¿Qué hay detrás del último aumento de casos de COVID-19?
Los contagios de coronavirus están aumentando en Europa en países como Francia, Alemania, Italia, Gran Bretaña y Suiza, aunque también lo hacen en Asia. SWI swissinfo.ch ha entrevistado a un experto en COVID para saber qué hay detrás de este dramático resurgimiento y lo que debería preocuparnos.
Tras un descenso en los casos confirmados de COVID en todo el mundo, las cifras vuelven a subir. Suiza registró un punto máximo de contagios a finales de enero y el 17 de febrero las autoridades sanitarias suspendieron la casi totalidad de las restricciones anticoronavirus. Sin embargo, en las últimas semanas el número de nuevas infecciones aumenta nuevamente.
SWI swissinfo.ch: La semana pasada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el fin de la pandemia de COVID-19 estaba lejos, y añadió que los nuevos casos son sólo la «punta del iceberg». ¿Cuál es su opinión sobre el reciente aumento?
Antoine Flahault: Después de cada ola de COVID, los políticos, los periodistas, el público, pero también muchos expertos, pretenden que sea la última. Ahora tenemos la ola Ómicron, y de nuevo afirman que «se ha acabado», pero no es así.
Antoine Flahault se licenció en medicina en la Universidad París Descartes y se doctoró en Ciencias Médicas en 1991 en la Universidad París Diderot.
Actualmente es director del Instituto de Salud Global de la Universidad de Ginebra y presidente de la recién fundada Agencia para la Acreditación de la Educación en Salud Pública en Bruselas, y copresidente de la Alianza Académica Europea de Salud Global.
Su trabajo se ha centrado en el seguimiento de las enfermedades infecciosas, y ha desempeñado un papel destacado en la creación de un sistema nacional de vigilancia de enfermedades en Francia (Réseau Sentinelles) y en la coordinación de un grupo de trabajo contra el dengue en las Antillas francesas y contra el virus Chikungunya en la región del Océano Índico.
Actualmente estamos experimentando un gran aumento de casos. En Suiza, el nivel de incidencia es elevado [el 23 de marzo la tasa de incidencia de 14 días era de 4 087 casos por cada 100 000 habitantes, una de las más altas de Europa]. Hemos alcanzado los mismos niveles de ingresos hospitalarios que para la variante Delta y la variante BA.1 Ómicron. Lo que ocurre es que ahora nos hemos acostumbrado.
Tenemos que reconocer al menos que la gente de los países europeos no sufre complicaciones graves como en Hong Kong o Corea del Sur. Así que parece que esta ola, al menos por el momento, no es tan grave en Europa como en otras partes del mundo, como en el sudeste asiático, por ejemplo.
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Coronavirus: la situación en Suiza
Sin embargo, la tasa de mortalidad sigue siendo elevada en la mayoría de los países europeos; la mortalidad debido a la COVID ocupa el primer lugar entre todas las causas. Eso no es aceptable. Nos enfrentamos a un patrón de mortalidad completamente nuevo y parece que lo aceptamos mientras podríamos intentar abordarlo de forma más eficaz.
SWI: ¿A qué se debe este nuevo aumento de infecciones? Algunos culpan a los gobiernos de relajar las restricciones de salud pública, pero ¿no es simplemente la nueva subvariante BA.2 Ómicron, que se estima que es un 30% más contagiosa que su predecesora BA.1?
A.F.: Es una buena pregunta. Una primera reacción sería decir que el aumento se debe a que se han levantado las medidas de prevención demasiado pronto, como ocurrió en Suiza o en los Países Bajos. Sin embargo, algunos países, como Italia o Francia, han sido más prudentes en el levantamiento de medidas y están experimentando el mismo repunte. Yo diría que probablemente no es exactamente el levantamiento de las medidas lo que explica este repunte.
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COVID: Las mascarillas se convertirán en algo habitual
Mi hipótesis se centra en el contagio debido a la contaminación del aire exterior. Trabajamos en la Universidad de Ginebra con climatólogos en un trabajo de investigaciónEnlace externo que muestra que los picos de contaminación atmosférica en invierno y de partículas finas están asociados a los picos de COVID-19 un par de semanas después. En los últimos meses hemos visto un tiempo muy suave en Europa asociado a altos niveles de contaminación por partículas finas, lo que podría haber desencadenado ese repunte.
SWI: ¿Debemos preocuparnos por el reciente aumento de contagios?
A.F.: Según la experiencia que hemos vivido en los dos últimos años, deberíamos preocuparnos. No es una gripe. No es un resfriado. Es una enfermedad que puede provocar hospitalizaciones y muertes, y también COVID largo (síntomas prolongados). Por tanto, debemos preocuparnos y proteger a quienes tienen un mayor riesgo de sufrir esas complicaciones.
Hemos aprendido también que muchas personas pueden no padecer síntomas graves de COVID-19. Por eso muchos piensan que no es un problema tan importante y no se preocupan demasiado. Pero si quieren ser empáticos y solidarios con las personas que son de riesgo, deberían protegerse a sí mismos y a los más vulnerables.
La carga viral es realmente importante para determinar la gravedad de la infección. Si por ejemplo te contagias y eres paciente de riesgo, pero la carga viral no es alta, puedes padecer una forma mucho menos grave de COVID-19. Llevar una mascarilla, por ejemplo, ayuda a disminuir significativamente la carga viral.
SWI: ¿Cuál es su opinión sobre la situación actual de COVID en Suiza (ver infobox más abajo)?
A.F.: El éxito puede ser relativo. Corea del Sur ha sido uno de los países con mejores resultados en la lucha contra la COVID. Alrededor del 87% de la población está vacunada y el 64% ha recibido una dosis de refuerzo.
Lo han hecho muy bien si tenemos en cuenta sus cifras de mortalidad. La tasa de mortalidad debida a la COVID es mucho menor en Corea del Sur que en la mayor parte del mundo, especialmente en el mundo occidental. No obstante, su rendimiento ahora es inferior. Tienen uno de los niveles de incidencia más altos del mundo, si no el más alto. Recientemente han experimentado una oleada de hospitalizaciones en unidades de cuidados intensivos y también ha aumentado la mortalidad. Así que yo no diría demasiado rápido que la subvariante Ómicron BA.2 es tan leve.
Se espera que los casos de coronavirus sigan aumentando en Suiza en las próximas semanas, debido a la subvariante Ómicron BA.2, más contagiosa, según informaron las autoridades sanitarias federales el 22 de marzo. Las hospitalizaciones, los casos de cuidados intensivos y las muertes han aumentado también ligeramente en los últimos días. No obstante, los altos carog federales no parecían demasiado preocupados el martes. «Gracias al alto nivel de inmunidad, ahora se puede permitir un número elevado de casos sin correr el riesgo de que las instituciones sanitarias vuelvan a sobrecargarse», señaló Patrick Mathys, jefe de gestión de crisis de la Oficina Federal de Salud Pública (OFSP).
El fin de semana, un alto cargo sanitario expresó su preocupación por la posibilidad de que el número de nuevos casos de coronavirus en Suiza se esté infravalorando. Rudolf Hauri, presidente de las instituciones sanitarias cantonales, estima que el número de nuevos infectados por el virus es de 150 000 al día, frente a los 25 000-30 000 diarios que se registran oficialmente en la actualidad. Advirtió que incluso las personas triplemente vacunadas podrían infectarse y acabar en el hospital cuando la actividad del virus es tan alta.
Está previsto que a principios de abril se levanten las últimas medidas de salud pública de COVID (mascarillas en el transporte público). A partir de abril, la OFSP solamente comunicará las estadísticas sobre el coronavirus una vez a la semana, en lugar de hacerlo diariamente.
La OFSP y la Comisión Federal de Vacunación no recomiendan actualmente una segunda vacuna de refuerzo de COVID.
Suiza es uno de los países europeos que mejor se comportóEnlace externo contra la pandemia desde el principio. ¿Pero seguirá siendo así? Es difícil decirlo. Algunos atribuyen el éxito de Suiza a la vacuna Moderna de ARNm, que es la más utilizada en el país. Quizá gracias a la vacuna Moderna, Suiza ha conseguido limitar su tasa de hospitalización y de mortalidad.
Aunque eso puede cambiar en las próximas semanas si la inmunidad disminuye en Suiza. Suiza no está bien protegida en términos de cobertura [de vacunación] (69%); sigue siendo frágil. Siempre corremos el riesgo que nos suceda como a Corea del Sur, y pasar a tener un alto nivel de contagios acompañado de un alto grado de hospitalizaciones y muertes. Nunca daría por acabada esta pandemia.
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Suiza levanta la mayoría de las restricciones anti-COVID
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