Siria, un enemigo que garantiza estabilidad a Israel
Para Israel, el movimiento democrático en el mundo árabe conlleva peligros a corto y mediano plazo. Los regímenes autocráticos garantizaban a largo plazo estabilidad. Entrevista con Walter Haffner, embajador de Suiza en Tel Aviv.
Wakter Haffner representa a Suiza ante Israel desde hace 3 años. Entrevista realizada almargen de la reciente Conferencia Regional de Embajadores de Suiza que tuvo lugar mayo pasado en Túnez.
swissinfo.ch: ¿Qué repercusiones tiene el acuerdo de unidad alcanzado entre los dos partidos palestinos, Fatah y Hamas, en las discusiones con Israel?
Walter Haffner: Primero hay que dejar en claro que desde hace dos años no hay diálogo de paz. Los palestinos rechazaron tratar con el gobierno de Netanyahu, mientras que no haya un freno completo a la colonizaciones. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, exigió esto a Israel y los palestinos esperan que se cumpla esa condición.
Desde la óptica helvética, resulta positivo a medio y largo plazo que los palestinos aspiren a un gobierno de unidad. Si se creara un Estado palestino, es necesario formar un gobierno que represente a todos los palestinos.
Solo hay que esperar que la reconciliación interna palestina se mantenga y ver cómo se concretará en los hechos. Solo cuando esto ocurra significará una complicación para Israel.
swissinfo.ch: Hasta ahora, Israel no ha negociado con Hamás…
W.H.: Israel considera inaceptable negociar con una fracción palestina que pone en cuestión el derecho de existencia de Israel. Para Israel es una condición ser aceptado como Estado, antes de negociar.
Hamás debe reconocer este derecho para ser aceptado como contraparte en las conversaciones. Israel ha dicho en múltiples ocasiones que no quiere negociar con un partido que al mismo tiempo le lanza misiles.
swissinfo.ch: Suiza ha sido uno de los pocos países que ha establecido el diálogo con Hamás.
W.H.: Somos uno de tres estados que lo han hecho. Se trata de un secreto abierto el hecho de que otros países también lo hayan hecho, simplemente, sin hablar de ello. Nuestra posición es que se debe hablar con todos los implicados en un conflicto, si éste se quiere resolver.
swissinfo.ch: ¿Qué piensa de que Israel haya bloqueado el dinero aduanero que en realidad corresponde a las autoridades autónomas palestinas?
W.H.: Al respecto no quiero expresarme ahora, pues no conozco los pormenores ni el trasfondo de esta decisión.
swissinfo.ch: Con la creación de asentamientos en los territorios ocupados, Israel construye algo que no resultaría fácil “retirar”.
W.H.: Israel es consciente de que con estos asentamientos viola el derecho internacional público en vigor. Y aquellos repartidos en Cisjordania deben dejar de existir, a más tardar cuando se logre la conclusión de un acuerdo de paz.
swissinfo.ch: En el caso sirio, ¿qué significaría para Israel el fin del régimen de Bachar al Assad?
Esto podría acarrear grandes repercusiones para Israel. Siria es considerado por Israel como uno de los llamados “enemigos consentidos”. Bachar al Assad es un enemigo que garantiza estabilidad. Si el régimen sirio se viniera abajo, el eje de Irán, Siria y Hezbolá en Líbano podría debilitarse, lo que al mismo tiempo provocaría incertitud bajo circunstancias que pueden llevar a consecuencias onerosas.
Desde 1973 hay tranquilidad en la frontera entre Siria e Israel. Si el caos explota en Siria, puede producirse una situación peligrosa que pronto resultaría difícil de calcular para Israel.
swissinfo.ch: Bajo esa lógica, ¿Israel no tiene interés de que se democratice el poder en Siria?
W.H.: Creo que Israel seguramente tiene interés a mediano y largo plazo de la democratización de su vecino. A ese respecto, los israelíes han aprendido en los últimos 60 años que deben pensar a corto plazo. Se preguntan: ¿Qué pasará mañana? A corto plazo una revolución en Siria podría significar inestabilidad para Israel.
swissinfo.ch: ¿También esto sería válido en el caso de los otros vecinos de Israel?
W.H.: Sí, y también en el caso de Jordania. De acuerdo con una encuesta realizada tras la caída de Mubarak en Egipto, una mayoría de la población votó por que el acuerdo de paz con Israel se retirara. Es decir, que un acuerdo así podría también ser rechazado en votaciones democráticas. Lo que para Israel sería un gran contragolpe.
En ese sentido, la democratización en Egipto conllevaría ciertos riesgos. Los acuerdos de paz con Egipto y Jordania otorgaron a Israel estabilidad en el sur y el este, para abrirle las puertas al mundo árabe.
swissinfo.ch: Fueron los únicos acuerdos que pudo concretar Israel. Entonces, ¿pueden ser disueltos?
W.H.: La cuestión no se plantea actualmente. Y aun cuando se renunciara a estos acuerdos, no se produciría automáticamente un conflicto. Pero Israel podría encontrarse en una situación muy delicada, en la que por primera vez desde hace 30 años, de nuevo Tel Aviv se confortara a un nuevo frente unitario árabe.
swissinfo.ch: Usted es el embajador de Suiza, país que ve con buenos ojos y pide la democratización de los países árabes. ¿Esta posición de Suiza genera conflicto con Israel?
W.H.: Israel comprende la posición de Suiza y ve con agrado la deomcratización del mundo árabe también a mediano y largo plazo.
No obstante, esos sucesos pueden significar inestabilidad y pueden poner en cuestión la seguridad de Israel directa o indirectamente. Para Israel, su propia seguridad se encuentra en primer término.
Suiza saluda el acuerdo de unidad de las otrora organizaciones rivales de Fatah y Hamás.
La reconciliación era una condición indispensable para la autodeterminación palestina, indica el Ministerio de Asuntos Exteriores de Suiza.
Todas las partes han sido llamadas a tomar el camino de la negociación para resolver el conflicto israelí-palestino.
Con Egipto: Este convenio se logró el 26 de marzo de 1979 en Washington, EE.UU.
Fue firmado por el ex primer ministro israelí Menájem Beguín y por el otrora presidente egipcio Anwar al-Sadat. Testigo del acuerdo fue el entonces presidente estadounidense Jimmy Carter.
La paz entre Israel y Egipto constaba de varios elementos principales, a saber: la culminación del estado de guerra existente desde la Guerra árabe-israelí de 1948.
Además estableció la retirada israelí de las fuerzas militares y asentamientos civiles de la península del Sinaí.
Egipto fue así el primer Estado árabe en reconocer oficialmente a Israel.
Con Jordania: Este acuerdo fue suscrito el 26 de octubre de 1994 por el rey Hussein de Jordania, el primer ministro israelí Isaac Rabin y el presidente estadounidense Bill Clinton.
El acuerdo contiene 30 artículos. En el primero de ellos se establece la paz entre ambos Estados.
(Traducción: Patricia Islas)
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