El presidente suizo defiende la neutralidad y destaca los derechos humanos

Berset ocupa este año el cargo de Presidente suizo. Ha sido miembro del gobierno suizo durante más de diez años como ministro del Interior. © Keystone / Peter Klaunzer

El presidente suizo, Alain Berset, afirma que la neutralidad suiza debe conservar sus elementos centrales, en particular el compromiso con los derechos humanos.

“Las armas suizas no deben utilizarse en las guerras”, declaró Berset al diario NZZ am Sonntag.

Sin embargo, afirmó que estos principios son más importantes que nunca, aunque haya que adaptar la neutralidad.

“Tenemos que preguntarnos cuál será nuestra posición como país, cuál será la posición de Europa dentro de cinco, diez o treinta años. Todo lo que decidamos hoy debe medirse con este rasero”, afirmó.

Refiriéndose a la guerra en Ucrania, Berset dijo que es necesario volver a centrarse en los elementos fundamentales de la neutralidad.

“Ser neutral no significa ser indiferente”, afirmó.

Compromiso

Berset afirmó que Suiza está firmemente comprometida y ha adoptado muy rápidamente sanciones internacionales sin precedentes. También se están haciendo esfuerzos en la propia Ucrania, por ejemplo en el ámbito de la retirada de minas, prosiguió.

Dijo estar preocupado por “un frenesí belicista” entre algunas personas, pero “este sentimiento se basa en una visión a corto plazo”, afirmó.

Berset recordó que Suiza mantuvo un largo debate sobre la exportación de armas hace unos años y que el Parlamento aprobó una reforma legal. “Lo que necesitamos ahora es estabilidad”, afirmó.

Suiza es un socio fiable y su posición es “generalmente” bien entendida, añadió en la entrevista.

El papel de Ginebra

Berset dijo respetar el hecho de que “otros países tengan una posición diferente. Pero también hay que respetar la posición suiza”.

Reiteró que Suiza no puede cambiar su política a corto plazo sin tener en cuenta la base jurídica actual.

También advirtió del peligro de renunciar a la neutralidad, ya que repercutiría en el papel de Suiza como país anfitrión de organizaciones internacionales ubicadas en Ginebra.

“A veces tengo la impresión de que en Suiza no somos suficientemente conscientes de la importancia central de Ginebra”, dijo.