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«Suiza debe reconocer sus fallos con relación a Libia»

Musa Kusa expresa su opinión sobre el conflicto diplomático con Suiza. Keystone

Honor burlado, ofensas repetidas, insulto al régimen: en palabras de Musa Kusa, Ministro de Exteriores de Libia, el concepto de humillación es omnipresente. En entrevista, expresa claramente las exigencias de Trípoli para poner fin a la crisis.

El ministro se dice humillado por la posición de Suiza en materia de visados Schengen, que se niegan a dignatarios de Libia. Musa Kusa, asegura tener dificultades para comunicarse con su homóloga suiza, Micheline Calmy-Rey.

Compensación y castigo… El Ministro reitera las exigencias de Libia de poner fin a la crisis. Si el Gobierno suizo quiere la paz, debe reconocer sus errores.

Entrevistado en Argel, al margen de la Cumbre contra el Terrorismo en el Sahel, el jefe de la diplomacia libia, alto responsable del régimen y allegado al coronel Gaddafi, estima que su país está libre de culpa en este asunto.

Musa Kusa ataca duramente a su homóloga helvética Micheline Calmy-Rey, y pide a la presidenta de Suiza, Doris Leuthard, y al Parlamento intervenir para que termine la situación de tensión. Libia reivindica de nuevo un arbitraje internacional.

¿Cuál es la situación para salir de la crisis entre Suiza y Libia?

Musa Kusa: La solución está en manos del Gobierno de Suiza, que debe mantener sus compromisos.

¿Por ejemplo?

M. K: Suiza nos prometió, durante nuestro encuentro a fines de febrero en Madrid, que encontraría y castigaría en el plazo de un mes a los responsables que permitieron las fugas en la publicación de fotografías de un diplomático libio tras su arresto en 2008 en Ginebra.

Pero desde entonces trata de ganar tiempo. Para nosotros, es algo muy sencillo. Queremos que Suiza nos explique quién es el responsable de la humillante detención en Ginebra, por qué las normas diplomáticas no fueron respetadas, por qué se publicaron las fotografías en la prensa y, finalmente, por qué los funcionarios libios, incluido el líder Muammar Gaddafi, se encuentran en una lista de delincuentes. Un auténtico insulto.

Yo le pregunto: ¿Es de esa manera como Suiza quiere mejorar las relaciones con nuestro país?

Desde la Cumbre de Madrid, ustedes dialogan de nuevo con Suiza. ¿Cómo se llevan a cabo las negociaciones bajo la mediación de Alemania?

M. K: Sinceramente, tengo la impresión de que su ministra de Exteriores no nos entiende. Se nos dificulta comunicarnos con ella. Sería necesario que el Gobierno de Suiza nombrara a otra persona para que podamos discutir y dialogar correctamente. El Parlamento suizo puede desempeñar un papel, la presidenta de su país también.

Además, desde Trípoli tenemos la sensación de que el Gobierno suizo no toma en serio a esta crisis y no tiene ningún deseo de encontrar soluciones, lo que explica el deterioro de las relaciones. Especialmente cuando su ministra ha lastimado al Estado libio con la vergonzosa lista de Suiza sobre el visado Schengen.

¿Pero puede usted comprender porque Suiza decidió aplicar esta lista en el marco de esta disputa?

M. K: ¿Se da cuenta de que yo, Musa Kusa, ministro de Exteriores de Libia, figuro en una lista de 188 personas a quienes se les ha prohibido ingresar en la zona de Schengen, que están limitados mis viajes en Europa. ¿Cómo Suiza puede decir que quiere negociar con nosotros y, por otro lado, criminaliza a las autoridades libias?

Esto no es sano. Esta lista es un error enorme, no sólo para Suiza, sino para toda Europa, que también tiene dificultades de comunicación con ese país. Imagínese que Suiza inscribió los nombres de las mujeres y de los niños de la familia Gaddafi en este documento. ¿Qué hizo un niño de 10 años para aparecer en una lista de criminales de guerra y terroristas?

La ministra de Asuntos Exteriores de Suiza ha abusado del sistema de Schengen y una vez más ha socavado el honor de Libia.

¿Para usted se trata entonces de una humillación?

M. K: Sí; pero al mismo tiempo nosotros no necesitamos de Europa. Vivimos en un mundo muy abierto y las oportunidades para establecer relaciones con Estados Unidos, China y Japón son enormes. Tenemos muy buenas relaciones con Argentina, Brasil y los países asiáticos.

Libia dijo hoy a Europa: si quiere relaciones de cooperación sanas, deberá desistir de la lista de Suiza y condenar las prácticas de este país en materia de relaciones diplomáticas. Nosotros prohibimos a los europeos de volver a Libia hasta que encuentren una solución. Particularmente Italia condena ahora las prácticas empleadas en la política de visados de Suiza.

Pero Suiza espera que Libia libere al rehén Max Göldi…

M. K: El caso Göldi es asunto de la justicia. El reingresó a Libia sin los documentos válidos requeridos. Rachid Hamdani fue liberado porque no tenía problema alguno, pero Max Göldi fue juzgado y deber purgar una pena de 4 meses de prisión. Después será puesto en libertad.

Nadie dice que su ministra retuvo en la embajada a los dos suizos durante un mes, lo que impidió que el tribunal libio decidiera. [Nota de swissinfo.ch: Cabe recordar que Libia retuvo a los dos rehenes en un lugar desconocido, antes de entregarlos a la Embajada de Suiza en Trípoli y que el Gobierno Suizo considera que Libia detuvo a sus dos ciudadanos como reacción al arresto del hijo del líder libio en Ginebra.]

Entonces, la liberación de Max Göldi no pondrá fin a la crisis. ¿Cuáles son los requisitos que impone Libia para concluirla?

M. K: Hay que nombrar a tres jueces internacionales para investigar lo ocurrido en Ginebra. Ellos deberán decidir quién ha sido el atacado y quién es el agresor. Estaremos entonces dispuestos a aplicar la decisión de ese tribunal arbitral. Sin embargo, su ministra no quiere esta solución. Pregúntele por qué no quiere una investigación independiente de la justicia internacional.

Además, no entendemos por qué Suiza y Libia no pueden discutir al más alto nivel. ¿Por qué no tenemos contacto con la presidenta de la Confederación? ¿Qué es lo que Suiza quiere ocultar? ¿Por qué el Parlamento suizo no quiere investigar sobre los desvíos del gobierno con relación al incumplimiento de las normas diplomáticas? En cambio, pensaban agredir militarmente a Libia…

¿Libia quiere castigar a las autoridades de Ginebra?

M. K: Queremos que los responsables de la fuga [de fotografías tomadas al momento de la detención de Hannibal Gaddafi en Ginebra] y de la agresión a nuestros diplomáticos en Ginebra sean castigados. Pero también queremos comprender de haberlo hecho. ¿Acaso creyeron que detenían a Bin Laden? ¿O a otro terrorista de la peor especie?

Este diplomático [Hannibal Gaddafi] ha sido un simple ciudadano que quería pasar momentos agradables en Ginebra con su esposa e hijos. Hoy, Suiza debe asumir y terminar con su arrogancia. Indemnizar a las víctimas es un primer paso pero también nos debe explicar por qué quiere empañar la imagen de Libia con la lista de visados Schengen. ¿Por qué insultar y socavar el honor de los funcionarios libios y de la familia Gaddafi?

Suiza también fue agredida con el llamado a la ‘yihad’ lanzado contra ella…

M. K: Libia ha condenado de este modo también la votación sobre los alminares y la islamofobia de la que son sujeto los musulmanes en este país. Bajo estas condiciones, Suiza no crea las condiciones ideales para las relaciones de amistad con el mundo musulmán. Esto es lo que Libia ha denunciado. Los países árabes son solidarios con la posición de Libia. La Liga Árabe debe hacer frente a este tema.

¿Cuál es su mensaje al pueblo suizo?

M. K: El pueblo es bueno y yo lo sé. Lo conozco muy bien. Lamentamos el comportamiento de los funcionarios de la seguridad en Suiza. Ha sido racista. Pero sobre todo, se requiere que los responsables sean castigados. Se requiere que Suiza tenga el coraje para no cubrir actos condenables.

Hammouche Sid Ahmed en Argel, La Liberté / swissinfo.ch
(Traducción: Marcela Águila y Patricia Islas)

«No hacemos comentarios sobre esas declaraciones públicas, pero continuamos trabajando de manera constructiva en una solución diplomática», señaló Adrian Sollberger, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Suiza.

«El objetivo es el regreso de Max Göldi, quien se encuentra detenido desde hace más de un año y un año y medio en Libia», añadió.

Para las ONG Amnistía Internacional (AI), la detención de Max Göldi es un asunto principalmente político y no sólo un caso de la justicia.

En un comunicado publicado el miércoles pasado (17.03), la organización considera que Max Göldi es «un preso de opinión, víctima de una acusación motivada por razones políticas y quien fue detenido arbitrariamente».

«Es absolutamente necesario mantener la presión sobre Trípoli, que tiene en sus manos la resolución sobre el caso y la liberación de Max Göldi”, subrayó AI, ONG que lanzó a nivel internacional una acción urgente para la liberación del hombre de negocios helvético.

15 de julio de 2008: Señalados como sospechosos de haber abusado de sus dos criados, Hannibal Gadafi y su esposa Aline fueron detenidos por la Policía Cantonal de Ginebra. La pareja fue puesta en libertad, tras el pago de una fianza de 500.000 francos.

19 de julio de 2008: Dos ciudadanos suizos, Max Göldi y Rachid Hamdani, fueron detenidos en Libia. Trípoli los acusó de violaciones a las leyes sobre inmigración y residencia.

26 de julio de 2008: Libia reclama una disculpa por parte de Suiza.

20 de agosto de 2009: De visita en Trípoli, el presidente suizo, Hans-Rudolf Merz presentó sus disculpas al Primer Ministro por el arresto de Hannibal Gadafi, y concluyó un acuerdo para obtener la liberación de los dos detenidos, confinados en un lugar desconocido en territorio libio.

4 de noviembre de 2009: El Gobierno de Suiza debió suspender el acuerdo con Libia y mantener hasta nuevo aviso su política de visados restrictiva hacia personas de nacionalidad libia.

9 de noviembre de 2009: Berna estima que los dos suizos fueron «secuestrados».

15 de febrero de 2010: Trípoli suspende la expedición de visados para los europeos, con excepción del caso de ciudadanos británicos. Italia acusa a Suiza de tomar a los demás miembros del espacio Schengen como rehenes.

18 de febrero de 2010: Mediación española en el asunto de los visados.

22 de febrero de 2010: Max Göldi es encarcelado y Rachid Hamdani abandona el territorio libio.

17 de marzo de 2010: El cantón de Ginebra se dice de acuerdo en pedir disculpas a Hannibal Gaddafi e indemnizarlo por la publicación en septiembre de 2009 de fotos de identificación judicial en un diario suizo.

Las exportaciones suizas con destino a Libia han caído drásticamente en febrero de 2010 (un 83,8%), con relación al mismo mes del año precedente. Suiza vende a los libios maquinaria y productos farmacéuticos, además de relojes.

Las importaciones de petróleo bruto muestran la tendencia inversa, con un crecimiento de 95,2%, para situarse en un monto de 51 millones de francos.

Pese a las tensiones diplomáticas entre Libia y Suiza, el país europeo duplicó sus importaciones libias los dos primeros meses del 2010, en comparación a los datos de ese mismo periodo del año precedente.

Libia continúa siendo un socio comercial menor para Suiza. Trípoli constituye apenas un 0,1% de las exportaciones helvéticas (29.000 millones de francos en enero y febrero de 2010).

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