El ‘Crypto-Leaks’ pone en entredicho la neutralidad de Suiza
El escándalo de espionaje que involucra a la empresa Crypto AG, con sede en Zug, atañe también al corazón de la identidad suiza: la neutralidad. ¿Qué consecuencias pueden tener para la credibilidad de Suiza las revelaciones de que Crypto AG vendió dispositivos de encriptado manipulados?
Quedan aún muchos interrogantes sobre la manipulación de los dispositivos de encriptado de Crypto AG por parte de los servicios secretos estadounidenses y alemanes. Aún no se sabe a ciencia cierta quién hizo qué y cuándo. Son cuestiones clave.
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La empresa suiza Crypto investigada por espionaje
En virtud del derecho internacional, Suiza no es responsable de las actividades que realicen empresas privadas en su territorio, tal y como explica el historiador Georg Kreis en una entrevista al Tages-Anzeiger. La situación sería diferente si la Confederación o los servicios secretos hubieran estado al tanto de lo que ocurría.
“Los propios servicios secretos tienen que someterse a la doctrina oficial de la neutralidad”, sostiene Kreis. De lo contrario, los colaboradores de la Confederación habrían violado la neutralidad de Suiza. Y parece que ha sido el caso.
De los documentos a los que ha tenido acceso la televisión pública suiza de habla alemana SRF, entre otros medios, se desprende claramente que los servicios secretos suizos sabían de la operación. No obstante, las investigaciones anteriores llegaron a una conclusión diferente.
Los presidentes de los partidos, tanto de la derecha como de la izquierda, están estupefactos: “Desde el punto de vista de un pequeño Estado neutral y soberano, esto es inadmisible”, ha declarado, por ejemplo, Albert Rösti, presidente de la Unión Democrática de Centro (UDC, derecha conservadora), a SRF. Christian Levrat, el líder del Partido Socialista, considera que el asunto adquiriría “otra dimensión” si se demostrara que “Suiza era conocedora de que se realizaban escuchas incluso a países aliados de Estados Unidos”.
Es sabido que Suiza es “un Estado occidental neutral”, como subraya Georg Kreis. De manera general, la política de neutralidad de Suiza siempre se ha tratado con mucha flexibilidad: “Nunca hemos sido un [país] neutral absolutamente neutral”.
Consecuencias a nivel de política interior y exterior
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¿Para qué sirven los buenos oficios de Suiza?
El historiador y político de izquierda Jo Lang se ha ocupado intensamente de las cuestiones de vigilancia, registro y neutralidad durante las últimas décadas. Considera que Suiza debe pedir disculpas a los países que adquirieron los dispositivos de encriptado manipulados bajo el manto de la neutralidad suiza.
Georg Kreis, por su parte, sostiene que los daños ocasionados no son tanto a nivel de política exterior, sino a nivel de política interior, incluso si el caso pudiera haber socavado la confianza internacional en los denominados “buenos oficios” de los diplomáticos suizos.
Según el historiador, el caso colisiona con “la comprensión comúnmente aceptada de la neutralidad”. La población suiza idealiza el concepto de neutralidad. Por lo tanto, si las tensiones con la realpolitik se vuelven demasiado grandes, el pueblo dejará de confiar en esta política”, afirma Kreis.
“La mentira perenne de Suiza”
El diario Der Bund escribe: “Esta revelación duele. Muestra que la neutralidad, que hasta hoy es sagrada para los suizos y las suizas, a menudo es hipócrita”. El comentarista del rotativo bernés describe la neutralidad como “la mentira perenne de Suiza” y “en parte, folclore”.
Si se demostrara que esta operación de espionaje contaba con la bendición del Gobierno y los servicios de inteligencia se beneficiaban de las informaciones, sería “un desastre para la imagen de la neutralidad que Suiza tiene de sí misma”, escribe el Neue Zürcher Zeitung. El objetivo ahora es “despejar todas las dudas sobre la credibilidad de Suiza como mediadora en conflictos o como un centro de negocios fiable”, señala el rotativo zuriqués.
A finales de junio, a más tardar, sabremos más. El Gobierno suizo ha encargado al exjuez federal, Niklaus Oberholzer, un informe de investigación sobre este caso. Es muy posible que el Parlamento también intervenga, ya que se multiplican las voces que piden una comisión parlamentaria de investigación.
Traducción del alemán: Belén Couceiro
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