Ex policía chino rehúsa subir al avión
Nijiati Abudureyimu, que denunció el tráfico de órganos humanos en su país, debía ser devuelto hoy a Italia. La Oficina Federal de Migración (OFM) y el cantón de Neuchâtel, que lo había acogido, adoptaron la decisión en virtud del Acuerdo de Schengen.
Diversas ONGs han mostrado su preocupación por el caso.
Es la segunda vez que el ex policía se rehúsa a abordar un avión para salir de Suiza. Ahora, salvo la intervención de la Corte Europea de Derechos Humanos, solicitada por el abogado del ex agente de policía,el ciudadano chino puede ser extradito con empleo de la fuerza.
El ex policía, que había llegado a Suiza en noviembre de 2009 -país en el que presentó su tercera solicitud de asilo desde su entrada en Europa en septiembre de 2008- no quiere salir de la Confederación porque teme por su seguridad en Italia.
Después de pasar una temporada en Italia, su primer país de tránsito y de demanda de asilo, se trasladó a Noruega, para volver otra vez durante varios meses a Italia donde vivió en campos para el registro de los refugiados, sigue convencido de correr un grave peligro en el Estado italiano.
En virtud del Acuerdo de Schengen, el primer Estado europeo al que llega un solicitante de asilo, es el que debe ocuparse del procedimiento del caso.
Segunda negativa
El regreso de Nijiati Abudureyimu a Italia estaba programado en un vuelo regular. No se descartaba que el demandante de asilo se negara a subir al aparato. “Potencialmente, él podría negarse a entre dos y tres veces en total antes de ser devuelto por la fuerza”, había dicho Mary Avet, portavoz de la OFM.
En julio pasado, el ex oficial de policía de origen uigur, se opuso por primera vez a su regreso a Roma. “Son las autoridades italianas las que eligieron la ciudad de acogida”, explicó Mary Avet.
Diáspora china
En principio, la importante comunidad china establecida en Italia, activa en muchos sectores de la economía, podría permitir a Nijiati Abudureyimu facilitar su llegada y su posterior instalación en el lugar. Sin embargo, el musulmán originario de la provincia de Xinjiang, tiene miedo de esta situación.
Él está convencido de que entre la diáspora china de la Península Itálica se ocultan agentes del gobierno chino, que le esperan para atraparlo.
La Organización Suiza de Ayuda a los Refugiados (OSAR) relativiza este hecho: “Esta amenaza existe, pero en Suiza tenía las mismas razones para tener miedo de la policía secreta china, que también está presente aquí. Ha sido expuesto ampliamente en los medios de comunicación, algo que objetivamente no ha sido hábil”, comentó el portavoz de la organización, Adrian Hauser.
Acogida deficitaria
Sin embargo la OSAR está preocupada por la suerte de este hombre y promete seguir el caso. “En Italia, los demandantes son alojados en campamentos de barracones ruinosos, bajo tiendas de campaña o incluso en la calle. Allí, la atención médica, el apoyo financiero y las ayudas a la integración son prácticamente inexistentes”, añade.
Quedarse libre es un verdadero problema para el antiguo policía que cree que es perseguido por sus compatriotas al servicio del poder chino. Desde que huyó de su país de origen, la fuerte presión a la que está sometido le empujó al alcohol y a los antidepresivos.
Abudureyimu está debilitado físicamente y mentalmente. Su traslado a Italia con unas estructuras que carecen del apoyo mínimo, podría empeorar su condición.
Prácticas italianas
Desde hace varios años, Italia se enfrenta a una afluencia masiva de solicitantes de asilo procedentes, sobre todo, de África y Oriente Medio. Las autoridades están desbordada y no consiguen responder a las demandas de readmisión.
Adrian Hauser cree que es allí donde está el peligro. “Ante esta marea humana, es fácil imaginar que los casos más urgentes, como el del ex policía chino, se pierdan en las enormes cantidades de casos a tratar y, en última instancia, no reciban ninguna ayuda”, recuerda el portavoz de la OSAR, que estima que Nijiati Abudureyimu debe obtener el asilo.
El regreso de la derecha al poder también permitió al gobierno de Berlusconi sirvió para hacer más estricta la política de entrada. De hecho, si el uigur no obtiene el asilo debería en teoría ser devuelto a su país de origen, donde corre el riesgo de ser perseguido y donde el padre de Nijiati Abudureyimu falleció en circunstancias misteriosas.
Oficialmente, China aplica las normas internacionales para la donación de órganos. El régimen de Pekín niega cualquier tráfico organizado por algunos sectores de sus autoridades.
Condenados a muerte. Según un artículo publicado por el China Daily en agosto de 2009, citando a expertos, casi dos tercios de las donaciones de órganos en el país no tendrían nada que ver con las donaciones voluntarias y procederían de condenados a muerte.
Un testigo clave. Nijiati Abudureyimu es un caso especial. Para los especialistas en el tráfico de órganos humanos, es un testigo clave, cuyo caso debe ser reconocido como tal, ya que hasta la fecha son pocos los testigos procedentes del aparato de seguridad chino.
Buenas relaciones. Mientras tanto, en el plano internacional, las relaciones entre Suiza y China son buenas. La ministra de Exteriores, Micheline Calmy-Rey, se reunió el lunes (20.09) en Nueva York, con una delegación de China en el marco de la cumbre de la ONU.
Micheline Calmy-Rey. Los interlocutores de la responsable de la diplomacia helvética han subrayado la importancia que China concede al diálogo sobre los derechos humanos establecido en 1981 con Suiza.
Entre 1993 y 1997, acompañó a los condenados a muerte en Urumqi (capital de Xinjiang), al pelotón de fusilamiento.
Dijo que algunos prisioneros fueron sólo heridos, con el fin de salvaguardar sus órganos para el tráfico orquestado por las autoridades locales.
Dimitió y huyó de su país en 2007. Llegó en primer lugar a Dubai, pero al sentirse amenazado, dejó el Golfo para dirigirse al Viejo Continente.
Pasó a través de Italia antes de llegar a Noruega. De Oslo volvió a la Península. En 2009, presentó una solicitud de asilo en Suiza, la tercera desde su llegada a Europa.
A principios de julio, el Tribunal Administrativo Federal (TAF) confirmó la no entrada en materia (NEM) –de la solicitud de asilo político de Nijiati Abudureyimu-, notificada poco antes por la Oficina Federal de Migraciones (ODM).
La decisión de la ODM se basó en el Acuerdo en Dublín, según el cual, los refugiados deben dirigirse a las autoridades del primer país al que llegaron en Europa.
Traducción y adaptación: Iván Turmo
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