoridades prevén poner el voto en línea a la disposición de todos los electores inscritos.
El voto por Internet existe en Suiza sólo desde 2004; empero, el recuento de los votos se hace electrónicamente desde más de treinta años.
La delegación suiza incluía representantes de los cantones de Ginebra y de Neuchâtel que, con Zúrich, condujeron, entre 2004 y 2006, una serie de ensayos de voto por Internet en el marco de un programa-piloto lanzado hace seis años por el Parlamento y prolongado en marzo.
La delegación se reunió con la dirección de la comisión de la cámara estadounidense encargada de los asuntos electorales, así como con los responsables de la Comisión Dederal de Asistencia para las Elecciones.
También participó en un coloquio al que asistieron unos cincuentena expertos y directivos estadounidenses.
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