La mafia calabresa, entre tradición y modernidad
La ‘Ndrangheta’ se ha convertido en la organización criminal más poderosa de Italia, gracias al tráfico de cocaína y a su capacidad de explotar las oportunidades que brinda la globalización. Entrevista con Francesco Forgione, ex presidente de la Comisión Parlamentaria Antimafia.
Desde hace unos años la ‘Ndrangheta de Calabria (sur de Italia) es centro de atención no solo por sus propios méritos, sino también gracias a la labor de la Comisión Parlamentaria Antimafia de la XV Legislatura (abril de 2006-abril 2008) que presidió Francesco Forgione. Desde entonces, Europa ha tenido que hacerse a la idea de que el fenómeno no se limita exclusivamente a Italia.
En el libro Mafia Export. Come ‘Ndrangheta, Cosa Nostra e Camorra hanno colonizato il mondo, publicado en 2009, Francesco Forgione describe una situación preocupante. Las mafias italianas –y la Ndrangheta en especial– campan a sus anchas por todos los rincones del planeta, gestionan tráficos y capitales colosales que representan una auténtica plaga para la economía.
Según el ex diputado de Rifondazione Comunista, los países europeos –y entre ellos Suiza– deben plantearse seriamente el propósito de unificar las normas antimafia y adoptar medidas contundentes en materia de embargo y confiscación de bienes.
swissinfo.ch: ¿Cómo ha conseguido la Ndrangheta un poder semejante hasta eliminar a la Cosa Nostra (mafia siciliana) y la Camorra (mafia napolitana) de la lista de organizaciones criminales más poderosas?
Francesco Forgione: Aprovechó dos de sus características. En primer lugar, se apoyó en la gran emigración calabresa en el mundo y la transformó en una auténtica colonización de los territorios. A diferencia de otras organizaciones, cuando los calabreses de la ‘Ndrangheta llegan a un lugar, no se contentan con blanquear su dinero, sino que establecen allí sus estructuras creando núcleos organizados que están estratégicamente vinculados con Calabria.
La segunda característica es la capacidad que ha tenido la ‘Ndrangheta de vivir en la clandestinidad. Nunca desafió al Estado italiano, jamás causó víctimas como Falcone y Borsellino (jueces antimafia asesinados con su escolta en 1992) en Sicilia, nunca mató a políticos importantes. Las clases dirigentes y el mundo de la información también tienen su parte de responsabilidad, porque prefirieron cerrar los ojos y hacer oídos sordos.
Todo ello permitió a la ‘Ndrangheta acumular capitales, incrementar su fuerza sin verse contrariada y explotar las oportunidades que ofrece la globalización.
swissinfo.ch: ¿Cuáles?
F.F.: Son al menos dos. La primera consiste en mover capitales de una parte del mundo a otra en tiempo real y sin controles. La segunda fue pasar del mercado de la heroína -dominio exclusivo de los sicilianos durante decenios- al de la cocaína. Este cambio pilló a la mafia siciliana desprevenida y llevó a la ‘Ndrangheta a convertirse en el gran bróker internacional, sobre todo en el narcotráfico entre Sudamérica y Europa.
Así la ‘Ndrangheta adquirió un enorme poder, no solo en el ámbito criminal, sino también económico y financiero. Por ello hoy todos consideran que la ‘Ndrangheta es más peligrosa que las otras dos organizaciones mafiosas.
swissinfo.ch: Pese a su capacidad de vivir en la clandestinidad, la ‘Ndrangheta lleva varios años en el punto de mira. ¿Qué ha ocurrido?
F.F.: La ‘Ndrangheta cometió el mayor error que podía cometer: la matanza de Duisburgo (seis calabreses asesinados en la ciudad alemana en agosto de 2007). Los ojos de Europa y parte del mundo se fijaron así en una mafia que hasta ese momento había vivido sin llamar la atención.
A ello se suman los trabajos de la Comisión Parlamentaria Antimafia que yo presidí. Existe desde 1964 y, por primera vez en la historia, en 2008 publicó un informe dedicado exclusivamente a la ‘Ndrangheta. Inmediatamente después, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos la incluyó en la lista de las principales organizaciones criminales del mundo. Y esto llevó a que no solo los investigadores se interesaran en la ‘Ndrangheta, sino también las instituciones y la opinión pública.
swissinfo.ch: Sorprende la modernidad de la ‘Ndrangheta, su capacidad de moverse sin problemas en un mundo globalizado y, simultáneamente, de preservar en su seno ritos casi ancestrales…
F.F.: Creo que ahí reside precisamente su fortaleza. En esa fuerte dimensión de identidad, con sus ritos, su relación osmótica con la religión, el sentido de pertenencia que le permite blindarse con la omertà (ley del silencio). Al mismo tiempo dispone de una gran capacidad emprendedora, sabe aprovechar todas las oportunidades de la globalización por medio de una burguesía que no se codea con la ‘Ndrangheta como tal, sino con la fuerza económica que representa.
swissinfo.ch: ¿Y cómo utiliza a Suiza y al resto de países europeos? ¿Cómo centros para blanquear capitales o también territorios donde implantar tráficos ilegales?
F.F.: Ambas cosas. Respecto a los países europeos, Suiza -además de las razones financieras por todos conocidas que se derivan de su secreto bancario- tiene un problema adicional. El país limita con la región de Lombardía donde la ‘Ndrangheta ejerce un control –según los magistrados de Milán- similar al que tiene en Calabria. Hemos llegado al punto de que los empresarios extorsionados en Lombardía, a semejanza de sus homólogos en Calabria, se niegan a presentar denuncia o testimonio.
La idea que prevaleció durante varios años en Suiza y el resto de Europa era que cuando llegan fondos de la mafia, no llegan los mafiosos. Pero ocurre justamente lo contrario. Las mafias tienen una influencia negativa sobre el territorio y la relación de transparencia entre la economía y los sistemas empresarial y crediticio.
swissinfo.ch: ¿Hay riesgo de violencia también en Suiza?
F.F.: No creo que los miembros de la ‘Ndrangheta sean tan estúpidos. La principal violencia es la que ejercen sus capitales contra la transparencia económica. No creo que se repita la tragedia de Duisburgo. Causó demasiado daño y son plenamente conscientes de ello.
swissinfo.ch: ¿Qué deberían hacer Suiza y otros países europeos en el ámbito jurídico para luchar más eficazmente contra las mafias?
F.F.: En primer lugar, aunar esfuerzos para unificar la legislación antimafia, lo que implica extender el delito de asociación mafiosa a todas las jurisdicciones europeas.
Asimismo hay que adoptar medidas de embargo y confiscación de bienes, como ocurre en Italia. El reconocimiento de estos procedimientos debe ser recíproco. La mafia es una problemática que requiere ser tratada, si no a escala mundial, por lo menos a escala europea.
En su informe de 2008, la Comisión Parlamentaria Antimafia italiana equipara la ‘Ndrangheta a “una estructura tentacular privada de dirección estratégica, pero caracterizada por una especie de inteligencia orgánica, similar a la de Al Qaeda”.
Los autores coinciden en que las investigaciones sobre la ‘Ndrangheta figuran entre las más difíciles. Los fuertes vínculos familiares que aún prevalecen en la organización, reforzados por una serie de ritos, obstaculizan aún más las operaciones de infiltración. Además, es muy difícil encontrar a arrepentidos.
En 2010, según el Informe de la Dirección de Investigación Antimafia, en Italia se cometieron 29 homicidios atribuidos a la ‘Ndrangheta; 20 a la Camorra, 15 a la Sacra Corona Unita y 8 a la Cosa Nostra.
En un estudio publicado en 2008, el instituto de investigación Eurispes, uno de los más destacados de Italia, estimó en cerca de 44.000 millones de euros la cifra de negocios de la ‘Ndrangheta. Esta suma equivale a cerca del 3% del PIB de Italia y sitúa a la ‘Ndrangheta en el nivel de multinacionales como Renault, Novartis o Nokia.
Casi dos tercios de su facturación provienen del narcotráfico (27.000 millones), el resto de mercados públicos, la prostitución, extorsión y el tráfico de armas.
Se estima que las cuatro principales organizaciones criminales italianas (Cosa Nostra, ‘Ndrangheta, Camorra y Sacra Corona Unita) facturan 130.000 millones de euros.
Nació en 1960 en Catanzaro (Calabria). Fue redactor jefe y director del diario Liberazione y militó en las filas de Rifondazione Comunista, partido por el que fue diputado en 2006. Durante la XV Legislatura (2006-2008) presidió la Comisión Parlamentaria Antimafia. Recientemente se adhirió a la Izquierda Ecología y Libertad.
Ha publicado varios libros sobre el crimen organizado, entre ellos Oltre la Cupola, massoneria, mafia e política (1994), ‘Ndrangheta. Boss, luoghi e affari della mafia più potente al mondo (2008) y Mafia Export. Come ‘Ndrangheta, Cosa Nostra e Camorra hanno colonizzato il mondo.
(Traducción: Belén Couceiro)
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