Suiza quiere volver al Consejo de los Derechos Humanos
La Asamblea General de la ONU en Nueva York va a reemplazar a 14 de los 47 miembros del Consejo de Derechos Humanos.
Tras una ausencia de un año, Suiza busca un asiento en el organismo con sede en Ginebra. Sin embargo, la decisión de noviembre de 2009, respaldado por 58 por ciento de los suizos, de prohibir la construcción de minaretes, no hizo ningún favor al país.
En marzo pasado, una resolución del Consejo señaló que la prohibición era una “manifestación de islamofobia que contravenía claramente los compromisos internacionales en materia de derechos humanos relativos a la libertad de religión, creencia, conciencia y expresión”.
Aunque Suiza no fue mencionada directamente, era clara la alusión.
Sin embargo, los políticos suizos sostienen que la defensa de los derechos humanos es un pilar importante de la política exterior de su país.
El Consejo de Derechos Humanos, que sustituyó a la desacreditada Comisión de Derechos Humanos en 2006, se someterá a una evaluación en dos fases a finales del mes, una primera vez en Ginebra y otra en Nueva York.
“En esta importante fase queremos aportar nuestra contribución a la consolidación y credibilidad de instrumentos tales como el Examen Periódico Universal (de las prácticas de derechos humanos de todos los Estados del mundo, una vez cada cuatro años) y el papel de los relatores especiales”, dijo Johann Aeschlimann, portavoz del Ministerio suizo de Exteriores a swissinfo.ch.
Añadió que la anterior era una de las principales razones de la candidatura de Suiza.
Protestas
A pesar de la prohibición de los minaretes – que también produjo críticas de varios gobiernos europeos, del Consejo de Europa y Estados Unidos – la curul de Suiza no debería estar en peligro.
Empero, Suiza no debería esperar tantos votos favorables como cuando solicitó por primera vez un asiento en 2006.
España pretende lograr el segundo sitio libre en el grupo de los países occidentales.
En el Grupo de África, Angola, Libia, Uganda y Mauritania participan en la elección. Por Asia está Malasia, Maldivas, Qatar y Tailandia; por Europa del Este, Polonia y Moldavia, y por América Latina y el Caribe, Ecuador y Guatemala.
Organizaciones no gubernamentales (ONG) están en contra de las candidaturas de Libia, Angola, Mauritania, Qatar y Malasia, y exigen que los Estados miembros no los consideren durante la votación.
¿Libia?
La solicitud de Libia, en particular, envía el “horrible” mensaje de que un país que viola sistemáticamente los derechos humanos puede ser miembro del Consejo de Derechos Humanos, manifestaron UN Watch y Freedom House en un comunicado.
Al respecto, cabe recordar que Suiza mantiene un enfrentamiento diplomático con Muammar Gaddafi desde hace casi dos años, en medio del cual un ciudadano suizo es retenido en Libia desde julio de 2008.
Hasta hace unas semanas Irán también pretendía un sitio en el Consejo, lo que generó aún más protestas. Estados Unidos y otros muchos Estados intervinieron. Al final, Irán retiró su candidatura. Al parecer, EE UU consideraba la posibilidad de un boicot del Consejo si Irán hubiese sido elegido.
Las organizaciones no gubernamentales señalan que sólo hay 14 candidatos para los 14 escaños y que, más que elegir, la Asamblea General va más bien a dar su bendición.
Papel de Suiza
El Ministerio suizo de Exteriores considera que el consejo debe ser “el principal órgano de las Naciones Unidas para promover y proteger los derechos humanos a nivel multilateral”, dijo Aeschlimann, y agregó que Suiza sigue convencida de que sólo puede contribuir a la defensa de los derechos humanos en todo el mundo con el desarrollo de un papel activo.
“Básicamente, el Consejo de Derechos Humanos es uno de esos órganos que más claramente refleja las tensiones de un mundo cambiante y los antagonismos entre los bloques”, dijo.
Como resultado de lo anterior, explicó, aumentó el número de propuestas para limitar la autonomía de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos o de los relatores especiales de Naciones Unidas. También hubo retrocesos relacionadas con los mandatos nacionales.
Aeschlimann dijo que Suiza trabaja “para buscar el diálogo y combatir la lógica de bloques -que origina los obstáculos más importantes en el seno del Consejo-, para poder mantenerse fiel a sus principios”.
Concluyó: “Como miembro del Consejo, Suiza podrá hacer escuchar mejor su voz , tanto más cuanto que la primera fase de evaluación se llevará a cabo en Ginebra”.
Rita Emch en Nueva York, swissinfo.ch
(Traducción, Marcela Águila Rubín)
La ministra suiza de Exteriores, Micheline Calmy-Rey, presentó el concepto del Consejo de Derechos Humanos en marzo de 2004 para sustituir a la desacreditada y altamente politizada Comisión de Derechos Humanos de la ONU creado en 1946.
La ONU aceptó oficialmente la idea en septiembre de 2005.
La primera sesión del Consejo de Derechos Humanos tuvo lugar en junio de 2006 en su sede de Ginebra. El Consejo depende directamente de la Asamblea General de la ONU.
Se compone de 47 Estados miembros, que se seleccionan con mayoría absoluta por la Asamblea General de la ONU. Se reúne al menos tres veces al año y puede celebrar reuniones extraordinarias para discutir situaciones de crisis.
Los 27 escaños de los países africanos y asiáticos superan en gran medida en las elecciones los países occidentales, que tienen siete asientos en el Consejo.
Suiza fue uno de los 47 países en formar parte del consejo de 2006 a 2009, pero se mantuvo como observador en el último año. El país ha solicitado ser miembro completo de 2010 a 2013.
La Asamblea General de la ONU debe votar al respecto.
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