Suiza ha elegido el camino correcto para el franco
La economía, pero especialmente los exportadores y hoteleros, penan por la presión que el franco suizo les provoca.
Pero la serenidad que muestran el gobierno y el banco central de cara a la fortaleza del franco es la mejor estrategia que pueden adoptar, afirma el economista Thomas Straubhaar.
Si el gobierno y el Banco Nacional de Suiza (BNS) cedieran ahora al activismo, los resultados serían contraproducentes, explica este suizo, profesor de economía en la Universidad de Hamburgo.
swissinfo.ch : La hotelería, los emprendedores y los sindicatos reclaman ayudas del Estado. ¿Es justo este llamado directo a las subvenciones ?
Thomas Straubhaar: Aunque esta reivindicación parece perfectamente comprensible y lógica, personalmente me opongo abiertamente a ella. Este tipo de subvenciones constituye siempre un ejercicio de equilibrio peligroso. Las ayudas directas pueden provocar efectos políticos parasitarios. Y, por otra parte, es prácticamente imposible determinar qué empresas necesitan realmente ayuda y cuales no.
Además, no sólo existe una industria suiza de la exportación, también está la industria de la importación que aprovecha, en contrapartida, la existencia de un franco fuerte. Por ello, no creo justa la afirmación de algunas asociaciones económicas de que la fortaleza del franco es un problema general para la economía suiza.
La industria y la hotelería se benefician del hecho de que bienes como la energía o las materias primas, o productos de consumo diversos, se hayan abaratado para ellos cuando son de importación. Además, el turismo suizo suele enfocarse en viajeros de alto poder adquisitivo que dependen menos de los vaivenes cambiarios.
Una segunda ventaja del franco fuerte: los costos para la obtención de capital que registra Suiza son los más bajos del mundo. La tasa de interés rectora es baja, las primas de riesgo son increíblemente reducidas. Por ello, si los hoteleros modernizan sus establecimientos hoy tienen acceso al capital necesario a un costo mucho más ventajoso que en el resto de Europa. Y los ahorros obtenidos gracias a las tasas de interés bajas, de 2 a 3%, tienen un efecto de largo plazo mucho mayor que el efecto de corto plazo de la volatilidad cambiaria.
Tercera ventaja: como el capital es tan barato ahora, las empresas suizas pueden tomar el riesgo de invertir en bienes de capital para mejorar su producción. A esto se debe, entre otras razones, que la productividad del trabajo sea tan alta en Suiza y en su economía. Concretamente, mientras un empleado suizo utiliza una máquina para sus procesos de trabajo cotidianos, sus colegas en el extranjero deben hacer lo mismo de forma manual.
swissinfo.ch El gobierno y el ministro de Economía, Johann Schneider-Ammann, quien encabezó un organismo patronal exportador, luce sorprendentemente sereno de cara al fortalecimiento del franco. ¿Estamos frente a un gobierno suizo muy pasivo?
T.S. En absoluto. La serenidad es justo la estrategia adecuada. Como ya expresé, sería muy riesgoso intervenir a corto plazo en mecanismos cambiarios que son altamente complejos. La precisión y la duración de la intervención son siempre un problema mayor a resolver. Y entre el momento en el que una decisión se toma a aquel en el que se materializa, el tipo de cambio puede haber tomado otro rumbo ya.
Además, es un hecho para el turismo y la industria exportadora que, cuando uno no se limita simplemente a ofrecer un precio elevado sino que también ofrece una calidad de primera, se asumirá una reducción en los márgenes de ganancia, pero no forzosamente se observará un retroceso en la cifra de negocios o en la demanda de bienes o servicios.
swissinfo.ch : ¿Deben las empresas exportadoras suizas concentrarse primero en los mercados que crecen con dinamismo como el sudeste de Asia, India o América Latina?
T.S. Independientemente del debate cambiario, la diversificación de mercados siempre es una estrategia inteligente. El sudeste de Asia, en Europa del Este y en América Latina, los mercados experimentan un fuerte crecimiento y el poder adquisitivo de las poblaciones crece enormemente.
Por ello, no hay que enfocarse solo en China o India sino también en el sur de Asia, Malasia, Indonesia, Filipinas o Vietnam ; en Europa, es interesante mirar a países del Este y sobre todo en Turquía. Y hay que tener en cuenta el hecho de que el franco suizo no sólo se ha apreciado frente al euro, sino también frente al dólar y frente a las divisas de los países mencionados.
En mi opinión, durante los últimos años las empresas suizas han logrado exitosamente no limitarse sólo a proponer sus productos al mundo entero, sino también procesos a lo largo de toda la cadena de creación de valor. Esto es, también ofrecen servicios como fiscalización, explotación, financiamiento o seguros.
El ejemplo más famoso de este tipo de procesos lo resumen los Juegos Olímpicos de Pekín. La realización incumbía directamente a los chinos, pero fueron arquitectos suizos (Herzog & de Meuron) quienes aseguraron la supervisión financiera de la operación.
swissinfo.ch : El Pago de Pagos Internacional (BIS por sus siglas en inglés) alerta sobre el peligro de una inflación creciente y teme una nueva crisis económica y financiera internacional. En su reporte anual, llama a los bancos centrales a aumentar urgentemente las tasas de interés. ¿Por qué ha esperado tanto el BNS en este sentido?
T.S. La situación de los bancos centrales es increíblemente complicada, aunque la del BNS es un poco más simple que la del Banco Central Europeo (BCE). Nuevas burbujas se han formado, son reconocibles a través de la evolución de la bolsa y vía los precios delas materias primas, del sector inmobiliario y de las inversiones financieras. Es decir, en muchos países, las economías siguen aún en una encrucijada.
Y es a causa de la creación de estas burbujas que los bancos centrales tendrán que aumentar las tasas de interés. Pero si el BNS toma la iniciativa, el franco suizo se volverá aún más atractivo, lo que se traduciría en nuevas presiones alcistas sobre la divisa helvética y en problemas para todo el mundo.
Por su parte, la tarea del BCE es aún más compleja, como cité. Desde la perspectiva de Alemania, dicho banco central debería aumentar sus tasas, ya que la economía germana está en pleno boom y la inflación rebasó ya el 2% anual con tendencia a seguir creciendo (lo que haría necesaria la intervención del BCE vía tasas más altas).
Pero en la misma zona euro tenemos a Grecia, que está al borde de la quiebra y a países altamente endeudados como Portugal, Irlanda o España. Si las tasas de interés repuntan, los intereses que se pagan por los créditos explotarán. Y el saneamiento financiero de los gobiernos y el relanzamiento económico se verían demorados, o se volverían imposibles.
Los bancos centrales se encuentran pues frente a un dilema terrible. De entrada, la formación de burbujas es imperceptible; y después, la economía no funciona bien sino en contados países. Y finalmente, el mercado entraña aún una serie importante de riesgos. Si las tasas de interés se elevan prematuramente, no podríamos excluir la posibilidad de la que la economía vuelva a caer en un marasmo.
swissinfo.ch: Christian Levrat, presidente del Partido Socialista, ha solicitado que el curso del franco se ligue, al menos temporalmente, a la evolución del euro, con objeto de dar un respiro a la economía suiza. ¿Sería ésta una solución?
T.S. No realmente. El invierno pasado, el BNS intentó intervenir en el mercado cambiario: compró euros en un intento por debilitar al franco. Y el problema ahora es que está sentado sobre una montaña de euros y debe asumir las pérdidas que le implica.
Ligar el franco al euro, como se propone, significa en el terreno práctico que el BNS tendría que comprar euros todos los días para depreciar artificialmente el franco. Y su influencia sería limitada en el día a día, ya que su talla es pequeña comparada con la que tiene la inmensa zona euro.
swissinfo.ch: Para resumir, en Suiza el gobierno y el BNS están frente a un grave dilema, pero, ¿podríamos decir que se comportan de la forma adecuada?
T.S. Sí. Exactamente. Desde un punto de vista histórico, siempre hemos funcionado mejor con un franco en fase de apreciación cuando no hemos cedido al intervensionismo para responder a las quejas del sector económico. Gobernar significa conformar una política con objetivos de largo plazo, incluso cuando algunos actores se oponga y se quejen porque se sienten en desventaja en el corto plazo.
La crisis de endeudamiento de Grecia que tiene lugar desde el año pasado ha debilitado al euro y se prevé que la tendencia continué.
En marzo del 2010, el tipo de cambio cayó a 1,45 francos suizos por euro, en mayo se había ubicado ya en 1,40 y para junio la paridad había alcanzado 1,35. A finales del año pasado, pese a los millones de euros que se le inyectaron a Atenas, el euro valía 1,30 francos.
En mayo del 2011, el euro estableció una nueva paridad récord de 1,24 francos, y a mediados de junio, por primera vez en la historia rompió la barrera de los 1,20 francos por divisa europea.
En 2010, la compra de euros destinados a evitar la apreciación excesiva del franco le costó más de 21.000 millones de francos al BNS.
Entretanto, la crisis del euro cuestiona la estabilidad del BNS y del Banco Central Europeo (BCE).
Tras las pérdidas de varios miles de millones de francos para sus cuentas internas, el BNS podría verse en la necesidad de dejar de repartir fondos cada año entra la Confederación y los cantones, como lo hace tradicionalmente.
La economía suiza exportó bienes y servicios por 18,400 millones de francos suizos en mayo.
Un alza de 17% con respecto al año previo que debe ser observada con cautela porque este mes incluyó tres días feriados que en 2011 cayeron en junio, no en mayo.
Teniendo en cuenta los efectos estacionales, las exportaciones se redujeron 0,5% en abril del 2011 con respecto al año previo.
Los precios de los bienes exportados han bajado en mayo 4,8% debido a la presión que imprime el tipo de cambio fuerte sobre las empresas que venden en exterior.
La rama exportadora más fuerte es la relojera (+30%), seguida de la industria de la maquinaria (+20%) y de la industria química-farmacéutica (+16,4%).
Y el mercado con mayor crecimiento para las exportaciones suizas es Asia.
Durante los últimos 20 años, Suiza se ha convertido en una potencia exportadora, según conclusiones de un estudio realizado por el Credit Suisse:
Mientras en 1990 las exportaciones de bienes y servicios constituían un tercio del PIB, en 2010 representaban ya 57%.
La razón de esta espectacular evolución es la globalización. A diferencia de otros países, la industria exportadora suiza salió pronto de la crisis 2008-2009.
Según el estudio del CS, una de las razones es que el comportamiento de la industria farmacéutica ha sido estable.
(Traducción: Andrea Ornelas)
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