¿Hay respuesta para la espiral de costes sanitarios en Suiza?

El crecimiento rápido de las primas de los seguros ha sido una píldora amarga para muchos. Keystone / Gaetan Bally

El año próximo, la población suiza deberá engullir una píldora amarga: las primas del seguro de enfermedad aumentarán una media del 8,7%. Las primas de los seguros sanitarios básicos crecen por arriba de la inflación desde hace muchos años. ¿A qué se debe? ¿Existe alguna forma de romper ese círculo vicioso?

Suiza no es el único país que sufre la resaca sanitaria de la pandemia de COVID-19 a la que se suma un creciente presupuesto sanitario derivado del envejecimiento de la población.

Pero el sistema sanitario suizo enfrenta también problemas únicos que han sido un quebradero de cabeza para los gobiernos.

¿Qué explica el enorme incremento del 2024?

El aumento del 8,7% en el coste del seguro de enfermedad resulta especialmente agresivo, incluso considerando los estándares recientes. Es el mayor repunte anual desde el 10,8% de 2010, y sorprende porque las previsiones generales de inflación son del 2,2% para este año y el año próximo. 

Costos de salud swissinfo.ch

Las primas del seguro de enfermedad no alcanzarán a cubrir los gastos sanitarios por 35.000 millones de francos suizos (38.000 millones de dólares) que se registrarán en Suiza en 2023, y también se quedaron cortas el año pasado. Adicionalmente, un mal desempeño de los mercados financieros ha hecho un agujero en las reservas de las compañías de seguros.

El coste de los medicamentos ha aumentado un 5,5% este año, según cifras del Ministerio de Salud. Las facturas por honorarios médicos y tratamientos hospitalarios también aumentaron, debido parcialmente a una reforma en la estructura tarifaria de los tratamientos hospitalarios que tuvo lugar en 2022 y causó que facturas de ese año se emitieran en 2023.

A todo esto se añade un aumento de los tratamientos ambulatorios, como la fisioterapia y la atención psicológica.

¿Pueden realizar ahorros el gobierno y el sector sanitario?

El Ministerio de Salud asegura que «redujo los precios de los medicamentos en más de 1.000 millones (de francos suizos) del 2012 a la fecha, y un 10% las tarifas de los laboratorios”, entre otros ahorros.

Alain Berset, ministro de Salud saliente, lamentó que el Parlamento bloqueara, o mermara el alcance de algunas de las propuestas que presentó para generar ambiciosos ahorros futuros, como la referenciación del precio de los medicamentos de Suiza a otros países en donde cuestan menos. Pero se cree que poderosos grupos de presión, como la industria farmacéutica, jugaron un rol clave en la tarea de frenar estas reformas sanitarias.

También se dirigió a los pacientes: «Todos debemos plantearnos si una visita al médico es realmente necesaria, y si es posible acudir a nuestro médico de cabecera antes de ir a consultar a un costoso especialista”.

Además de las propuestas del ministro de Salud, existen otras iniciativas para reducir los presupuestos sanitarios.

Por ejemplo, el ombudsman del control de los precios, Stefan Meierhans, consideró que el seguro de enfermedad suizo debería ofrecer reembolsos a quienes compren medicamentos más baratos en el extranjero.

Martin Landolt, presidente de la asociación de seguros de enfermedad SantéSuisse, dijo al diario Tages-Anzeiger que en Suiza tienen lugar diariamente demasiados tratamientos médicos ineficaces.

El tema del exceso de tratamientos médicos ha estado presente recurrentemente en los medios de comunicación y en los debates parlamentarios, así como la queja de que algunos médicos son pagados excesivamente.

¿El sistema sanitario suizo es disfuncional?

Políticos, hospitales y aseguradoras han expresado su preocupación por la ineficacia y el despilfarro de dinero que caracteriza al sistema sanitario suizo, pero difieren sobre la forma en la que este problema debe solucionarse.

En el periódico Blick, Anne-Geneviève Bütikor, directora del grupo hospitalario H+, se refirió a un puñado de hospitales que tuvieron que cerrar por falta de fondos. «Si no hay planes globales para realizar una adaptación del sistema en el mediano plazo, habrá más (cierres)”, advirtió.

Uno de los problemas es que los cantones gestionan y controlan los hospitales públicos, según Thomas Boyer, director de la aseguradora Groupe Mutuel.

«Su posición entraña un conflicto de interés: son propietarios de los hospitales, así que deben garantizar su rentabilidad. Pero también definen la tasa de reembolso de las facturas que son emitidas a los pacientes”, declaró a la televisión pública suiza RTS a principios de año.

Landolt, presidente de Santésuisse, propuso que la gestión del sistema hospitalario esté a cargo del gobierno federal y no de los cantones.

Este tema resulta especialmente sensible en un año de elecciones generales en el que los diferentes partidos están presentando sus planes para reformar el sistema sanitario y reducir el precio de los seguros.

Pero la posición del ministro de Salud, Alain Berset, ha sido firme: un «excelente sistema sanitario» no necesita una reforma radical. «Salvo en 1848 (año en el que Suiza vivió una reforma política importante), nunca he sido partidario de las revoluciones y, por ahora, no hace falta ninguna”, dijo.

¿En dónde se ubica el sistema sanitario suizo a nivel internacional?

Suiza tiene el sistema de salud más oneroso de los 38 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según datos del estudio comparativo «La salud en un vistazo en 2021”.

«La misma canasta de bienes y servicios (de salud) cuesta 72% más en Suiza que la media de la OCDE”, estableció el informe. Y gestionar un hospital suizo cuesta más del doble que la media de la OCDE.

nivel de precios en el sector de la salud swissinfo.ch

El informe refirió también que Suiza es el tercer país que más gasta en salud al interior de la OCDE (11,3% del PIB), solo superado por Estados Unidos y Alemania (el promedio de la OCDE es del 8,8%).

La población suiza se dice más que satisfecha con la “oferta de servicios sanitarios de calidad que recibe en el lugar donde vive”, una percepción que supera a la de otros países de la OCDE. Un 91% de los encuestados suizos se encuentra satisfecho, frente a una media del 71% reportada en la OCDE.

Sin embargo, el sitio web suizo de comparación de precios Moneyland.ch difiere con respecto a este nivel de satisfacción, según una encuesta propia que publicó en julio. En una escala del 1 al 10, sus 1.538 encuestados concedieron una calificación de 7,9% a las aseguradoras y la nota bajó a 7,4 al evaluar la relación entre el precio y la calidad de los servicios.

Más aún, los costes de la salud suelen figurar entre los principales problemas que la población suiza destaca en los «Barómetros de la Preocupación» que realizan los medios de comunicación cada año.

¿Seguirán las primas sanitarias superando la inflación?

Ésta es una de las preguntas más difíciles de responder con exactitud, pero dada la amplia gama de problemas expuestos por los profesionales de la salud, es posible.

«Debemos hacer frente al problema del incremento de los costes de la salud. Estamos ante una verdadera emergencia», declaró a RTS este verano Thomas Boyer, del Groupe Mutuel.

Pero la visión de la Asociación de Médicos Suizos (Foederatio Meicorum Helveticorumes, FMH) es distinta. Sus miembros insisten en que el presupuesto sanitario global nacional solo ha aumentado a un modesto ritmo del 2,6% anual durante los últimos 15 años. Y argumentan que las primas de los seguros de enfermedad se incrementan a un ritmo mucho mayor porque se basan en un “anticuado” modelo desfasado de la evolución de los costes reales y la naturaleza cambiante de los tratamientos, que hoy permiten más cuidados ambulatorios.

La FMH ha mantenido conversaciones con el Ministerio de Salud y las aseguradoras para negociar un nuevo modelo de financiación del presupuesto sanitario y un nuevo sistema regulador de la facturación de médicos y hospitales. Una reforma que permitiría, según la FMH, un mejor ajuste de los costes de la sanidad y reduciría parcialmente el impacto del aumento de las primas de los seguros.

Pero los planes de esta reforma, que están en marcha desde hace más de 14 años, siguen sin dar fruto.

Texto adaptado del inglés por Andrea Ornelas