Encuentro entre el Papa y la presidenta de Suiza
Temas candentes como el de la pedofilia o la decisión ciudadana contra nuevas construcciones de alminares en Suiza fueron tratados en el encuentro de Doris Leuthard -este año en la presidencia rotativa helvética-, y el jefe de la Iglesia Católica, Benedicto XVI.
Leuthard visitó al Papa en su periplo italiano y asistió al juramento de la Guardia Suiza que lo protege, justo un día después de encontrarse con el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi.
La presidenta de Suiza no escondió cierta emoción al término del encuentro este jueves con Ratzinger. “Para mí, católica, ha sido a nivel personal un momento importante de mi vida, y naturalmente un honor”.
Veinticinco minutos de audiencia en el Palacio Apostólico en un clima de gran cordialidad, facilitada por un idioma común, el alemán, pero en el coloquio se abordaron temas delicados, como el del escándalo de pedofilia que afecta a la Iglesia Católica.
“El pontífice reconoce la existencia del problema, aunque justamente ha recordado que se trata de una cuestión que interesa a toda la sociedad. Quiere afrontarlo y se muestra muy sensible ante el drama de las víctimas de los abusos”, declaró Doris Leuthard.
“Personalmente, pienso que es justo que se hable al respecto: se trata también de verificar de qué modo se puede incrementar la colaboración con las autoridades políticas, visto que según la ley no se puede hacer diferencia de los culpables en diversos ámbitos”, agrega la presidenta.
Regalo dulce
En semanas anteriores, Doris Leuthard compartió públicamente la idea de contar con una ‘lista negra’ en la que se inscriba a los condenados por abusos sexuales, incluidos los religiosos. “Pero no hemos hablado al respecto en la audiencia. Pienso que en Suiza se puede profundizar en esta hipótesis. La transparencia puede ser útil, pero las soluciones se deben encontrar a escala nacional”.
De Berna, Doris Leuthard llevó al pontífice dos volúmenes que reproducen textos medievales sobre el monasterio de San Gall. “Y naturalmente también esta caja de chocolates”, entregándola con una sonrisa a Benedicto XVI, que por su parte le dio a Leuthard una medalla de su pontificado.
Sobre el tema de la prohibición de nuevos alminares en Suiza, “ha sido otro tema del encuentro”, dijo Leuthard. “El Papa ha recordado la necesidad de la libertad de culto, cosa que en Suiza es una garantía. El pontífice ha insistido en los valores de la tolerancia y de la apertura en el encuentro con otras religiones”.
Juramento de la Guardia Suiza
En su encuentro con el cardinal Tarcisio Bertone, secretario de Estado vaticano, abordó Leuthard el tema de la ética en economía: necesaria, como confirma el dramático desenlace de la crisis en Grecia.
También Leuthard tuvo oportunidad de asistir al juramento de la nueva Guardia Suiza. Huéspedes de honor de la ceremonia también fueron los representantes del gobierno del cantón suizo de San Gall. En el aula de las audiencias presenciaron la promesa de fidelidad al Papa de treinta jóvenes suizos, como ocurre desde hace 500 años.
Aldo Sofia, Ciudad del Vaticano, swissinfo.ch
(Traducción: Patricia Islas)
La Guardia Suiza Pontificia fue fundada el 22 de enero de 1506 del Papa Julio II.
Está compuesta por 110 hombres, es el ejército más pequeño y longevo del mundo.
Fue creada en 1506 por el Papa Julio II para su defensa personal.
El 6 de mayo de 1527, durante el Saqueo de Roma, 147 soldados suizos murieron en una batalla contra 20.000 lansquenetes alemanes por defender la vida del Papa Clemente VII.
En memoria de este acto de lealtad los Pontífices sucesivos no quisieron renunciar a la Guardia Suiza.
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