«Suiza es un actor creíble y digno de confianza en la diplomacia»
La jefa de la diplomacia suiza ante las Naciones Unidas en Nueva York, Pascale Baeriswyl, hace un balance ampliamente positivo de los cuatro primeros meses de pertenencia del país al Consejo de Seguridad, que presidirá durante todo el mes de mayo.
En una entrevista publicada el sábado en el diario Tamedia, Baeriswyl enumera una serie de logros desde que Suiza ocupó su puesto no permanente en el organismo el pasado mes de enero. Entre ellos, mantener abierta la frontera en el noroeste de Siria para la llegada de ayuda humanitaria, de la que dependen actualmente millones de personas tras los devastadores terremotos de febrero.
«También ampliamos el mandato de la oficina de la ONU en el Sahel para ayudar a organizar las elecciones allí», añadió la embajadora. Y, según dijo, ha sido posible integrar las cuestiones climáticas en los mandatos de mantenimiento de la paz, incluso en Sudán del Sur.
Sin embargo, señaló que, desde que se convirtió en embajadora ante la ONU hace tres años, «los riesgos se han intensificado, mucho antes de la flagrante violación de la Carta de la ONU que supuso la agresión militar de Rusia contra Ucrania». Entre estos riesgos se encuentran el cambio climático y las pandemias. El número de crisis interconectadas va en aumento, y los conflictos armados tienden a durar más tiempo, añadió.
Un «enfoque tradicionalmente suizo» de la mediación
«Ante esta peligrosa mezcla, debemos reaccionar», dijo Baeriswyl. «Queremos aprovechar nuestra Presidencia del Consejo para impulsar un ‘Nuevo Programa de Paz’ basándonos en nuestras experiencias en todas las regiones del mundo». Suiza se centrará en el papel de la confianza en la consolidación de la paz y la prevención de conflictos al asumir el mes que viene por primera vez la presidencia rotatoria del Consejo.
«Nuestro objetivo es demostrar que Suiza es un actor creíble, digno de confianza y solidario» en la diplomacia internacional, dijo, señalando que el país alpino participa actualmente en unos 20 procesos de paz en todo el mundo. El plan es adoptar un enfoque «tradicionalmente suizo», añadió: «[En otras palabras], frente a las tensiones geopolíticas, nos esforzaremos por hablar con todo el mundo, en todo momento, para promover el consenso y garantizar procesos justos para la toma de decisiones».
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