¿El servicio militar es obligatorio en Suiza?
Mientras Francia, Alemania, Italia y España lo han lo abolido, Suiza es uno de los pocos países europeos donde el servicio militar es aún obligatorio. Desde 1996, sin embargo, existe la posibilidad de realizar un servicio civil alternativo. Antiguamente, los objetores de conciencia terminaban entre rejas.
“Suiza no tiene un ejército, Suiza es un ejército”: Esta frase resumía la doctrina militar helvética durante la Guerra Fría. La defensa militar era un elemento indiscutible de la identidad nacional y cada ciudadano suizo estaba llamado a aportar su granito de arena.
Los hombres suizos tenían que prestar servicio militar obligatorioEnlace externo hasta los 44 años de edad y participar cada año en los denominados cursos de repetición. Con más de 600 000 efectivos, el ejército helvético era uno de los más grandes de Europa, al menos en el papel.
El estigma del objetor de conciencia
En semejante contexto, la objeción de concienciaEnlace externo estaba considerada una amenaza para la esencia misma del Estado y sancionada con duras penas de prisión. Sin embargo, esto no impidió que el número de objetores de conciencia aumentara, sobre todo a partir del final de los años 1960.
Entre 1968 y 1996, cerca de 12 000 ciudadanos fueron condenados a penas de cárcel por negarse a cumplir el servicio militar. Amnistía Internacional criticó reiteradamente a Suiza por esta práctica. Dos iniciativas ciudadanas que querían introducir un servicio civil alternativo fueron sometidas a votación y rechazadas en 1974 y 1984.
Las cosas cambiaron después de la caída del Muro de Berlín y después de que un tercio de la población suiza votara a favor de una iniciativa popular que pretendía abolir el ejércitoEnlace externo, dejando así en entredicho el antiguo modelo de defensa nacional. En 1992, los ciudadanos aprobaron una enmienda constitucional para la introducción del servicio civilEnlace externo. La ley de aplicaciónEnlace externo de la iniciativa entró en vigor en 1996, bastante más tarde que en la mayoría de los demás países europeos.
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Una mujer en el ejército suizo
Una decisión popular
Al principio, aquellos que optaban por el servicio civil debían someterse a las preguntas de una comisión de admisión y demostrar que el cumplimiento del servicio militar les generaba un conflicto de conciencia.
La entrevista se abolió en 2009. Hoy el servicio civil dura una vez y media más que el servicio militar.
Con la abolición de esta entrevista en 2009 aumentó considerablemente el número de admisiones al servicio civil. Si en los años 90 rondaban las 1 500, en 2009 ya eran 6 700.
Más obstáculos
El Consejo Federal (gobierno) intervino en 2011 para intentar restar atractivo al servicio civil y reducir el número de solicitantes. En octubre de 2018 presentó un nuevo paquete de medidasEnlace externo que pretende hacer más difícil el paso al servicio civil, sobre todo, a los soldados que ya han cumplido una parte del servicio militar.
El Consejo de los Estados (la cámara alta del Parlamento suizo) respaldó el proyecto del gobierno en septiembre pasado. Si la propuesta recibe el visto bueno de la otra cámara, el Consejo Nacional, es posible que los detractores intenten abrogarla si consiguen el número de firmas necesarias para someterla a referéndum popular.
Una elección no del todo libre
Desde el punto de vista legal, el servicio militar y el servicio civil no son equivalentes. El correspondiente artículo de la Constitución suizaEnlace externo establece que el servicio militar es obligatorio para los hombres.
Según el Código Penal MilitarEnlace externo, negarse a prestar servicio militar es punible, si a una personas le ha sido denegada la admisión en el servicio civil o si no presentó la solicitud a tiempo. Esto vale también para la objeción al servicio civil. No obstante, estos casos son muy raros y las sanciones suelen ser pecuniarias.
No hay rehabilitación
En septiembre de 2018, la diputada de los Verdes por Ginebra Lisa Mazzone presentó una iniciativa parlamentariaEnlace externo. Pedía la anulación de las condenas penales dictadas contra personas que se habían negado a cumplir el servicio militar por razones de conciencia entre 1968 y 1996.
Para demostrar el carácter “injusto y cuanto menos discutible” de las condenas, Mazzone citó una resolución del Consejo de Europa de 1967 que, en referencia a la Convención Europea de los Derechos Humanos, imponía a los Estados conceder el derecho de objeción a sus ciudadanos.
En septiembre de 2019, el Consejo Nacional (cámara baja) decidió no dar curso a esta iniciativa parlamentaria.
Traducción del italiano: Belén Couceiro
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