Colombia 2011: una nueva imagen
“En términos académicos, en el 2011 nos proponemos aclarar cosas”, subraya Enrique Serrano. El escritor colombiano considera que la imagen de su país ha sido reducida a algunos rasgos que generaron mitos como el de “nación violenta” y condujeron a Colombia a una condición de "paria" en la escena mundial.
El reto para Bogotá: la reinserción del país.
“Me parece que el reto fundamental para los próximos cuatro años es internacional. Es que el país logre algunas cosas que estuvieron postergadas precisamente por su condición de paria o de relativo paria internacional”, enfatiza el especialista.
Subraya la urgencia de “una sólida estrategia de reconciliación, de reinserción” de Colombia en el concierto de las naciones.
En vísperas de la conclusión de 2010 y como corolario de las celebraciones del CC Aniversario de la Independencia, la Embajada de Colombia en Suiza invitó al también historiador y catedrático a dictar conferencias en las universidades de San Gall y de Zúrich, y a reunirse con la colonia de ese país andino en Suiza.
“Venimos a aclarar cosas, pensamos que la imagen de Colombia ha sido reducida a algunos rasgo fundamentales, a veces incluso a caricaturas o a cosas muy superficiales, tanto para los que la defienden como para los que la atacan”, explica el especialista en entrevista con swissinfo.ch.
“Parece que de Colombia solo pudiera informarse aquello que tiene que ver con catástrofes o asuntos de naturaleza bélica o masacres o escándalos… creemos que es un sesgo exagerado”.
Compara lo que ocurre con Colombia, a lo que sucedió a Europa años después de la guerra: “era muy difícil ver algo más que las ruinas”.
Con más de cuatro millones de desplazados, un conflicto que se prolonga por más de medio siglo, el mayor número de sindicalistas asesinados en el mundo y una constante de denuncias por violaciones a los derechos humanos, en particular de los sectores más desfavorecidos (indígenas, campesinos, afrodescendientes), en efecto, las noticias que llegan de Colombia no son muy halagüeñas. ..
Crítica autodestructiva
Sin embargo, Enrique Serrano considera que la lectura generalizada de la realidad colombiana privilegia los aspectos negativos, que hay una especie de hipertrofia de la crítica incluso al interior del país, “una crítica que a veces llega a ser autodestructiva, que no solo es injusta sino que no se ajusta a la verdad”.
Para el escritor, esas informaciones acerca de su país han incidido en la creación de ideas falsas que hacen pensar en Colombia como una “nación violenta”, con un “Estado fallido” y un país en medio de la “guerra civil”. Y ello, amén de que “desaminan, minan los esfuerzos por mejorar las cosas” y hace que no se vean “los esfuerzos que la nación hace para recuperarse a sí misma”.
Reconoce sin embargo que el país atraviesa por dificultades serias , que hay desigualdades regionales, problemas de derechos humanos, del tráfico de drogas, de armas “más bien flagelos que han venido de fuera que expresiones maléficas nacidas en Colombia”.
“Segundo aire”
“Colombia, enfatiza el escritor, es una nación grande, hay varias regiones que tradicionalmente han estado aisladas por diversas razones, geográficas, por otras contradicciones, pero que está en un franco proceso de integración y crecimiento, a pesar de que eso no se vea a simple vista”.
Habla de una economía más sólida, del proceso de desmovilización de los paramilitares, de mayores oportunidades laborales para los jóvenes, del decremento en las cifras de la violencia, de los golpes a las FARC. “Eso no niega que haya problemas y contradicciones, pero afirma que las potencialidades de recuperación existen”.
Para el escritor…
“Hay una especie de segunda nación, de segundo aire que intenta limpiarse de contradicciones del pasado y sería más sano comprender lo que pasa, que asumir un tono apocalíptico para referirse a Colombia”.
Enrique Serrano nació en Barrancabermeja. Estudió Filosofía y es profesor de la Universidad de Rosario, en Bogotá.
En 1977 publicó La Marca de España.
En 2002 De parte de Dios
En 2003 Tamerlan
El mito de Colombia como nación violenta está fuera de lugar. La mayor parte de su historia ha sido marcada por tiempos de paz.
EL GOBIERNO DE SANTOS
En los aspectos básicos Juan Manuel Santos hace lo mismo que hacía Álvaro Uribe. Pero la imagen que proyecta es otra. El estilo de gobierno es diferente. Tiene una visión un poco más tecnócrata, más meritocrática, más empresarial y eso hace que la actitud que tengan hacia el sea también más neutral.
El contenido de su política, relativamente el mismo que el de Uribe: regenerar, recuperar a Colombia de sus flagelos, tratar de terminar lo más pronto posible el conflicto armado: por la vía del control militar o de la negociación. De ninguna manera cerrado al diálogo, pero tampoco abierto al chantaje.
FARC
Se basan un marxismo leninismo brutal que hace ya más de 20 años colapsó como sistema en el mundo. Es inaceptable que sus dirigentes ni siquiera sean capaces de revisar sus principios.
Que hablen de una izquierda moderada, de un patrón social demócrata, de respetar instituciones hasta un cierto grado y cambiar las otras, todo eso se puede discutir. Que hablen de una vía política, que renuncien a la vía militar, o por lo menos que lo discutan, pero no. ¡Su comportamiento es monolítico!
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