Suiza acepta la donación de órganos facilitada
Pronto podría haber más donaciones de órganos en Suiza. Por el 60.2% de los votos, la ciudadanía suiza acepta la modificación de la ley federal de trasplantes, que introduce el principio de "consentimiento presunto" del fallecido.
«Presunto consentimiento»
En el centro de esta modificación legislativa está el principio del «consentimiento presunto» del fallecido, misma que sustituirá al actual principio de «consentimiento explícito».
En otras palabras, hoy en día se supone que una persona fallecida no deseaba donar sus órganos a menos que hubiera hecho una declaración explícita en ese sentido en vida. Con el cambio de la ley, la relación se invierte. Se presume que la persona fallecida consintió la donación de órganos, a menos que la rechazara explícitamente en vida.
Sin embargo, esto no significa que, a falta de una negativa explícita, el cuerpo del fallecido se convierta en un banco de órganos del que extraer a voluntad. La opinión de los parientes y de la familia seguirá siendo primordial, como ya ocurre en la actualidad. Y si no ha sido posible contactar con ellos, no será posible la extracción de órganos.
Evitar muertes innecesarias
Este cambio de paradigma cuenta con un amplio apoyo tanto en la izquierda como en la derecha del espectro político. La idea del Gobierno y del Parlamento de involucrar a la familia y a los allegados en el proceso de toma de decisiones ha contribuido a engrasar el engranaje y a crear el consenso en torno al proyecto.
Para los partidarios de la modificación de la ley, el paso al principio de «consentimiento presunto» debe permitir aumentar el número de donaciones de órganos, ya que facilitará la decisión de la familia.
En cuanto a la donación de órganos, Suiza está a la cola de los países occidentales. En los países vecinos, solo Alemania lo hace peor. Esta falta de órganos tiene consecuencias a veces fatales: cada semana, se calcula que una o dos personas mueren por la falta de transplantes. Al aumentar el número de donaciones, la transición al principio de «consentimiento presunto» podrá ayudar a evitar muertes innecesarias.
Derecho a la integridad física
El pueblo fue invitado a votar el domingo porque un comité interpartidista presidido por una matrona socialista de Biel (cantón de Berna) y un médico de Winterthur (cantón de Zúrich) consiguieron recoger las 50 000 firmas necesarias para poner el freno a la modificación a través del referéndum.
Los miembros del comité son de la parte de expresión alemana de Suiza. Creen que el silencio no debe considerarse un consentimiento, especialmente cuando se trata del derecho a la integridad física garantizado por la Constitución. Independientemente del contexto, creen que es necesario un «sí» explícito para cualquier intervención médica.
Los opositores a la modificación también denuncian la creciente presión sobre los familiares de los fallecidos para que tomen una decisión. «Una negativa por su parte se interpretaría inmediatamente como un comportamiento insolidario», argumentan.
Mayoría simple
El cambio del principio de «consentimiento presunto» se pidió originalmente mediante una iniciativa popular. Pero finalmente se retiró, ya que el contraproyecto urdido por el Gobierno y el Parlamento respondía a las expectativas de los autores del texto.
Por tanto, la votación del domingo se limitó a la contrapropuesta gubernamental. Al tratarse de una simple enmienda legislativa, basta con la mayoría del pueblo para que sea aprobada. Por lo tanto, no es necesaria la mayoría de los cantones, como en el caso de las iniciativas.
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