Suiza busca dosis correcta para «sanar» su economía
El Gobierno helvético anunció un tercer paquete de estímulos fiscales dedicados a la generación de empleo, especialmente para los más jóvenes. Y sus apoyos, aunque oportunos, son puntuales y bien medidos.
Países como EEUU, Gran Bretaña o España se han lanzado con todo en pos de la recuperación. Las posibilidades de alcanzar el objetivo en 2010 se multiplican, pero los riesgos también.
La economía mundial está en controversia. Países industrializados y emergentes atraviesan la peor crisis desde los años 30s, pero no logran ponerse de acuerdo sobre la dosis de medicamento necesaria para sanar al enfermo.
Por un lado, los gobiernos más agresivos, con Estados Unidos y Gran Bretaña a la cabeza, están convencidos de que echar a andar la máquina del dinero, llevar las tasas de interés a mínimos históricos, otorgar agresivos recortes a los impuestos y rescatar sectores productivos con recursos públicos, es el camino. Y asumen el riesgo de que su nivel de endeudamiento se torne inmanejable y de abrazarse a un proteccionismo que combatieron durante años.
Por el otro, existe un grupo más moderado, con Alemania o Suiza como principales exponentes, convencidos de que la situación exige administrar programas de estímulo fiscal, pero de forma puntual y sin desmadejar las finanzas públicas hasta niveles incontrolables. Su principal riesgo: quedarse cortos en el objetivo de frenar la recesión y enfrentar tasas de desempleo jamás vistas.
Panorama suizo
La Secretaría de Estado de Economía (Seco) anunció este miércoles (17.06) que el Producto Interno Bruto (PIB) retrocederá 2,7% en 2009, y 0,4% en 2010, un panorama poco alentador.
En materia de desempleo, las perspectivas son aún más sombrías, pues prevé que pase del 3,5% a una de 5,5% en 2010, con lo que habría hasta 80.000 desempleados más.
Sin embargo, las previsiones realizadas por el Grupo de Expertos de la Confederación Helvética agregan que si bien expertos internacionales -como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)- han revisado a la baja todas sus previsiones, también es cierto que la mayoría de los indicadores económicos conocidos en abril y mayo permiten entrever que lo peor ya pasó.
De ahí que Suiza apueste por la mesura.
«Las perspectivas coyunturales de Suiza son sombrías por el momento, en 2009 las exportaciones habrán caído 10%, pero progresarán ligeramente en 2010», señala la dependencia.
Y refiere que será el desempleo la manifestación más severa de la coyuntura recesiva, por lo que los apoyos se dirigirán a preservar y crear oportunidades laborales.
Tercer paquete de estímulos
Suiza decidió atajar los efectos de la crisis a partir de enero del 2009, cuando anunció un primer paquete de estímulos financieros por 900 millones de francos suizos, que incluía liberación de reservas en caso de crisis, protección de cosechas, inversión a la vivienda e incentivos a la exportación.
En febrero pasado, el Gobierno consideró que debía ir más lejos y contemplar medidas para el segundo semestre del 2009. Anunció pues un segundo paquete por 700 millones de francos suizos destinados a inversiones en infraestructura, y al turismo.
Este miércoles (17.06), en un intento por encontrar el fiel de la balanza, amplía los alcances hasta el 2010, por un total de 750 millones de francos suizos, recursos canalizados a contrarrestar el desempleo, aligerar la carga de los seguros contra enfermedad para las familias y a recortar el pago del IVA.
Al respecto, la Seco explicó que «el gobierno busca el retorno al crecimiento, pero sin descuidar los límites de endeudamiento; y su idea es crear incentivos para que la gente aproveche este periodo de recesión para formarse».
Concretamente, el gobierno entrenará trabajadores en el ámbito de la energía y otorgará subsidios a las empresas dispuestas a emplear personal joven y sin experiencia.
Además, aumentará el poder adquisitivo de familias y empresas a través de un menor pago de IVA, en vigor a partir del 1 de enero del 2010.
España, EEUU y GB, con todo
Estados Unidos, la economía más poderosa del mundo, anunció en febrero pasado un programa de apoyos a la economía sin precedentes. Un billón de francos suizos dispuestos para apuntalar sectores y para devolver poder adquisitivo a los contribuyentes.
La Unión Europea (UE) hizo lo propio. En los albores de la primavera, y como bloque representante de 27 países, llegó al acuerdo de consagrar el equivalente a 1,5% del PIB comunitario (alrededor de 300.000 millones de francos suizos) a impulsar la economía y el empleo.
España, por ejemplo, decidió otorgar apoyos del orden de los 30.000 millones de francos suizos a financiar vivienda protegida y PME entre 2009 y 2010. Las PME recibirán avales para tener acceso a financiamiento. Y se otorgaron beneficios fiscales.
Una estrategia semejante a la que siguió Gran Bretaña. En su caso, abiertamente dirigido a la reactivación económica vía el recorte de impuestos.
Redujo el IVA de 17,5 a 15%, lo que le costará unos 24.000 millones de francos de aquí al cierre del 2010, y anunció subvenciones al consumo de energéticos, entre las medidas más destacadas.
Alemania, moderadas
Alemania es la economía que tira al resto de Europa y para Suiza es vital.
A ese país se destinan 20% de las exportaciones helvéticas y de él procede el 33% de sus importaciones, según datos de la Seco.
Más aún, uno de cada tres turistas que pernoctan en Suiza es alemán.
Y Alemania tiene una visión mucho más moderada y austera sobre los caminos útiles para reactivar la economía.
En marzo pasado, y producto de la presión de sus socios de la UE, el gobierno alemán aceptó lanzar un programa de apoyos por 75.000 millones de francos suizos dirigido a recortar impuestos.
Concretamente, decidió una reducción de cargas tributarias para la población y las empresas y el otorgamiento de un bono de 150 francos a las familias por cada menor de edad. Pero la administración dejó claro que no habrá secuelas, la economía debe reaccionar con sus propios medios.
Suiza intenta hacer sus propios cálculos y acertar. Da dosis pequeñas y aguarda la reacción del enfermo. Y la claridad de su diagnóstico nadie la conocerá antes del 2010.
Andrea Ornelas, swissinfo.ch
El Producto Interno Bruto (PIB) es el valor monetario que otorga el universo económico a la producción de bienes y servicios que es capaz de generar cada país anualmente. O dicho de otra forma, la riqueza que cada economía construye a lo largo de 12 meses. Y como indicador es el barómetro de si un país avanza o retrocede.
La tasa de desempleo es el segundo indicador macroeconómico que más preocupa a la población y los gobiernos. Y mide la proporción de personas que carecen de trabajo pero están en edad y deseo de ser productivos. En Suiza, la tasa de desempleo es tres veces menor que en la UE.
El Grupo de Expertos de la Confederación Helvética estima para Suiza que:
PIB retrocederá 2,7% en 2009 y 0,4% en 2010
Las exportaciones caerán 11% en 2009 y aumentaran 1,4% en 2010
Las importaciones retrocederán 7% en 2009 y crecerán 0,8% en 2010
La inflación será de –0,5% en 2009 y 0,9% en 2010
El colapso del comunismo a finales de los 80´s permitió el surgimiento de un capitalismo neoliberal en el mundo.
Apertura de mercados y del comercio internacional, Estados más pequeños, menores subsidios, más competencia y el equilibro de las finanzas públicas, son algunos de sus principales postulados.
Un sistema que acusa sus errores y evidencia sus debilidades en el siglo XXI.
La economía mundial frenó en seco. Y las economías industrializadas, Suiza incluida, están en recesión.
Por ello, hasta 50 millones de trabajadores podrían quedar en el desempleo o subempleo antes de que concluya el 2010, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Los programas de estímulo fiscal y reactivación económica anunciados por los gobiernos de los cinco continentes buscan justamente apuntalar la producción y proteger el empleo.
Y aunque son cada vez más ambiciosos (superan ya el equivalente al 2% del PIB mundial), no es seguro que puedan lograr sus objetivos.
El Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, afirma que las medidas tomadas por EEUU y la UE no son suficientes, que tendrían que duplicar al menos los estímulos (hasta 4% del PIB) si quieren revivir sus economías.
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