¿Qué queremos y a qué velocidad?
Suiza brilla. Pero está sometida al impacto de numerosas influencias del exterior. La economía mundial, transformaciones globales y los vaivenes de la Unión Europea le dan la pauta. En este marco, Suiza habrá de elegir un nuevo Parlamento, un proceso que le permitirá decantarse por los cambios o resistirlos. Segunda entrega de nuestras perspectivas para el 2019.
Cinco cuestiones en el 2019:
La política exterior suiza se ha apoyado siempre en la diplomacia y la neutralidad: diálogo, buenos oficios, una sólida red mundial y las bondades de la Ginebra internacional le caracterizan. Suiza siempre ha estado a favor del multilateralismo.
Sin embargo, tanto el multilateralismo como el diálogo han conocido tiempos mejores. Existen señales claras de un cambio de dirección en el mundo: las voces proteccionistas y las manifestaciones de odio avanzan constantemente. Y el principio de “cada cual para sí” parece imponerse incluso en las más altas esferas de la política internacional. Una tendencia que también gana adeptos en Suiza.
El Pacto Mundial sobre la Migración, que Suiza ayudó a elaborar, se vio violentamente atacado por el Parlamento helvético. Y en 2019, Suiza podría hundirlo definitivamente.
En tanto, el proyecto del gobierno suizo de ganar un sitio en el Consejo de Seguridad de la ONU para el periodo 2023-2024 podría tener en desenlace similar. El Partido Popular Suizo o Unión Democrática de Centro (UDC en sus siglas en francés/derecha conservadora) quiere impedirlo. El debate parlamentario se anuncia pues acalorado ya que los legisladores, incluso los de centro, tienen dudas con respecto a la conveniencia de esta candidatura.
Por otra parte, está la historia casi interminable de la regulación de las relaciones entre Suiza y la Unión Europea. El borrador del acuerdo marco ya está disponible. Pero la UE aguarda conocer la posición de Suiza en junio próximo. Y es obligado preguntarse si el espíritu de los tiempos que corren es compatible con la materialización de este compromiso.
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¿Qué es el acuerdo marco con la UE?
Suiza está orgullosa de su economía abierta. Las empresas basadas en el país operan activamente en el mundo entero y contribuyen a la reputación positiva de Suiza. Sin embargo, albergar a tantas multinacionales también tiene repercusiones negativas. Los corporativos más activos a nivel mundial frecuentemente están ligadas a casos de violación de los derechos humanos o a severos daños medioambientales.
Un problema que no es privativo de Suiza. El tema de la responsabilidad social y medioambiental de los corporativos es objeto de debate en la ONU desde hace tiempo. En 2011, el Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas adoptó los Principios Rectores para las Empresas y los Derechos Humanos. Corresponde a Estados Unidos vigilar que estos principios sean respetados por los países de forma voluntaria o establecer normas restrictivas si esto es preciso.
Suiza encabeza este debate. La iniciativa para la responsabilidad social de las empresas, presentada por una coalición de oenegés y apoyada por un amplio sector de la opinión pública, ha contribuido a que este tema avance. El Parlamento podría adoptar un contra proyecto que integraría una buena parte de las exigencias contempladas por esta iniciativa.
Pero por ahora, al menos temporalmente, el debate se limita exclusivamente a una subcomisión parlamentaria, pero es previsible que el asunto resurja con más fuerza en 2019. Tras el proceso parlamentario correspondiente, los ciudadanos tendrían que expresar su opinión de forma definitiva. Un debate que promete ser apasionado e, independientemente de su desenlace, tendrá importantes repercusiones sobre la imagen de la plaza económica helvética.
Casi la mitad de la facturación de las empresas suizas proviene de sus exportaciones. Debido a la gran interdependencia que hay con el extranjero, Suiza no podrá escaparse de los efectos que provocará la ralentización de la economía mundial prevista para el 2019.
El conflicto comercial entre Estados Unidos y China, el Brexit y los temores de una nueva crisis de endeudamiento en Europa son los principales riesgos de inestabilidad a los que se enfrentan las empresas suizas, según la organización patronal economiesuisse, quien revisó a la baja las previsiones de crecimiento del PIB helvético para el 2019 (ubicándolas en 1,4% frente al 2,7% del 2018).
Para compensar las dificultades que enfrentará la zona euro, las empresas suizas están mirando cada vez más al mercado de Estados Unidos, que se mantendría como el motor del crecimiento mundial en 2019. Del 2010 a la fecha, las exportaciones suizas que cruzan el Atlántico pasaron del 10 al 15% de las ventas totales de Suiza en el exterior, un alza que se espera siga consolidándose.
Debido a la tempestad que vive la UE, el principal socio comercial de Suiza, el franco seguirá fuerte y preservará su rol de « moneda refugio ».
En resumen, la economía suiza ha probado sobradamente en el pasado su resiliencia y podría nuevamente salir airosa en medio de las turbulencias.
Cabe mencionar que a partir del 2019, la economía suiza ahora será representada por un nuevo ministro: Guy Parmelin. miembro de la derecha conservadora de la Unión Democrática de Centro (UDC), seguramente se mantendrá cerca de la política liberal y no intervencionista manejada por su antecesor de derecha del Partido Liberal Radical, Johann Schneider-Ammann. Fundamentalmente, Guy Parmelin se encargará de dar seguimiento a las negociaciones de los acuerdos de libre comercio con Vietnam, India y Malasia, para lograr una exitosa conclusión de los mismos.
El 20 de octubre, los suizos están llamados a las urnas para elegir a los nuevos miembros de las dos cámaras parlamentarias. Les 200 asientos del Consejo Nacional (cámara baja) y los 46 sitios del Consejo de los Estados (cámara alta) son renovados cada cuatro años. Los suizos en el extranjero también están en posibilidad de postularse como candidatos para la cámara de diputados. Y algunos cantones ofrecen también la posibilidad de que los suizos en el exterior se propongan para ocupar un puesto en el senado. De acuerdo con el más reciente barómetro electoral de la SSR, Los Verdes (ecologistas) y el Partido Liberal Radical (derecha liberal) podrían ganar electores, al tiempo que la derecha conservadora de la UDC y la centroderecha del Partido Demócrata Cristiano perderían adeptos.
El gran reto de las presente elecciones será la composición del Consejo de los Estados, dado que numerosos senadores han anunciado que no tienen intención de postularse para una reelección en el cargo. Las relaciones de poder podrían entonces modificarse, especialmente para los socialistas que enfrentarían la partida de varios de sus legisladores. Los suizos en el extranjero pueden elegir a los miembros de la cámara baja, y en algunos cantones también pueden dar su voto para los miembros del senado.
Las elecciones pondrán también sobre la mesa el tema de la transparencia del financiamiento de los partidos: según estimaciones, las campañas políticas cuestan 50 millones de francos suizos.
Como en 2018, el voto electrónico seguirá provocando un airado debate en Suiza y también entre los suizos en el extranjero. Aunque la Quinta Suiza reclamó a través de una petición formal la generalización en todos los cantones del voto electrónico de los suizos en el extranjero; pero los opositores del mismo lanzaron una iniciativa popular para prohibir dicho voto numérico. Un tema que, por lo tanto, exige ser seguido de cerca…
(Traducción del francés: Andrea Ornelas)
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