Los suizos rechazan la reforma para el retiro
El ministro suizo de Salud, Alain Berset, su principal promotor, reconoció el revés de la ciudadanía a la reforma para las jubilaciones (53% de los votos en contra), pero advirtió que no fue una derrota “absoluta” y anunció que el Gobierno Federal “continuará el debate sobre nuevas bases”.
“Los problemas no se solucionaron hoy. Es claro que luego de veinte años sin una reforma, es necesario encontrar un camino para sanear el primero y segundo pilar (del sistema de seguridad suizo). Ahora tenemos que discutir cómo hacerlo”, indicó el ministro en rueda de prensa convocada tras el anuncio de los resultados del escrutinio.
Berset subrayó la necesidad de analizar las consecuencias de la votación para el sistema de previsión social e informó que el Gobierno reunirá en los próximos días a los principales grupos concernidos para encontrar una solución.
Apoyada por el Gobierno y una mayoría legislativa, la Previsión para la Vejez 2020Enlace externo, sometida este domingo a escrutinio popular, incluía el incremento de un año en la edad de jubilación para las mujeres y un ligero incremento en el IVA. La derecha y algunos sectores de la izquierda estaban en contra.
“El aumento en la edad de la jubilación de las mujeres, el aumento del IVA, el aumento en la cotización del AVS y las pensiones, así como la baja en las rentas habrían sido un precio demasiado alto a pagar por las trabajadoras y los trabajadores de Suiza”, apuntó el Partido Suizo del Trabajo-Partido Obrero Popular, al manifestar su beneplácito por el rechazo popular a la Previsión Vejez 2020.
Contrariamente, el Consejo Suizo de las Personas Mayores (CSA)Enlace externo expresó su desazón por el resultado del escrutinio: “Nuestra obra social está cada vez más amenazada a causa de los déficits que deberá afrontar”. En un comunicado, la entidad urge a los adversarios de la reforma presentar un nuevo proyecto con el cual demuestren que sus motivos e intenciones del rechazo no son únicamente el desmantelamiento social.
Y, lo anterior, en el más breve plazo, toda vez que una tarea semejante requiere al menos una década, y “cuanto más esperemos, más drástica será la situación y más cara la respuesta”.
En primer lugar, señalan que ese nuevo proyecto debe incluir, como medida prioritaria y urgente, la mejora de las condiciones de los cerca de 319 000 beneficiarions de prestaciones complementarias que viven en condiciones precarias.
Cadena de naufragios
La de este domingo, se suma a la lista de derrotas que desde 1997 han sufrido los intentos de reforma del sector, tanto en el seno del Parlamento como a través de las urnas. Empero, el sistema suizo de pensiones requiere una modificación urgente.
En Suiza, como en otros países del mundo, la población envejece. Mientras hace apenas 50 años la esperanza de vida era de 74 años para las mujeres y de 68 para los hombres, hoy es de 84 y 80 años, respectivamente. Al mismo tiempo, se ha modificado la proporción entre las personas jubiladas y aquellas aún en activo. De cinco a uno hace medio siglo a poco más de tres a uno a la hora actual.
Esa situación, aunada a un crecimiento económico moderado y unas tasas de interés excepcionalmente bajas, hace que el futuro de las pensiones se avizore más bien sombrío. Los diversos sectores del país coinciden en la necesidad de introducir cambios que permitan garantizar el financiamiento para el retiro, pero no todos están de acuerdo en la manera de lograrlo.
Un año más de laburo femenil
En líneas generales, la reforma rechazada este domingo proponía incrementar la edad de jubilación de las mujeres (de 64 a 65 años) equiparándola así a la de los hombres. Sindicatos y sectores de izquierda rechazaban en particular ese punto porque consideran que las trabajadoras están ya suficientemente desfavorecidas al percibir, en muchos casos, salarios inferiores a los de sus compañeros por las mismas tareas.
El aumento en la edad del retiro para las mujeres supondría un ahorro anual de 1 300 millones de francos anuales, de acuerdo con los promotores de la reforma.
Establecía igualmente un decremento en la tasa mínima de conversión de los haberes acumulados (del 6,8 al 6%), y un aumento en las cotizaciones del seguro de vejez (AHV/AVS) de hasta 1%. En compensación, fijaba un suplemento de 70 francos en las rentas mensuales de los jubilados.
Ligero aumento del IVA
Para el financiamiento complementario del seguro del AHV/AVS establecía un aumento del 0,3% al Impuesto al Valor Agregado (IVA), incremento que también rechazó el soberano.
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