‘No Billag’ es un ataque contra Suiza
Les medios de prensa independientes tienen una gran importancia para la democracia suiza, subraya Tim Guldimann. Según el diputado socialista y exembajador de Suiza en Alemania, la iniciativa popular por la supresión del canon para financiar la radio y televisión hace peligrar el acceso a una información objetiva e imparcial.
Siempre he sido muy crítico con mi país, pero cuanto más tiempo paso fuera de sus fronteras, más aprecio a Suiza. En el extranjero, en particular durante los 13 años en Alemania, constaté que muchas cosas no funcionan tan bien si se comparan con la manera suiza. Sin embargo, no se debería pensar en las cualidades de nuestro país como algo ya adquirido. Aquí tres ejemplos:
SWI swissinfo.ch es una unidad empresarial de la SSR y la mitad de su presupuesto procede del canon de la Radio y la TV, Billag.
En primer lugar, tendemos a pensar que nuestra democracia directa es extraordinaria. Garantiza una confianza amplia de la población en el Estado, el Gobierno y la política. En otros países, esta confianza se desvaneció. Nuestra democracia depende de una capacidad de discutir abierta y objetivamente sobre cuestiones políticas. Y, por esto, necesitamos de medios de información independientes.
En los últimos años, numerosos periódicos perdieron su libertad. Fueron comprados por sectores económicos influyentes que buscan orientar la opinión pública de manera interesada. Por lo tanto, es aún más importante para el sistema, que la radio y la televisión conserven su independencia y su carácter imparcial. Es la única forma de que swissinfo.ch, como empresa de la SSR, pueda publicar este artículo al mismo tiempo que el de mi colega en el Consejo Nacional (Cámara baja), Claudio Zanetti.
Sin embargo, si de cara a votaciones futuras usted deseara conocer solamente la opinión del Señor Zanetti, en un medio informativo dirigido por Christoph Blocher, dado que la SSR ya no existiría, entonces tendría que votar a favor de la iniciativa ‘No Billag’.
En segundo lugar, una amenaza se cierne sobre la función pública. Nos quejamos muchas veces de los ferrocarriles (CFF), del correo (la Poste), o de Swisscom, porque las exigencias del mercado les obligan a hacer economías, lo que provoca, por ejemplo, el cierre de oficinas postales. Hay que subrayar, sin embargo, que nuestro servicio público sigue funcionando muy bien en comparación internacional. Fiable, garantiza tanto la calidad de vida como que nuestro país sea atractivo para las inversiones.
Alemania ha sucumbido más a esta ilusión de creer que la privatización reduce los costos, que el mercado es más eficiente que el Estado. Me enfado constantemente en Berlín cuando los paquetes no llegan, los trenes tienen retraso o se corta la línea telefónica. Solo la radio pública alemana, comparable a la que tenemos en Suiza, garantiza la calidad de una información objetiva.
‘No Billag’ no solo haría desaparecer ‘Echo der Zeit’ (prestigiosa emisión de la radio suiza en legua alemana SRF). La iniciativa constituye un ataque frontal a la convicción, hasta ahora indiscutible, de que el Estado debe hacer frente a los problemas sociales que el mercado ignora.
En tercer lugar, la calidad esencial de Suiza reposa sobre una diversidad lingüística y regional. En virtud de esta diversidad, solo un tratamiento solidario y respetuoso de todas las partes permite mantener la cohesión interna del Estado. Esto se aplica, por ejemplo, a las infraestructuras: hemos gastado 500 millones de francos para construir el Túnel de la Vereina con el objetivo que una pequeña minoría de 8 000 habitantes de la Baja Engadina puedan estar conectados al resto de Suiza. De igual forma pasa con la radio y televisión públicas.
No se trata solo del romanche, como cuarta lengua nacional, sino de la diversidad aun a pequeña escala de nuestro país. Un país donde la gente se siente en casa gracias a los programas locales y regionales de los medios informativos. La SSR sostiene 21 radios y 13 televisoras regionales. Eso cuesta. Sin embargo, el canon le cuesta menos a un fanático de los deportes que un abono a una televisión de pago para mirar los partidos que hoy puede ver en la televisión nacional.
La SSR es particularmente importante para los 780 000 conciudadanos que viven en el extranjero, como pasarela de información hacia su patria.
swissinfo.ch acerca la V Suiza a nuestro país, ofrece puntos de vista sobre las votaciones, y en materia electoral, crea el marco de un debate político en el cual pueden participar los suizos en el extranjero.
El mandato de información de la SSR va mucho más allá. Con su participación en TV5Monde y 3Sar, Suiza llega a 300 millones de hogares francófonos y 70 millones de habla alemana en el mundo.
‘No Billag’ significa el fin de la SSR. En tanto que suizos en el extranjero, debemos comprender lo que está verdaderamente en juego para nuestro país el 4 de marzo de 2018
Los puntos de vista expresados en este artículo corresponden a su autor y no reflejan obligatoriamente los de swissinfo.ch
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“¿Votaría ‘no’ aun si debiera pagar?”
Traducido del francés por Sergio Ferrari
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