¿Para qué sirven los buenos oficios de Suiza?
Con el aumento de las tensiones y del precio del petróleo en Oriente Medio, el papel de Suiza como país intermediario entre Estados Unidos e Irán cobra actualidad. El Ministerio de Asuntos Exteriores ha ofrecido los buenos oficios de Suiza. Pero ¿qué se entiende por buenos oficios? ¿Y por qué interviene la neutral Suiza?
“Cuando dos países se declaran la guerra, lo primero que hacen es romper las relaciones diplomáticas. Es lo más estúpido que pueden hacer – pero es lo que siempre sucede”, declaraba el exembajador de Suiza en Irán, Philippe Welti, a swissinfo.ch en 2013.
“Cuando dos países rompen las relaciones diplomáticas, es urgente que alguien se ocupe de las relaciones, ya que ninguno de los dos países lo hace. Se necesita que lo haga un tercero y como Suiza no estuvo involucrada en ningún conflicto durante la década de 1940, se consideró conveniente pedir a los suizos que velaran por los intereses de terceros”.
Y así es aún en la actualidad, tal como explica el Ministerio de Asuntos Exteriores. “Suiza puede tender puentes donde otros no pueden hacerlo, porque no pertenece a ningún bloque de poder y no sigue una agenda oculta.
Tender puentes significa ofrecer buenos oficiosEnlace externo o asumir mandatos de potencia protectoraEnlace externo. Por estos términos, según el Ministerio de Exteriores, se entiende “cualquier iniciativa diplomática o humanitaria que asume un país tercero o una institución neutral con el objetivo de superar un conflicto bilateral o internacional y conseguir que las partes se sienten a negociar”.
En la práctica esto significa actuar como un canal de comunicación. Según Welti, hay tres requisitos para que la mediación sea un éxito. “Tiene que funcionar técnicamente, de manera que los mensajes puedan circular a cualquier hora del día y de la noche. Se necesitan garantías de absoluta confidencialidad. Y tiene que ser completamente imparcial y fiel al mensaje – porque cuando se trata de un mensaje oral siempre cabe la posibilidad de que un tercero lo altere. En el mensaje no debe haber nada mío”.
Larga tradición
Los buenos oficios tienen una larga tradición en Suiza, ya sea como mensajero entre dos Estados que no se hablan o como mediador activo en la negociación de una resolución.
Suiza actuó por primera vez como potencia protectora en el siglo XIX, cuando representó ante Francia los intereses del Reino de Baviera y del Gran Ducado de Baden durante la Guerra franco-prusiana de 1870-71.
El “período de oro” de los denominados mandatos de potencia protectora se remonta a la Segunda Guerra Mundial: en 1943-44, Suiza hacía malabarismos para compaginar 219 mandatos de 35 Estados.
Con la Guerra Fría aumentó la demanda de los buenos oficios. En 1973, el país alpino contaba con 24 mandatos. Desde esa fecha, se han reducido a seis: Suiza representa los intereses de Irán en Egipto, los de Estados Unidos en Irán, los de Rusia en Georgia, los de Georgia en Rusia, los de Irán en Arabia Saudí y los de Arabia Saudí en Irán.
Suiza puede ofrecerse como país intermediario o asumir esa función a petición de las partes en conflicto, siempre y cuando ambas den su consentimiento. Por ejemplo, en abril pasado Suiza anunció que representará los intereses de Estados Unidos en Venezuela, pero para ser vigente este acuerdo de buenos oficios requiere el consentimiento previo de Venezuela.
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Adaptarse al carácter cambiante de los conflictos
Traducción del inglés: Belén Couceiro
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