ACNUR premia compromiso de Angela Merkel con los refugiados

Angela Merkel acudió a Ginebra a recibir el galardón de la ACNUR. Fue su primera aparición pública desde que dejó la política alemana en diciembre pasado. Stefan Wermuth

La excanciller alemana Angela Merkel recibió el lunes en Ginebra el Premio Nansen del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) por “su liderazgo, su coraje, su compasión, su influencia positiva y de principios en Europa y en el mundo”.

Merkel, que fue galardonada por su compromiso de acoger a personas desplazadas por conflictos cuando estaba en el cargo, subrayó que “los derechos de los refugiados deben ser respetados”.

“Ningún refugiado debe ser devuelto a su país si corre el riesgo de ser perseguido”, enfatizó durante la ceremonia de entrega del premio en la ciudad suiza de Ginebra, sede del ACNUR.

El comité de selección de la agencia de la ONU elogió a Merkel por su “liderazgo, coraje y compasión” cuando Alemania acogió a más de 1,2 millones de refugiados y solicitantes de asilo en 2015 y 2016, en plena crisis migratoria europea, desencadenada sobre todo por la guerra en Siria.

En ese momento, Merkel, que estuvo16 años al frente de Alemania, consideró que la situación ponía a “prueba nuestros valores europeos como pocas veces”, generando “un imperativo humanitario”.

ACNUR destacó el modo en que había pedido a sus conciudadanos que rechazaran el nacionalismo divisivo, instándoles a ser “compasivos y de mente abierta”.

“Valor y fortaleza”

Al entregarle la Medalla Nansen, el responsable del ACNUR, Filippo Grandi, enfatizó que Merkel había demostrado “visión, valor y fortaleza”.

“Usted ha demostrado un sentido moral que no solamente ha guiado su trabajo y las acciones de su país, sino que ha mostrado el camino para muchos de nosotros en Europa y en el mundo”, añadió.

Al aceptar el premio ante una multitud de unas 500 personas, la excanciller reconoció que Alemania se había enfrentado a «enormes desafíos» con la llegada de tantos refugiados.

La mujer que en su momento dijo a sus conciudadanos Wir schaffen das («Lo conseguiremos») subrayó que sentía orgullosa de que hubieran estado de acuerdo con ella. «Espero que el buen ejemplo cunda y que en el futuro más gente se sienta obligada a dar cobijo a las personas necesitadas», agregó. “Nadie deja su país de origen porque sí y sin haberlo reflexionado ampliamente”.

La excanciller elogió también a Turquía, el vecino del norte de Siria, por acoger a 3,8 millones de refugiados, y evocó igualmente la enorme cantidad de refugiados sirios acogidos por Líbano y Jordania en relación con sus poblaciones.

Premio compartido

Al aceptar su medalla de oro, Merkel pidió que el premio que la acompaña, de 150 000 dólares, se repartiera entre otros cuatro ganadores, que ya recibían 50 000 dólares cada uno. A saber:

Nagham Hasan, ginecóloga iraquí que ha prestado apoyo médico y psicosocial a niñas y mujeres yazidíes que han sobrevivido a la esclavitud, las violaciones y otros actos de violencia cuando estaban en manos de grupos yihadistas en el norte de Irak.

La brigada de bomberos de Mbera (Mauritania), compuesta exclusivamente por refugiados, que ha apagado más de 100 incendios forestales y ha plantado miles de árboles.

Meikswe Myanmar, organización humanitaria que ayuda a los desplazados internos en Birmania, sumida en el caos desde el golpe de Estado de febrero de 2021.

Vincenta González, que creó una cooperativa de cacao en Costa Rica para ayudar a los refugiados y a las mujeres costarricenses que los acogen.

El Premio Nansen fue creado en 1954 en honor del primer Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, el explorador noruego del Ártico y humanitario Fridtjof Nansen (1861-1930), para reconocer los logros destacados en el ámbito humanitario y es entregado anualmente.