«Se construye probablemente demasiado en este país»
Bajo presión de los ecologistas, las autoridades han procedido a endurecer la Ley de Ordenación del Territorio. El urbanista Pierre-Alain Rumley explica por qué hay que reducir las zonas edificables y promocionar más los centros urbanos.
El 3 de marzo, los suizos están llamados a las urnas para pronunciarse sobre un proyecto de revisión de la Ley Federal de Ordenación del Territorio, que obligará a los cantones y municipios a desclasificar grandes superficies urbanizables para convertirlas, por ejemplo, en suelo agrícola.
La revisión de la ley no convence a los círculos económicos que han presentado un referéndum contra el proyecto gubernamental. Pierre-Alain Rumley, antiguo director de la Oficina Federal de Ordenación del Territorio y profesor en la Universidad de Neuchâtel, pronostica una campaña encendida.
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Mi pueblo
swissinfo.ch: ¿En Suiza se construye sin ton ni son, dónde y cómo uno quiere?
Pierre-Alain Rumley: Ni una cosa ni la otra, sobre todo porque construir en Suiza es caro. Probablemente se edifique demasiado en este país. Aunque dada la escasez de viviendas en toda Suiza, y en especial en las inmediaciones de los centros urbanos, no podemos afirmar que se construyan demasiadas viviendas. Sin duda se construyen en exceso casas unifamiliares, demasiadas residencias secundarias, pero no suficientes viviendas de alquiler o de alquileres asequibles.
Tampoco diría que se construye en cualquier sitio, pues la superficie edificable oscila entre el 6 y el 7% del territorio nacional y está claramente definida. Es verdad que la estructura del país -conformada por ciudades pequeñas, pueblos y aldeas- nos transmite la impresión de una excesiva fragmentación del territorio.
swissinfo.ch: ¿Cómo podemos remediar este problema?
P.-A.R.: Debemos construir de forma más compacta. Sabemos que las mayorías de los puestos de trabajo están en los centros urbanos. Entonces tenemos que densificarlos para reducir al mínimo las distancias y el transporte. Hoy nos enfrentamos a inmensos problemas de movilidad: en la carretera nos vemos atrapados en embotellamientos, viajamos de pie en el transporte público e ir en bicicleta tampoco está exento de peligros.
Cabe precisar que esto no se aplica al conjunto del país. La ordenación del territorio es un poco mejor en la Suiza de habla alemana respecto a la región francófona. No sé decir por qué exactamente. Quizás porque los suizos de expresión alemana desarrollaron antes que el resto de ciudadanos una sensibilidad hacia el medio ambiente y el transporte: Zúrich, Berna y Basilea se hallan hoy en una mejor situación que Ginebra y Lausana. Además, la formación en urbanismo tiene una tradición más antigua y arraigada en la Suiza de habla germana.
Hay divergencias también en las regiones montañosas. Los Grisones, por ejemplo, tienen una buena ordenación territorial, mientras que el Valais registra una situación más compleja. Este cantón cuenta con una amplia superficie urbanizable, debido a la autonomía de la que gozaron durante mucho tiempo los municipios. Es, además, el único cantón donde el 70% de la población es propietaria (la media suiza ronda solamente el 40%) de su vivienda.
En 2008, la organización Pro Natura presentó la iniciativa popular (109.422 firmas) Espacio para el hombre y la naturaleza. En ella la organización ecologista denunciaba las lagunas en la Ley de Ordenación del Territorio de 1980 y exigía que se prohibiera durante 20 años la ampliación de las zonas urbanizables.
El Gobierno respondió con un contraproyecto en forma de una revisión parcial de la Ley de Ordenación del Territorio. Según las nuevas normas, los cantones dispondrán de cinco años para aplicar la ley, que prevé disminuir las superficies edificables demasiado grandes e indemnizar a los propietarios de los terrenos desclasificados para convertirlos en suelo agrícola o zonas verdes.
Una vez declarado área edificable, los propietarios tendrán que pagar un impuesto del 20% sobre la plusvalía del terreno, si se construye en él o se revende.
El Parlamento aceptó el contraproyecto gubernamental en junio de 2012. La Unión Suiza de Artes y Orificios, que defiende los intereses de las PYME, ha reunido 69.277 firmas para exigir que se someta a un referéndum.
La iniciativa Espacio para el hombre y la naturaleza ha sido retirada por sus promotores, a condición de que la nueva LEY entre en vigor. La palabra la tiene la población el próximo 3 de marzo en las urnas.
swissinfo.ch: A escala internacional, ¿Suiza es un buen o un mal alumno en materia de planificación territorial?
P.A.R.: No existe una comparación europea, pues es casi imposible realizarla. De forma intuitiva diría que los Países Bajos tienen una buena ordenación, que probablemente es fruto de una larga tradición. Desde siempre los holandeses tuvieron que enfrentarse a problemas territoriales ligados a la lucha contra el mar y han desarrollado una sensibilidad muy especial, a diferencia de Bélgica, por ejemplo.
Alemania tiene una urbanización más bien compacta, excepto en Baviera. Y fuera de los centros históricos, las ciudades italianas son un auténtico caos. Francia, a su vez, cuenta con un territorio inmenso donde los excesos no se ven tanto como en otros lugares. Volviendo a Suiza, tampoco diría que la situación es absolutamente catastrófica.
swissinfo.ch: El proyecto de revisión de la ley deja cierto margen de maniobra a los cantones que, tradicionalmente, se muestran muy celosos de sus prerrogativas, al igual que los municipios, que ponen en práctica los planes de ordenación. ¿No hay un riesgo de que se produzcan fricciones?
P.-A.R.: La ordenación del territorio será, como hasta ahora, competencia de los cantones, pero las nuevas disposiciones son más precisas. El debate se centrará sobre todo en la dimensión de las zonas edificables. La Confederación no les va a imponer nada, pero los cantones tendrán que anunciar las medidas que piensan adoptar. El Gobierno conoce, evidentemente, las cifras y velará por que los cantones reduzcan las superficies urbanizables. De lo contrario, el Estado no autorizará la creación de nuevas zonas urbanizables.
swissinfo.ch: Si se acepta la revisión de la ley, los cantones dispondrán de cinco años para examinar sus superficies edificables. Luego les tocará a los municipios. Y esto requiere tiempo, mientras que los ecologistas exigen una intervención rápida, sobre todo debido al crecimiento demográfico…
P.-A.R.: Sí, la revisión tomará bastante tiempo en los municipios. Simultáneamente, habrá que preservar suficientes zonas edificables para responder a las necesidades de la población. Los cantones están encargados de prever suficientes terrenos, pero el proyecto de ley no especifica cómo deben proceder para ofertar los terrenos bien situados en el mercado. Cabe recordar que el objetivo de la ley es reducir las superficies urbanizables y a la vez realizar nuevas construcciones en terrenos mejor situados. Se tratará, pues, de incitar a los propietarios a hacerlo.
1950: Nace en Couvet (cantón Neuchâtel). Estudia Geografía en la Universidad de Neuchâtel y Ordenación del Territorio en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich.
1984-1997: Jefe del Servicio de Ordenación del Territorio del cantón de Neuchâtel.
1997-2000: Profesor de Ordenación del Territorio en la Escuela Politécnica Federal de Lausana.
2000-2008: Director de la Oficina Federal de Desarrollo Territorial.
2009: Miembro del Ejecutivo del municipio de Val-de-Travers (Neuchâtel).
swissinfo.ch: ¿A quién pertenece el paisaje?
P.-A.R.: Una pregunta difícil… El paisaje no pertenece solamente al propietario del terreno, ya que en virtud del Código Civil, en Suiza todo ciudadano tiene acceso al territorio. Según el caso, el paisaje pertenece a toda la nación (a la humanidad) o a una región, o a un colectivo local. Depende de los esquemas mentales colectivos: la cumbre alpina de la Jungfrau se percibe diferentemente de un paisaje de importancia local.
swissinfo.ch: ¿A quién pertenece el paisaje?
P.-A.R.: Una pregunta difícil… El paisaje no pertenece solamente al propietario del terreno, ya que en virtud del Código Civil, en Suiza todo ciudadano tiene acceso al territorio. Según el caso, el paisaje pertenece a toda la nación (a la humanidad) o a una región, o a un colectivo local. Depende de los esquemas mentales colectivos: la cumbre alpina de la Jungfrau se percibe diferentemente de un paisaje de importancia local.
(Traducción: Belén Couceiro)
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