Acuerdo marco: la UE no quiere que el debate se “eternice”
Hacía año y medio que no se celebraba una reunión y ahora ha habido dos en tan solo 15 días. Bruselas quiere esclarecer el acuerdo marco con Suiza -y hacerlo rápidamente-, pero no lo renegociará. Cualquier comparación con el acuerdo del Brexit está fuera de lugar.
Tres horas y media. Ese es el tiempo que se alarga la reunión de las delegaciones suiza y europea en el edificio Berlaymont, sede de la Comisión Europea en Bruselas, el miércoles 3 de febrero. Participan la secretaria de Estado Livia Leu, responsable de las relaciones con la UE, y el secretario de Estado de Migración Mario Gattiker, de un lado, y la subdirectora del gabinete de Ursula von der Layen, Stephanie Riso, del otro. La presidenta de la Comisión quiere seguir de cerca el expediente suizo.
La visita de trabajo –de acuerdo con los deseos del Gobierno– es discreta y sin otra comunicación que un breve tuit de la negociadora suiza, que se alegra de haber mantenido “una conversación positiva”. Livia Leu responde brevemente a los corresponsales suizos que esperan a la salida a quienes dice: “Hemos empezado a discutir las aclaraciones. Y continuaremos. Volveré en quince días”. Tras lo cual se mete en el coche de la delegación suiza en Bruselas, camino del aeropuerto.
Tres puntos controvertidos
Este encuentro entre representantes de Berna y de la UE es el segundo en un espacio de dos semanas. Según Livia Leu, la reunión del día 21 de enero fue “para conocerse”. El anterior cara a cara entre los negociadores de ambas partes se remonta a 589 días atrás, el 12 de junio de 2019.
Aunque el acuerdo institucional que regula la madeja de acuerdos bilaterales entre la Confederación y la UE (antes de llegar a un texto aceptable para ambas partes) se negoció durante cuatro años, en la actualidad está muy cuestionado en Suiza. Tanto que el Gobierno, posiblemente antes de proseguir el camino hacia la firma y la ratificación, se ha comprometido a pedir a la UE “aclaraciones” sobre tres puntos: la protección de los salarios suizos, las normas sobre ayudas estatales y la adopción de futuras modificaciones de la directiva europea sobre la ciudadanía.
Aclarar, pero no renegociar
Y tras esto llega el acuerdo que rige las relaciones futuras entre la UE y el Reino Unido. Un acuerdo que pone de relieve la cuestión de la prevalencia del derecho europeo. Dado que el Reino Unido queda fuera del Tribunal de Justicia Europeo, en Suiza se han alzado voces que dicen: “¿Por qué nosotros no?”.
¿Aclaraciones? ¿Renegociación? Todo se enreda. Hace meses que los responsables europeos en Bruselas tienen el mismo discurso: no a una renegociación. Sí a las aclaraciones, en forma –por ejemplo– de una declaración política añadida al acuerdo para disipar los temores de Berna.
Al día siguiente de la segunda visita de Livia Leu, Bruselas se apresura a cortar de raíz cualquier esperanza de retomar una nueva ronda de negociaciones. Se explica que las conversaciones no debían “alargarse”. Se afirma que esto puede hacerse rápidamente, recordando el riesgo de que las relaciones sectoriales empiecen a deteriorarse si no se completa el cierre rápido de este proceso. La consigna es que en Suiza no debe quedar la impresión de que se cede porque se discute.
Suiza no es Gran Bretaña
Queda la reivindicación de que Suiza debería recibir el mismo trato que el Reino Unido y no estar sometida al Tribunal de Justicia Europeo. “Las circunstancias son totalmente diferentes. Después de 47 años de cooperación, el Reino Unido ha abandonado la UE de golpe. No es el caso de Suiza, que lleva mucho tiempo con un enfoque de proximidad al mercado único”, declara Michel Barnier en una entrevista emitida el 28 de enero en la radio pública suiza RTS. Y el exnegociador europeo para el Brexit añade que “Suiza ha querido una cooperación mucho más estrecha de la que acaban de rechazar los británicos. Los europeos somos soberanos, al igual que Suiza. La verdadera pregunta es, ¿qué hacemos con esta soberanía? ¿Se puede cooperar más y formar parte del mercado único como hacemos con Suiza?”.
“Suiza está en el cielo único, en Schengen, tiene una equivalencia de certificación y regulación de productos industriales. Estar más cerca de nosotros redunda en su interés. Cuando se está en el mercado único, hay limitaciones y normas que cumplir. Suiza lo ha aceptado en gran medida y esta es una de las razones del progreso mutuo que hemos logrado”, enumera Michel Barnier.
En el curso de una negociación muy tensa con los británicos, los negociadores europeos en Bruselas han endurecido su postura. La firmeza marcaría inevitablemente una renegociación con la Confederación, que nadie de los Veintisiete quiere.
Traducción del francés: Lupe Calvo
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