¿Una dimisión sorpresiva? Pues no…
La dimisión de Joseph Deiss ha sido calificada de sorpresiva. Para el periodista Georges Plomb, sin embargo, no lo es tanto como pretenden algunos.
Este profundo conocedor de la política suiza atribuye la renuncia al creciente aislamiento de Deiss en el gobierno y a razones estratégicas del partido de cara a las elecciones del 2007.
Muchos analistas y los principales actores de la vida política no contaban con la dimisión de Joseph Deiss, único miembro del Partido Demócrata Cristiano (PDC, centro-derecha) en el gobierno colegiado suizo. De hecho, al anunciar su renuncia este jueves, el ministro de Economía confesó que intentó hasta el último momento que la noticia no se filtrara a los medios.
Esta dimisión ha sorprendido a mucha gente y quizás resulta prematura. Joseph Deiss permaneció siete años en un cargo ministerial, lo cual no es mucho para un ministro en Suiza.
Georges Plomb: No es mucho, efectivamente. Aún así, su dimisión no es sorprendente. Desde el 2003, Joseph Deiss se encontraba en una posición más débil, al ser el único miembro del PDC en el gobierno.
Antes de esa fecha, eran dos los ministros demócratas cristianos y podían ejercer de árbitro entre los dos socialistas, por una parte, y los dos radicales (derecha liberal) y el demócrata del centro (derecha radical), por otra. Pero esto se terminó en el 2003.
En varias ocasiones pudimos observar que Joseph Deiss no podía ya asumir ese papel, al encontrarse en minoría frente a un bloque de cuatro ministros, formado por dos radicales y dos demócratas del centro.
No fui el único en percatarme de que Joseph Deiss presentaba los primeros síntomas de fatiga. Y puede que ésta sea una de las razones que motivaron su salida del gobierno.
swissinfo: Parece que esta bipolarización izquierda-derecha en el seno del Ejecutivo se ha cobrado una víctima.
G.P.: Quizá, aunque hay una situación paradójica. Los dos socialistas que integran el gobierno también están en minoría respecto a ese cuarteto de derecha. Sin embargo, su posición minoritaria parece afectarles menos que a Joseph Deiss.
Puede que el Partido Socialista tenga una mayor solidez que el PDC. Quizá esto se deba a una mera cuestión de carácter. Pero también están los objetivos estratégicos que debe plantearse el PDC de cara a las elecciones legislativas federales del 2007.
swissinfo: ¿El hecho que la dimisión se produjera ahora puede estar relacionada con la proximidad de las elecciones?
G.P.: Creo que sí, aunque los principales actores restan importancia a este aspecto. El diario ‘Bund’, en su edición del miércoles (26.04.), citaba a un antiguo secretario general del PDC, Iwan Rickenbacher. En el artículo decía que sería beneficioso para el partido de cara a las elecciones, previstas para el otoño del 2007, que Joseph Deiss dimitiera y cediera su lugar a un candidato más carismático.
Y el nombre que más se baraja en esta perspectiva es el de la presidenta del PDC, Doris Leuthard. Desde que asumió las riendas, ha conseguido recuperar votos para el partido y algunos confían en que atraiga aún más electores en el 2007. Y aunque nada es seguro, cabe la posibilidad de que lo consiga.
swissinfo: De Joseph Deiss se dijo muchas veces que tiene poco carisma, aunque sus actuaciones en los últimos meses reflejan todo lo contrario.
G.P.: No comparto esa valoración negativa sobre la personalidad de Joseph Deiss. El balance de su trabajo es bueno. Es verdad que no rebosa de carisma, pero ha demostrado gran eficacia en el desempeño de sus funciones.
Merecen un elogio sus logros en el ámbito de la política exterior, como la adhesión de Suiza a la ONU (2002), la conclusión de los acuerdos bilaterales con la Unión Europea (2000 y 2005) y, más recientemente, se ha perfilado como uno de los artífices de la reactivación, aún no del todo consolidada, pero esperanzadora, de la economía suiza.
swissinfo: No es la primera vez que un partido pretende acaparar la atención en vista de las elecciones federales. ¿Cree usted que estos métodos pueden ser eficaces?
G.P.: Sí, pueden influir. La hipótesis que barajaba Iwan Rickenbacher no es del todo errónea. El mismo PDC lo hizo en 1999.
En aquel momento, el partido corría el riesgo de perder bastantes votos. Los dos ministros demócrata cristianos en esa fecha – Flavio Cotti y Arnold Koller – presentaron su dimisión seis meses antes de las elecciones.
El PDC confiaba en que la salida de Cotti y Koller daría un espaldarazo al partido. No fue del todo el caso, ya que en diciembre de 1999 el PDC, pese a un ligero retroceso electoral, pudo permanecer provisionalmente con dos representantes en el gobierno.
También en 1995 se produjo una situación similar. Entonces fue un socialista – Otto Stich – quien presentó su dimisión justo antes de las elecciones. Y su renuncia rindió frutos, ya que los socialistas obtuvieron buenos resultados en los comicios.
Así que esta estrategia puede funcionar, y quizás funcione también en el 2007. Con una nueva campeona (Doris Leuthard) o un nuevo campeón (Urs Schwaller), el PDC puede aspirar a conquistar más votos.
Entrevista swissinfo: Olivier Pauchard
(Traducción del francés: Belén Couceiro)
El periodista Georges Plomb nació en 1938 en Ginebra.
Es doctor en Ciencias Políticas.
Ha sido corresponsal parlamentario durante 35 años, de 1968 al 2003.
Trabajó para los diarios ’24 Heures’, ‘La Liberté’ y ‘Le Matin’, así como para la televisión pública suiza de expresión francesa (TSR).
En 1989 publicó un libro consagrado a los Siete Sabios (miembros del gobierno colegiado suizo).
Con motivo de su jubilación en el 2003, fue coronado con un discurso de elogio en el pleno del Consejo Nacional, pronunciado por el presidente de la cámara baja.
Suiza tiene un gobierno colegiado que integran siete miembros. Cada uno se ocupa de una cartera ministerial y asume, de forma rotativa, la presidencia anual del país.
El presidente de la Confederación Helvética tiene una función más protocolar, de escaso peso político respecto a otros sistemas gubernamentales.
El Parlamento elige y ratifica en sus cargos a los ministros en funciones cada cuatro años. Los candidatos representan a los cuatro partidos gubernamentales que se reparten los cargos ministeriales según la denominada ‘fórmula mágica’, que data de 1959.
Hasta esa fecha los ministerios se repartían así: 2 radicales (derecha liberal), 2 demócratas cristianos (PDC), 2 socialistas y 1 demócrata del centro (UDC, derecha radical).
En el 2003, el PDC (al que pertenece Deiss) tuvo que ceder un cargo ministerial a la UDC, que desde entonces cuenta con dos representantes en el gobierno.
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