Hugo Chávez vuelve a Venezuela
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, una de las personalidades más polémicas de nuestros días, regresa a su país, donde ha ejercido el poder durante cerca de 14 años entre el fervor casi religioso de su pueblo y el repudio sin concesiones de sus detractores.
Conocido como “el hombre de las batallas”, el mandatario sobrevivió a un fallido alzamiento militar encabezado por él mismo y a un Golpe de Estado en su contra, y superó 15 de las 14 pruebas a que se sometió en las urnas. Desde 2011 se bate contra el cáncer y el 11 de diciembre fue operado por cuarta ocasión. Dos meses más tarde está de vuelta en Venezuela.
«Hemos llegado de nuevo a la Patria venezolana. ¡Gracias Dios mío! ¡Gracias Pueblo amado! Aquí continuaremos el tratamiento!, escribió el jefe de Estado, en su cuenta twitter este lunes.
¿Cómo llegó este apóstol de Simón Bolívar desde su Sabaneta natal – un pueblo que es a Chávez, lo que Aracataca a García Márquez- hasta las páginas de la prensa internacional? ¿Por qué genera tanto amor y tanto encono? ¿Cuáles han sido sus aciertos? ¿Cuáles sus desatinos? Políticos suizos analizan el momento actual de Venezuela a la luz de las obras de su presidente.
Militar retirado, Hugo Chávez concentró el arsenal de sus esfuerzos en dos objetivos esenciales, su ‘Socialismo del Siglo XXI’, y la consecución del sueño que comparte con Bolívar de integrar a la América Latina.
La preocupación fundamental de dirigir un gobierno participativo lo llevó a convocar con regularidad a las urnas, haciendo de su país uno de los pocos del planeta que practican la democracia directa.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció este lunes inesperadamente por Twitter que llegó a Caracas más de dos meses después de ser operado de un cáncer en La Habana y fue ingresado en el hospital militar, donde seguirá su tratamiento.
«Hemos llegado de nuevo a la Patria venezolana. ¡¡Gracias Dios mío!! Gracias ¡¡Pueblo amado!! Aquí continuaremos el tratamiento», anunció Chávez en su cuenta de Twitter.
«Gracias a Fidel, a Raúl y a toda Cuba!! Gracias a Venezuela por tanto amor!!», escribió Chávez en un segundo ‘tuit’ antes de añadir: «Sigo aferrado a Cristo y confiado a mis médicos y enfermeras. Hasta la victoria siempre!! Viviremos y venceremos!!».
Según el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, el presidente aterrizó a las 2h30 de la madrugada (7H00 GMT).
El mandatario fue ingresado en el hospital militar de Caracas, afirmó Jorge Arreaza, yerno del jefe de Estado y ministro de Ciencia y Tecnología, en esta misma red social.
«Ya el presidente se encuentra en su habitación en el Hosp. Militar Dr. Carlos Arvelo en Caracas, dispuesto a seguir con sus tratamientos», escribió Arreaza.
Fuente: Reuters
Democracia e intercambio con Suiza
En ese afán, su Gobierno promovió en 2007 un intercambio con especialistas de Suiza, faro mundial del mecanismo. Inclusive se habló entonces de una eventual visita del mandatario venezolano a la Confederación, pero que no se concretizó.
“Venezuela está entre los países que más han desarrollado el sistema de la democracia directa a pesar de que la barrera para llegar a un referéndum o una iniciativa es muy elevada por el número de firmas que se requiere”, explica Thomas Fleiner.
El fundador y a la sazón director del Instituto de Federalismo de la Universidad de Friburgo, viajó en 2007 a Caracas. “Me quedé impresionado por las personas con las que colaboré. Había una enorme oposición, pero no en la sociedad civil, y los funcionarios estaban muy motivados y muy comprometidos para trabajar”, comenta.
Advierte sin embargo que la participación directa en Venezuela llevará muchos años antes de que se establezca como en Suiza. “También en Suiza duró mucho antes de que se anclara en la vida y la cultura política”, anota.
Poder vertical
Andreas Gross, miembro de los parlamentos de Suiza y del Consejo de Europa, y cofundador del ‘Taller para la Democracia Directa’ en St-Ursanne, también participó en el intercambio. Destacó entonces la pertinencia de que la ciudadanía, inclusive en forma minoritaria, propusiera objetos de escrutinio.
Hugo Chávez ha promovido una democracia participativa pero limitada, precisa a swissinfo.ch. “Es lo que llamaría una ‘democracia populista’ en el sentido de un sistema autoritario pero que ha servido al pueblo y ha actuado con la complacencia del pueblo”.
Añade que el presidente ha concentrado el poder en sus manos, “pero hay que decir que ha utilizado ese poder en el interés de la gran mayoría del pueblo porque las prestaciones sociales que ha introducido son absolutamente extraordinarias si comparamos con otros países de América Latina”.
En Venezuela, dice, hay muchas votaciones, pero los temas son propuestos por el Gobierno, lo que corresponde más bien a un plebiscito.
“El verdadero examen de calidad de una democracia directa es que 2% del pueblo pueda proponer a todo el mundo un cambio, pero al gobierno de Chávez le ha faltado el coraje de permitirlo”.
La Constitución venezolana establece que solamente con el respaldo de un 20% del electorado puede llamarse a las urnas. Tal fue el caso en 2004 cuando la oposición lanzó un referéndum para revocar el mandato chavista que fue rechazado por 58% de los electores. La cifra de respaldo mantuvo su promedio en las cuatro elecciones presidenciales: 56% en 1998; 59% en 2000; 63% en 2006 y 55% en 2012.
Para Miriam Kornblith, directora para América Latina de la Fundación Nacional para la Democracia (NED), el referéndum revocatorio de 2004 habría contribuido a la polarización de la sociedad, merced a problemas generados en su organización.
En un estudio sobre la Democracia Directa en Venezuela, la experta agrega que aunque se han introducido mejoras, “aún queda mucho por hacer en términos de equidad y equilibrio institucional para que el significado y el potencial de la democracia directa se hagan realidad”.
Amén de la solidaridad directa con diversos países de América Latina, África y Asia mediante mecanismos como la “Operación Milagro”, implementada junto a Cuba para operar de la vista a pacientes pobres, Chávez contribuyó a impulsar los diálogos de paz que sostienen Colombia y las FARC luego de medio siglo de enfrentamientos, y bajo su égida se fortaleció la unidad regional con la Alianza Bolivariana para América (ALBA), la Unión de las Naciones de Sudamérica (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Entre Chávez y Washington hay un abismo. Su “todavía huele a azufre”, en referencia a la presencia de George Bush en la palestra de la ONU (Nueva York, septiembre de 2006) en víspera de su propia participación, resonó días enteros en los medios electrónicos de comunicación.
La llegada de Barack Obama, y el destello de esperanza con el que le entregó ‘Las Venas Abiertas de América Latina’ (Eduardo Galeano), no cambiaron las cosas.
Con el objetivo de diversificar las relaciones de Venezuela y de reducir su dependencia de Estados Unidos y de los organismos financieros internacionales, Chavez ha impulsado las relaciones con países como Libia, Irán, Rusia y China. Saldó el adeudo venezolano con el FMI y obtuvo un préstamo de China. Recibió a líderes como Gaddafi y Ahmadineyad y preconizó la autodeterminación de los pueblos.
La apuesta de Chávez por el socialismo y la integración cayó en tierra fértil. Su llegada a la presidencia venezolana repercutió en la elección de gobiernos de izquierda en Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay y El Salvador, además del retorno sandinista a Nicaragua.
Transparencia electoral
El ex presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, fundador de la institución del mismo nombre, destacó que “de las 92 elecciones que hemos monitoreado, yo diría que el proceso electoral de Venezuela es el mejor del mundo”. Su mayor ventaja, precisó, radica en su total automatización, lo que facilita la verificación de los datos y hace imposible cualquier fraude.
Las declaraciones se produjeron en víspera de los comicios presidenciales del pasado 7 de octubre, a los que asistió como acompañante una delegación suiza, cuyos miembros coincidieron en destacar la legitimidad del proceso electoral.
“Estoy sorprendido de la calidad y la seriedad del proceso electoral, tanto a nivel institucional como en la parte técnica”, subrayó entonces el diputado Antonio Hodgers. “En Venezuela vi un sistema electoral muy perfeccionado, tal vez más avanzado que en Suiza misma, con representantes de la oposición en todas las mesas electorales del país”, agregó el presidente de la bancada verde.
Ada Marra, diputada socialista, destacó igualmente la participación de la oposición en cada etapa del proceso electoral, lo que en su opinión también lo legitima. Subrayó “la madurez política del sistema democrático venezolano”.
Los parlamentarios suizos destacaron igualmente la personalidad del presidente. “Observé una especie de culto a la personalidad, pero lo entiendo como una particularidad en América Latina”, comentó la legisladora. “Me impresionó mucho lo que Chávez hizo en Venezuela y también quedé muy impresionado por su gran popularidad”, señaló a su vez Mathias Reynard .
El benjamín del Parlamento suizo destacó igualmente la fuerte personalidad del mandatario y su carisma.
Líder carismático
Una fuerte personalidad cuyas manifestaciones no han sido del aprecio de los adversarios, del interior o de fuera.
“Aquellos que buscan un desarrollo diferente al impuesto por el capital de Europa y de Estados Unidos son inmediatamente criticados. Chávez ha buscado un camino que sirva a la mayoría de pueblo y no a los intereses del capital extranjero”, explica Gross.
Con un verbo fluido, sarcástico y sin cortapisas, Chávez responde a las acerbas críticas y al vilipendio de que con frecuencia es objeto.
Desparpajado, no vacila en entonar una melodía o en ponerse a bailar ante una multitud exultante. “Creo que todos los dirigentes en Europa quisieran tener una cuota de popularidad tan alta como la suya”, estima Reynard.
El propio Lula, en un mensaje de apoyo a Chávez previo a las elecciones: “Tu victoria será nuestra victoria”, destacó las conquistas “extraordinarias” para el pueblo y sentenció que “las clases populares jamás fueron tratadas con tanto respeto, cariño y dignidad”.
“Tal vez se puede ver en Chávez a un dirigente populista, incluso caudillista, que se da mucho en Latinoamérica, y no es el único. Incluso hay dirigentes de derecha con esas particularidades”, señaló Hodgers.
Al respecto, sentencia Andreas Gross: “El sistema latinoamericano de caudillismo vive también del carisma del líder (…) la personalización del sistema debilita a las instituciones”.
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