El asilo centra la campaña electoral
No son las relaciones tensas con la Unión Europea (UE), ni las consecuencias económicas del franco fuerte o el cambio climático los temas que dominan la campaña electoral. Una vez más son la migración y el asilo que copan el debate, gracias al empuje de la Unión Democrática del Centro (UDC). La estrategia del partido conservador podría dar sus frutos.
“Es un poco como una situación de ’déja vu’, con la UDC a la ofensiva, que hace realmente campaña electoral, y los otros partidos a la defensiva, a los que les cuesta encontrar soluciones para imponer sus temas”, comenta Louis PerronEnlace externo, asesor político y politólogo de la Universidad de Zúrich. Así resume los debates entre los partidos en liza para las elecciones legislativas del próximo 18 de octubre.
En lo que va de año, la UDC ha conseguido centrar la campaña electoral en sus temas preferidos, los extranjeros y la política de asilo. Esta estrategia ha permitido al partido de la derecha conservadora sumar votos desde los años 1990 y convertirse en la primera fuerza política del país. La única excepción se remonta al año 2011, cuando la catástrofe nuclear de Fukushima (Japón) desvió momentáneamente la atención del electorado hacia cuestiones relacionadas con la inmigración.
Esta vez, en cambio, la actualidad internacional juega a favor de la UDC: la situación de emergencia de los refugiados en el Mediterráneo y en las fronteras europeas han situado la migración en primer plano en todo el continente. Solo en los primeros seis meses del año, los países miembros de la UE y de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) han recibido 335 000 demandas de asilo, un 68% más que en el mismo período de 2014. Con 11 800 solicitudes, Suiza ha experimentado un incremento del 16%. La Secretaría de Estado de Migración prevé 29 000 demandas para todo el año. Una cifra claramente inferior a las 47 500 registradas en 1999 como consecuencia de la guerra civil en los Balcanes.
Moratoria sobre el asilo
Son demasiadas para la UDC, que habla de “caos en materia de asilo” y acusa a la ministra de Justicia Simonetta Sommaruga de no aplicar deliberadamente la legislación destinada a frenar la afluencia de inmigrantes. En junio pasado, el partido de Tony Brunner presentó una moción en el Parlamento para exigir una “moratoria sobre el asilo”: el Gobierno debería bloquear durante un año todos los procedimientos de asilo, el reconocimiento del estatuto de refugiado, la concesión de permisos humanitarios y el reagrupamiento familiar. Y si fuera necesario, estas disposiciones deberían aplicarse con la intervención del Ejército en las fronteras.
Según la UDC, Suiza debería tomar las riendas de la política de asilo y anular los tratados de Schengen/Dublín que el partido considera un fracaso. Además, la UDC rechaza el nuevo proyecto de revisión de la ley de asilo —actualmente sometida a lectura en el Parlamento— que tiene por objetivo acelerar los procedimientos y acrecentar las competencias de la Confederación, por ejemplo en lo que se refiere a crear nuevos centros de acogida. En julio, la dirección de la UDC incitó a sus secciones cantonales y comunales a que “opusieran resistencia a la apertura de nuevos centros”.
Para la UDC, en cambio, hay que “poner sistemáticamente en el primer plano la seguridad y los intereses de la población”. Simonetta Sommaruga, en la mira del partido desde hace meses, ha declarado que la UDC está haciendo “campaña electoral con el tema del asilo”. En su opinión, “con el miedo se puede hacer mucho ruido”, pero en Suiza “hay muchas personas que no se preocupan por las 11 800 solicitudes de asilo, sino por la guerra en Siria y los millones de refugiados.
Un comportamiento pirómano
La ofensiva de la UDC ha obligado a los otros grandes partidos a reaccionar y proponer sus recetas en materia de asilo. Para el presidente del Partido Liberal Radical (PLR, derecha), Philipp Müller, urge encontrar una solución a la dramática situación del asilo en Europa y crear, bajo mandato de la ONU, campos de refugiados en zonas próximas a los países en guerra como Siria o Irak. Los inmigrantes que llegan a Grecia e Italia “deberían ser inmediatamente reconducidos a esos campos”, ha declarado el presidente del PLR.
Revisión de la Ley de Asilo
Después del Consejo de los Estados (cámara alta) en junio, el Consejo Nacional (cámara baja) también está llamado a pronunciarse en septiembre sobre la nueva revisión de la Ley de Asilo, la tercera en esta legislatura.
El proyecto del Gobierno prevé agilizar los procedimientos para la admisión a trámite de las demandas que, una vez presentadas, deberán resolverse en el plazo de 140 días.
Para garantizar un tratamiento equitativo, los solicitantes de asilo deberán poder beneficiarse de una asistencia judicial gratuita.
Varias competencias pasarán a la Confederación, en particular la creación y gestión de los centros de acogida. Se prevén crear cinco centros con capacidad para albergar a 5000 personas cada uno.
La nueva reforma cuenta con el respaldo de los principales partidos, a excepción de la UDC que ha presentado alrededor de 70 enmiendas y que amenaza con convocar un referéndum si la nueva ley es aprobada.
El Partido Demócrata Cristiano (PDC, centro derecha), por su parte, se ha pronunciado a favor de recurrir al Ejército para reforzar los controles en las fronteras. El PDC pide que a los refugiados albergados en centros de acogida se les prohíba trabajar y enviar dinero a sus países de origen. Además, los solicitantes de asilo ya no deberían recibir dinero en efectivo, sino solamente vales de compra.
La izquierda ha criticado con contundencia la campaña de la derecha conservadora: “El comportamiento de la UDC es el de un pirómano. Intenta atizar la xenofobia a través de una campaña histérica, en lugar de respaldar la nueva revisión de la Ley de Asilo que permitiría acelerar los procedimientos de admisión a trámite de las demandas y reestructurar la gestión de los centros de acogida. El problema del asilo no se puede resolver desplegando el Ejército en las fronteras como nos quiere hacer creer la UDC, sino mediante una política global coordinada con otros países europeos”, declara Cesla Amarelle, diputada socialista.
Desdramatizar el debate
El debate sobre el asilo domina, pues, la campaña electoral y obliga a los demás partidos a entrar en terreno de la UDC. Pero ¿cómo pueden las otras fuerzas políticas contrarrestar la estrategia de la derecha conservadora?
“Los otros partidos disponen de dos opciones, de las cuales una no es idónea. La primera, para los partidos de centro-derecha, es copiar el discurso de la UDC, pero con el riesgo de no hacerlo tan bien. Como dijo una vez Jean-Marie Le Pen, el antiguo líder de la extrema derecha francesa: ‘los franceses votan por el original’. Y lo mismo vale para Suiza: una vez que adentras en el terreno de la competencia, corres el riego de resbalar”, explica Louis Perron.
“La segunda opción consiste en atajar la ofensiva con un discurso sobrio y racional, tratando de explicar las cosas y restar emoción al debate. Pero también aquí uno se encuentra en una situación difícil, a la defensiva. En inglés se suele decir, ‘If you’re explaining, you’re losing’, o sea, si tratas de explicar, ya estás perdido”.
En cualquier caso, según el especialista en campañas electorales, esta última solución es la menos mala: “Creo que en una situación semejante se debería intentar desdramatizar el debate. En el caso del asilo se debería explicar que se trata, efectivamente, de un problema difícil, pero no de una situación caótica como lo afirma la UDC. Después, sin embargo, hay que saber cerrar el capítulo y pasar a otros temas, como la transición energética o la previsión para la vejez, que podrían centrar el debate después de las vacaciones de verano”.
Traducción del francés: Antonio Suárez
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