Freno a salarios de 20 millones de francos
Esta cifra gira en torno a los montos anuales que reciben los gerentes de empresas como ABB o hasta resulta menor a la de aquellos al frente de un banco de cuño helvético, lo que disgusta al ciudadano común y corriente.
Para evitar estos “salarios e indemnizaciones abusivas”, una iniciativa popular provoca el debate.
Esta semana en Berna, la cámara baja del Parlamento Suizo ha aprobado un contraproyecto más moderado en comparación a esa iniciativa, pero sin rechazar la idea de la propuesta inicial. En La Universidad de Ginebra el asunto será tema de una conferencia-debate.
La suma de cerca de los 20 millones de francos no es sacada de la nada. Es el salario, por ejemplo, de Joe Hogan, al frente de la multinacional ABB. Pero ¿se pueden imponer ingresos ‘justos’ para un dirigente empresarial? ¿Para un banquero? ¿La honestidad aún tiene sentido en el mundo de los negocios? Son preguntas a las que se dará respuesta el próximo 25 de marzo en la Universidad de Ginebra.
La cuestión se centra en cómo conciliar la ley del mercado, la ética y la reglamentación en materia de remuneraciones y salarios. Las respuestas vendrán de expertos del Instituto de Investigación Financiera de Ginebra y del Centro de Derecho Bancario y Financiero de la máxima casa de estudios a orillas del lago Léman.
Entre tanto, en Berna, justo este jueves (17.03), el tema también ha sido abordado por los diputados federales, quienes sin hacer de lado a la iniciativa popular ‘contra las remuneraciones abusivas’, propone además un contaproyecto, de un tono un poco más suave y que deberá ser evaluado por la cámara alta probablemente en el mes de junio próximo.
Iniciativa de un empresario modesto
La iniciativa que incomoda a las grandes empresas (como Nestlé, que ya ha comentado que Suiza dejaría de ser interesante si se establece este tipo de límites en el sector privado) es de la autoría de Thomas Minder, de 49 años, dueño de una fábrica de productos de higiene y cosmética, denominada Trybol, en el cantón helvético de Schaffhausen.
Su pequeña empresa no tiene nada que ver con el grupo de gerentes a los que se dirige su iniciativa: los CEO’s de las grandes multinacionales y bancos que cotizan en la bolsa. Minder, liberal, busca limitar los ingresos de aquellos cuyo salarios apenas es un sueño para muchos mortales. Por ello el peligro de este propuesta, que el ciudadano gustoso bien puede apoyar en las urnas, en el marco de la democracia directa aplicada en Suiza y que llama al voto de la ciudadanía unas cuatro veces al año para abordar los tópicos que parecieran ser los que más ocupan a la opinión pública; y en momentos donde la economía aprieta el cinturón a muchos.
El año pasado, una investigación del sindicato Travail.suisse dio a conocer que la diferencia entre los salarios más altos y los más bajos de Suiza ha crecido hasta un 72% entre los años 2002 y 2008. Una clara diferencia se ha notado también en la distribución de los ingresos: mientras los directivos han visto crecer sus retribuciones hasta en un 82%, los asalariados de base han visto este incremento en su nómina apenas en un 8,4%.
En Suiza, cada vez que un banco o una empresa da a conocer los bonos que reciben sus administradores principales. se genera un sentimiento de injusticia que ya está provocando reacciones concretas. En 2005 la noticia fue que no había un país mejor pagado que Suiza, encabezando la lista de los diez que mejor remuneraban a sus ejecutivos, seguido de Alemania, Dinamarca, Japón y Noruega.
Pero el asunto de limitar los ingresos desorbitantes es complejo, pues no se trata de un salario, ya que los directivos empresariales –y eso, en todo el mundo- disfrutan de remuneraciones que van más allá de un sueldo de base, con derecho a un sistema de compensación en el que se incluyen los bonos, ganancias de las acciones, gastos de representaciones y prestaciones.
Como muestra: en 2009, los más de 10 miembros del Consejo de Administración del banco UBS recibieron en 2009 casi 69 millones de francos suizos, incluyendo los bonos por casi 55 millones.
La idea ahora en ciernes es reforzar la posición y los derechos de los accionistas, en su papel de propietarios de las sociedades anónimas sometidas al derecho helvético, y no sólo a las que cotizan en la bolsa.
Patricia Islas Züttel, swissinfo.ch
Vencimientos anuales en millones de francos suizos en 2009:
Daniel Vasella, 42 (Novartis)
Edward Breen, 20,2 (Tyco)
Franz Humer, 16,6 (Roche)
Stefan Lippe, 12,6 (Swiss RE)
Severin Schwan, 12,1 (Roche)
Fuente: Tagesanzeiger.ch
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