Suiza paga tributo a la UE por las cuentas de europeos
Durante el año 2010, el fisco suizo retuvo impuestos por 432 millones de francos a europeos con cuentas en la plaza financiera helvética. Un monto un 20% inferior al de 2009, debido al efecto que produjo la amnistía fiscal de Berlusconi.
Londres y Berlín trabajan en medidas para frenar la evasión de sus ciudadanos con cuentas en Suiza. Y este verano se aguarda un nuevo impuesto que cobrará Berna para ellos.
Suiza hizo corte de caja con la Unión Europea (UE). Antes de finales de este mes pagará 432 millones de francos suizos a las Haciendas de los 27 países de la Europa unificada. Dichos recursos son el tributo que deben pagar al fisco de la UE las ganancias generadas por cuentas de europeos en territorio suizo.
No obstante, la entrega de recursos se hace bajo las reglas de Suiza. Se transfiere el capital sin revelar el nombre de los contribuyentes.
Escudo italiano
El Ministerio suizo de Finanzas confirmó a swissinfo.ch que los 432 millones de francos suizos correspondientes a 2010 serán entregados a las autoridades tributarias de la UE antes del 30 de junio de este año.
El monto es un 20% inferior al que se entregó por el ejercicio 2009.
“En 2009, pese a ser el ejercicio que concentró el grueso del impacto de la recesión, Suiza retuvo 535 millones de francos suizos a los europeos con cuentas en Suiza”, informaron fuentes ministeriales.
La explicación: la participación de Italia cayó un 53% en 2010.
Concretamente, Berna retuvo exclusivamente 57 millones de francos suizos en 2010, frente a los 123 millones de francos suizos de 2009; un ajuste vinculado al Escudo Italiano.
En diciembre de 2009, el Gobierno de Silvio Berlusconi puso en marcha una amnistía fiscal para contribuyentes con objeto de promover la repatriación de fondos resguardados en cuentas extranjeras no declaradas en Italia.
Roma propuso a los evasores condonarles de persecución penal y castigo fiscal a cambio de una declaración voluntaria y del pago de un impuesto equivalente al 5% de los fondos repatriados.
Esta política se tradujo en ingresos adicionales para el gobierno por alrededor de 130.000 millones de francos en 2010.
Suiza era la principal plaza financiera en la mira de las citadas repatriaciones de fondos opacos, ya que según estimaciones de la Policía Financiera y la Dirección General Impositiva de Italia, el 40% de las cuentas no declaradas de italianos se hallan en territorio helvético.
Fiscalidad del ahorro
Los Países Bajos, Francia y Alemania son otra parte de la explicación del porqué Suiza tributa a Bruselas menos que en 2009.
La retención de impuestos realizada a clientes holandeses en 2010 sumó 10,2 millones de francos suizos frente a los 13,2 millones del año previo, confirma el Ministerio de Finanzas.
Por otra parte, en 2010 Berna retuvo 47 millones de francos a franceses con cuentas en Suiza, en lugar de los 53 millones de francos del año previo.
Y en el caso de Alemania, la retención sumó 107 millones de francos en 2010, frente a los 109 millones de 2009.
En general, hubo ajustes menores en la retención sobre intereses de las cuentas de prácticamente la totalidad de los países de la UE.
“Este acuerdo”, explica el Ministerio de Finanzas de Suiza, “forma parte de los compromisos de fiscalidad del ahorro que existen entre Berna y Bruselas desde julio de 2005. Inicialmente la tasa de retención era equivalente al 15% de las ganancias y actualmente es del 35%”.
La UE no es la sola beneficiaria de dichas retenciones. Por cada 10 francos que el Ministerio suizo de Finanzas retenga, 2,5 francos irán a las arcas de la Confederación Helvética y los cantones, y los 7,5 francos restantes se dirigirán a las Haciendas de la UE.
Alcance parcial
La plaza financiera suiza administra 4,5 billones de francos suizos en 2011.
De esa suma, alrededor de 1,7 billones de francos pertenecen a clientes suizos y el resto son propiedad de inversores extranjeros.
Según estimaciones de la Asociación Suiza de Banqueros (ASB), un total de 1,5 billones de francos corresponden a clientes de la Unión Europea.
La recaudación de 432 millones de francos suizos anuales está, pues, muy lejos de lo que Berna tendría que tributarle a los vecinos europeos por las ganancias que generan sus ciudadanos en la plaza financiera helvética.
De acuerdo con el más reciente análisis del Banco Cantonal del Valais sobre tributación del ahorro entre Suiza y la UE, esto se debe a que esta retención es de carácter parcial.
Se aplica solo a los intereses que generan las personas físicas con cuentas en Suiza pero que viven en algún país de la UE; no obstante, deja fuera a todo aquel que opta por un forfait en Suiza (como deportistas, artistas, empresarios extranjeros que pactan con los cantones un pago proporcional casi fijo). Están excluidas también las ganancias financieras de las empresas, así como aquellas que se obtienen por la venta de acciones bursátiles, fondos de capitalización o productos derivados.
Impuesto liberatorio
Europa mantiene en pie su política de cerrar brecha a los evasores. Y dos gobiernos, en particular, son punteros en la materia: Alemania y Gran Bretaña.
En el presente, Suiza negocia con Londres y Berlín el llamado proyecto Rubik. Un impuesto liberatorio que obligaría a Berna a retener el 20% de las ganancias de toda cuenta de alemanes o británicos en su territorio para luego transferir los fondos a las Haciendas de estos países.
Y se aplicaría directamente sobre todas esas cuentas suizas cuyos propietarios no han declarado en sus países de origen.
El Ministerio de Finanzas confirma que este verano podría quedar concluida esta negociación.
Una estrategia que permitiría a Alemania recuperar hasta 30.000 millones de francos suizos de una sola vez, y a Gran Bretaña un mínimo de 18.000 millones de francos.
La iniciativa es bien acogida por la Asociación Suiza de Banqueros y también por el Ministerio de Finanzas que saben que si la plaza financiera helvética no transparenta sus prácticas e impone barreras a la evasión internacional, podría arriesgarse nuevamente a entrar a la lista gris de paraísos fiscales de la OCDE.
Aunque no siempre plenamente convencida, Suiza ha apoyado durante los últimos 10 años todos los esfuerzos internacionales –liderados por el G-20 y la OCDE- para evitar la evasión de impuestos a través del sistema financiero, particularmente en paraísos fiscales o economías con sistemas tributarios laxos.
La retención de un impuesto, convenido con la Unión Europea (UE) como parte del Acuerdo de Fiscalidad del Ahorro, forma parte de dichos compromisos.
Adicionalmente, en 2009, Suiza se dispuso a flexibilizar su secreto bancario y aceptar el intercambio de información confidencial con otros gobiernos en los casos que exista presunción de evasión fiscal.
No obstante, Berna se niega –y su posición se mantiene firme- a aceptar el intercambio de información fiscal automática, como sucede entre los países miembros de la UE.
Actualmente, Suiza realiza una retención de impuestos sobre las ganancias de las cuentas bancarias de clientes de la UE, pero este principio se aplica solo a las personas físicas.
Berna y Bruselas analizan soluciones para garantizar que las empresas no evadan al fisco de sus países de origen, un tema en el que aún subsisten lagunas importantes.
Las tasas progresivas de retención que Suiza ha aplicado a las ganancias de las cuentas de europeos en la plaza financiera helvética son:
Desde el 1 de julio de 2005: 15%
Desde el 1 de julio de 2008: 20%
A partir del 1 de julio de 2011: 35%
En 2008, Suiza retuvo y tributó a la UE un total de 738,4 millones de francos (sobre las ganancias que obtuvieron clientes europeos por sus cuentas en Suiza).
En 2009, el monto se redujo a 553,8 millones de francos. En 2010, totalizó 432 millones.
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