Los recuerdos de Tiananmen pasan por Suiza
El mundo entero recuerda la represión de la Primavera de Pekín, la noche del 3 de junio de 1989. El mundo entero excepto China, donde la censura oculta completamente el acontecimiento. Con todo, en veinte años China evolucionó mucho. Para bien.
Es la historia de un visado para Suiza. Un visado con entradas múltiples, a causa del cual Han Dongfang tiene prohibida la entrada a China Popular desde 1993, a pesar de ser un ciudadano de ese país.
Su designación de ‘persona non grata’ obedece al hecho de que este antiguo electricista de los ferrocarriles chinos fue también un líder del movimiento de Tiananmen. En 1989, crea el primer sindicato independiente de China, la Fundación Autónoma de Trabajadores de Pekín. La Primavera de Pekín moviliza también a los trabajadores, no solamente a los estudiantes. Han Dongfang los lleva y los representa en la Plaza de la Paz Celeste.
Fuera de la ley
Después de la funesta noche del 3 de junio y el asalto del ejército contra los manifestantes, Han Dongfang monta su motocicleta para ir a descubrir su país. Prevé viajar unos o dos años.
Pero al cabo de diez días, advierte en la televisión y en afiches que pusieron precio a su cabeza. Se le busca por maniobras contrarrevolucionarias. Entonces se entrega a la policía y es encarcelado. Durante los 22 meses que permanece en prisión es torturado y contrae la tuberculosis. Sus carceleros terminan por soltarlo, por temor a que se les considere culpables de su muerte.
Han Dongfang logra hallar los recursos para irse a curar a Estados Unidos, pierde un pulmón, pero recupera la salud.
Visado para Suiza
«Había prometido a mis amigos no olvidarlos, entonces regresé a China, vía Hong Kong», recuerda este hombre de 46 años, convertido al cristianismo, que vive todavía hoy en la ex colonia británica.
«Apenas de vuelta en China Popular, un funcionario me declaró que yo ya no era bienvenido, que violaba la Constitución. Respondí que en ese caso, mi lugar estaba en una prisión china. No quisieron saber nada, la decisión de rechazarme era de orden político. En ese momento advirtieron en mi pasaporte este visado para Suiza. Había participado unos días antes en una conferencia sindical en Ginebra, y me habían expedido un visado con múltiples entradas, cuando yo sólo quería una. Con eso les fue fácil rechazarme en China, puesto que tenía otra parte a donde ir. Me instalé en Hong Kong.»
China ha cambiado
Desde ahí, Han Dongfang sigue militando para los derechos de los trabajadores de China. Fundó el China Labour Bulletin y conduce una emisión en Radio Free Asia. Optimista por naturaleza, considera que China ha cambiado.
«Si detienen a abogados, a periodistas por sus ideas, es porque se atreven a expresarlas, afirma. Se atreven a defender las causas perdidas, desafiar al poder existente».
Han Dongfang precisa: «No era el caso hace apenas diez años. Muchos cambios van en el buen sentido, gracias a la gente valiente, pero gracia también al Partido Comunista. Observe nuestra historia: todas las revoluciones apuntaban al emperador, que siempre fue sustituido por un nuevo emperador. El resultado es que desde hace 2000 años, hemos sacrificado cientos de millones de vidas humanas para nada. Es hora de salir de ese círculo y de concentrarse en la vida de la gente. Poco me importan si el Partido Comunista permanece en el poder 20 años, 50 o incluso un siglo, siempre que cambie su manera de dirigir el país.»
Enfoque pragmático
Este enfoque pragmático es también el que predica Suiza, a través al diálogo sobre los derechos humanos que mantiene con China.
Blaise Godet, embajador de Suiza en Pekín, considera que «hay del lado chino una mayor propensión –que no era el caso hace algunos años-, para abordar todas estas cuestiones (de los derechos humanos). El tema ya no es tabú, y en cualquier caso, no tenemos otra elección que proseguir ese diálogo antes, durante y después de Tiananmen».
¿Es decir que China, lentamente, se acerca al modelo democrático? «Tenemos un diálogo sobre derechos humanos, no sobre democracia. Por el momento, para los chinos es importante la primacía del Partido Comunista. Entonces decir que la democracia progresa… yo diría sobre todo que los derechos humanos avanzan, y eso es un buen augurio».
Colocar las bases para el futuro
Democracia, una palabra que el militante Han Dongfang ha borrado de su discurso militante. Habla simplemente de la vida de la gente: tiempo de trabajo, salario, seguridad social, etc. e intenta mejorar sus condiciones. «Eso tomará tiempo, décadas, yo trabajo en colocar las bases para las generaciones futuras.»
Pero por ahora, la estabilidad que muestra China es quizá engañosa. Los escollos son numerosos, lo que podría hacer vacilar al sistema, comenzando por la corrupción. «Lo nunca visto en nuestra historia -considera Han Dongfang-, el poder político está corrupto en todos sus puntos. Pero no creo que la caída del PCC haría desaparecer la corrupción. Entonces, si el partido quiere luchar realmente contra esta plaga, yo seré el primero en alegrarme de trabajar con él.»
Alain Arnaud, Pekín, swissinfo.ch
(Traducción: Marcela Águila Rubín)
Nadie sabe cuántos ciudadanos cayeron bajo las balas del Ejército popular, el 4 de junio de 1989.
El Gobierno chino mencionó 300 muertos, incluidos 23 estudiantes. La Cruz Roja China y fuentes occidentales hablan de entre 2.600 y 3.000.
La Asociación de las Madres de Tiananmen, a pesar del acoso del que es objeto, acaba de enviar una carta abierta al Gobierno chino para pedirle que aclare los acontecimientos.
Es la única entidad que elaboró una lista de víctimas. Cuenta con hoy 198 nombres.
Diálogo. Suiza fue el primer país occidental, en 1991, en instaurar un diálogo sobre derechos humanos con China.
Temas. Los debates son regulares y se celebran en China y en Suiza; se han abordado:
– derecho penal y reforma penitenciaria (incluidas la tortura, la detención administrativa, la pena de muerte, el sistema penitenciario)
– libertad de religión (Falun gong), derechos de las minorías (tibetanos, uïghurs)
– derechos sociales y económicos
– mecanismos internacionales vinculados a los derechos humanos.
Silencio. La conmemoración de los acontecimientos de Tiananmen no se mencionó en el marco de este diálogo.
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