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Vivir en Ecuador sin olvidar Suiza

Se siente cómodo en Quito, pero sigue de cerca lo que pasa en su patria: Markus Stöckli es uno de los 44 suizos que viviendo lejos intentaron, sin fortuna, llegar al Parlamento federal.

El empresario zuriqués de 38 años de edad milita en la Unión Democrática de Centro, UDC, y proclama la obligación de adaptarse y aportar al desarrollo del país donde uno vive para no sentirse «oveja negra».

Partidario del estilo político del consejero federal Christoph Blocher en el Consejo Federal (Gobierno) y de los postulados de la UDC, Markus Stöckli califica su candidatura en las elecciones de octubre de «experiencia interesante» en un movimiento exitoso al cual cree haber aportado algunos votos. Lo hizo con casi 1.000 sufragios.

Sin embargo, no cierra los ojos a la realidad e insiste en que «como suizos en el extranjero no tenemos opciones de ser elegidos porque estamos lejos y muy poca gente nos conoce». A partir de esta constatación deduce que nunca podrán llegar al Consejo Nacional (cámara baja del Parlamento suizo) mientras la Quinta Suiza no tenga un determinado número de escaños.

La esperanza de enmiendas en el sistema

«No creo que en (los próximos) cuatro años haya un cambio, pero debemos intentarlo porque también tenemos derecho a poder hablar en el Congreso», sostiene sustentado su reflexión en que los más de 600.000 suizos radicados en los cuatro puntos cardinales del planeta equivalen a un 10% de la población helvética.

A pesar de este contexto no descarta la posibilidad de volver a presentarse en una lista electoral de la UDC, partido con el cual simpatiza, según dice a swissinfo, desde sus años de estudiante.

«Yo creo que necesitamos conversar bastante para ver cuánto pesa una candidatura de los suizos del extranjero» adelanta refiriéndose al análisis que esperan abordar en conjunto con la UDC internacional.

Fue por curiosidad y terminó quedándose

Su historia personal comulga con muchas otras en las que cupido tiene un rol particular. Sus vacaciones de 1994 lo llevaron a Ecuador a aprender algo de español en dos meses, pero conoció a quien sería su primera esposa y tras un fugaz regreso a Suiza volvió al país en la mitad del mundo.

Una década como gerente regional en la división agrícola de Ecuaquímica permitió a Markus Stöckli familiarizarse con el país, entender sus costumbres, respetar sus tradiciones y tender puentes para sentirse aceptado en una sociedad distinta a la suya.

«Hay que aceptar que hay cosas que aquí funcionan distinto, porque si no es así no habría razón para quedarse», asevera refiriéndose al particular funcionamiento de los mecanismos sociales, administrativos y tributarios en el país de su elección.

Dedicado desde hace casi dos años a consolidar su propia empresa: Turicum (nombre romano de la ciudad de Zúrich), aplica la premisa de «hacer las cosas mejor y saber ‘mover el carrito’ aquí» para superar algunas trabas que puedan ponerle enfrente la corrupción judicial o la burocracia pesada.

«Vender es fácil, lo difícil es cobrar», dice a swissinfo a guisa de comentario aludiendo al curso de sus negocios: una distribuidora de productos típicamente helvéticos, entre ellos la navaja suiza.

«Estoy convencido de que los productos que Suiza fabrica son los mejores en muchos campos de la economía mundial. Por suerte la cruz (blanca) suiza todavía tiene aquí mucho peso y eso nos ayuda a tener mejores opciones económicas», resume el empresario.

Adaptarse no implica renunciar a sus valores

«Se hizo demasiada bulla por el afiche (de la oveja negra echada por cuatro blancas del mapa de Suiza), ya que ese dicho significa lo mismo en alemán, italiano, francés o en cualquier otro idioma» sostiene Stöckli acerca del cartel que en la pasada campaña electoral en Suiza provocó algunas reacciones airadas.

«Por ejemplo aquí en Ecuador nosotros tenemos que adaptarnos, involucrarnos y aportar con nuestros esfuerzos a la economía del país para no ser ovejas negras en los países donde vivimos», precisa el político de la UDC mientras pone énfasis en que apoyarán las campañas destinadas a que quienes emigran a Suiza también se adapten, respeten las leyes, el modo de vida y las reglas del país.

A juicio de Stöckli, adaptarse, aprender el idioma y en lo posible integrarse respetando los patrones de vida del país donde se vive no significa renunciar a los valores inculcados por nuestros padres, por ejemplo la puntualidad y la honestidad.

El empresario y político se siente cómodo en Ecuador, forja su futuro en aquel país y aunque su español con acento suizo delata su condición de extranjero parece decidido a permanecer allí sin olvidar a su patria.

La imagen de su patria y la concordancia

A diferencia de la gente que vive en Suiza y vive a diario los cambios que se producen, quienes van allí tal vez cada año o cada seis meses se impactan más ante cada cambio, señala Markus Stöckli al admitir que la Suiza de hoy dejó de ser aquella que se llevó hace doce años, cuando emigró a Ecuador.

No obstante pondera los valores esenciales de su patria, entre ellos la concordancia (el consenso) en el sistema político de gobierno. «Es un punto a favor porque tenemos una democracia muy buena porque todas las personas participan y opinan, aunque en ciertas situaciones es muy lento» añade al precisar que esta característica impide tomar decisiones en un «tiempo prudencial».

El insistentemente reclamado «voto electrónico» se abre paso en la charla porque a juicio del político Stöckli, en una era en la que «pedimos cualquier cosa por Internet, leemos periódicos por Internet», esta es una verdadera opción para los suizos radicados fuera de la Confederación Helvética.

¿Volvería a Suiza? A esta pregunta surge un contundente: «Siempre seré suizo, pero, de momento, Suiza no me llama».

swissinfo, Juan Espinoza, de regreso de Quito.

Ecuador tiene una extensión de 276.840 km2 y una población de 13,5 millones de habitantes.

Su producto interno bruto (PIB) es de 4.900 millones de dólares, un ingreso per capita anual de 3.050 dólares, y un salario mínimo mensual de 186,6 dólares.

La balanza comercial entre Suiza y Ecuador muestra que:

La Confederación Helvética ha exportado una suma de 68.4 millones de francos suizos en la gestión 2006, sobre todo productos químicos, incluyendo los farmacéuticos; instrumentos de precisión, relojes; maquinarias, aparatos electrónicos.

Ecuador ha vendido a Suiza en el mismo periodo un total de 75.7 millones de francos, especialmente oro, flores, tabaco y otros.

En Ecuador viven 1421 suizos, 1028 de los cuales poseen la doble nacionalidad.

El Consulado ha atendido dos casos sociales.

Un total de 112 se han inscrito para ejercer su derecho de voto por correspondencia.

Uno de ellos, Markus Stöckli formó parte de la lista de candidatos de la UDC, por Zúrich.

En Ecuador están asentadas 15 filiales de grandes empresas, entre ellas Nestlé, Cotecna, Holcim); 18 representantes de alguna firma suiza; y 26 empresas locales que son administradas por suizos o funcionan con capital suizo.

Markus Stöckli nació en Zúrich, en 1969
Licenciado en Economía de gestión (Betriebsökonom HWV)
Residente en Ecuador desde hace doce años; propietario de la empresa Turicum S.A. y de la granja Macadamia. Además representa a Istor AG, de Frauenfeld en América Latina.

Miembro directivo del Club Suizo de Quito y organizador de la competencia deportiva Swiss Cup.

Asesor independiente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol y del club Quito.

Miembro de la Unión Democrática de Centro, UDC, Internacional.

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