¿Un TLC con una Honduras ensangrentada?
Sindicalista y ex candidato presidencial hondureño pide en Suiza el concurso internacional para sofocar la ola de violencia que golpea a su país y que sirve de coartada para encubrir, con el crimen organizado, las violaciones a los derechos humanos. Medios helvéticos manifiestan su inquietud.
“El pueblo hondureño necesita el apoyo de los Estados que defienden los principios de los derechos humanos y la democracia”, señala Carlos H. Reyes. “Suiza, como Estado depositario de la Convención de los Derechos Humanos de Naciones Unidas, puede tener un rol clave en este contexto”, agrega.
El también directivo del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) entregó al Ministerio suizo de Exteriores un texto en el que los movimientos sociales de su país piden también “que Suiza se empeñe en que se cese toda ayuda militar a Honduras y que se dicte un embargo al tráfico de armas”.
El documento, al que el sindicalista dio lectura pública en la Universidad de Berna, hace un recuento de la dramática situación que vive ese Estado centroamericano donde campean narcotráfico, corrupción e impunidad.
Con más de 86 homicidios por cada 100.000 habitantes -7.104 en 2011-, Honduras ostenta el triste récord de ser el país con más alto nivel de violencia en el mundo. “Sales por la mañana, pero no sabes si regresarás por la noche”, subraya Carlos Humberto Reyes ante su público en la capital helvética.
Controlar la ayuda a Tegucigalpa
Representante de su país ante la Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación (UITA) y una de las figuras más prominentes del movimiento social hondureño, el sindicalista viajó a la Confederación con el apoyo del Fondo suizo de solidaridad para las luchas de liberación social en el tercer mundo, Solifonds.
Durante su breve estancia en Suiza, se entrevistó con responsables del Ministerio de Exteriores, representantes de la principal agrupación sindicalista local (UNIA) y con el diputado socialista Carlo Sommaruga, vicepresidente de la Comisión de Exteriores de la Cámara Baja.
“La situación en Honduras es alarmante”, coinciden el legislador y la coordinadora de Solifonds, Yvonne Zimmermann, en entrevistas por separado con swissinfo.ch. Para ambos, es urgente emprender acciones que contribuyan al fortalecimiento de la sociedad civil del país centroamericano y vigilar que la ayuda de la cooperación helvética sea destinada a los fines previstos.
De hecho, en el documento entregado a Exteriores, los movimientos sociales expresan su agradecimiento a la intención de Suiza de apoyar a Honduras con proyectos de desarrollo; “pero le pedimos que se realicen solamente proyectos que sirvan directamente al pueblo hondureño, fortalezcan sus derechos y la democracia en general”.
Putsch con interés geopolítico
La ubicación de Honduras en el istmo centroamericano resulta estratégica para el narcotráfico (entre los productores sudamericanos y los cárteles mexicanos y los consumidores estadounidenses), y para Washington, que puede seguir de cerca el desarrollo de los gobiernos de orientación socialista en la región.
“El golpe de Estado tuvo motivaciones geopolíticas”, destaca Carlos H. Reyes ante su auditorio en la capital helvética. “Estados Unidos tenía una base militar en Honduras, ahora tiene seis”.
El pasado 11 de mayo en una operación pretendidamente anti-narcotráfico, policías locales y agentes de la DEA dispararon desde un helicóptero contra una canoa en la que se desplazaban 53 persona y dieron muerto a cuatro, incluidas dos mujeres embarazadas.
“Utilizan la guerra contra el narcotráfico para intimidar a la población”, deplora el luchador social. Sin embargo, lamenta, de eso no se habla afuera. De hecho, casi no se habla de nada…
Una lucha que avanza
La noticia de que militares habían sacado al presidente Manuel Zelaya de su casa en pijama el 9 de junio de 2009 para subirlo a un avión rumbo al destierro dieron la vuelta al mundo. Empero, la elección de un nuevo presidente y su reconocimiento por la ONU, poco más tarde, descargaron la conciencia de la comunidad internacional y sumieron nuevamente a Honduras en la invisibilidad.
“Ese es uno de los motivos de nuestra visita a Suiza”, anota el sindicalista.
Explica que luego del golpe de Estado, los movimientos de resistencia social se han ido fortaleciendo y que aglutinados en el FNRP, han alcanzado el logro histórico de reunir en una misma la lucha social y la lucha política.
Fruto de ese esfuerzo, el Partido Libre los representará en los comicios presidenciales de 2013 y Carlos Reyes subraya las grandes posibilidades de triunfo. Y ello, a pesar de que ya les mataron a dos candidatos, “como parte de ese proceso de sembrar terror y de atacar los procesos democratizadores”.
En entrevista con swissinfo.ch, Carlos Reyes ratifica que se pretende hacer pasar los asesinatos de campesinos, de defensores de derechos humanos, profesores, periodistas, sindicalistas, como sucesos de delincuencia común o derivados del narcotráfico, cuando lo que se pretende es acallar la lucha social.
Una degradación alarmante
“Es preocupante ver que la situación se degrade tanto”, insiste el diputado Sommaruga. “Es importante que los Estados europeos tomen en serio la situación y que de alguna manera intervengan en las discusiones con las autoridades hondureñas. Es muy grande el riesgo de descomposición democrática y de un violento conflicto social”, advierte.
El legislador socialista manifiesta su intención de interpelar al Gobierno suizo para pedir que se suspendan las tratativas tendientes a establecer un tratado de libre comercio con Honduras en el marco de la Asociación Europea de Libre Comercio (Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein).
A instancias de la Comisión de Exteriores, Berna incorporó un capítulo sobre protección de los derechos humanos y desarrollo sustentable en la documentación para un eventual acuerdo. Ahora, en vista de la degradación de la situación, “habría que preguntarse si es oportuno seguir con la discusión o esperar a que se produzca una mejoría en la situación de los derechos humanos”.
Carta abierta al gobierno hondureño (extractos)
Amnistía Internacional expresa su honda preocupación frente a la ola de amenazas y ataques contra periodistas, defensoras y defensores de los derechos humanos y hace un llamado público y urgente al Señor Presidente de la República y su Gobierno a que aborden de forma pronta y efectiva esta ola de ataques.
Desde principios de 2012, Amnistía Internacional ha documentado un grave empeoramiento de la situación de seguridad de periodistas y defensores y defensoras de derechos humanos.
El ambiente generalizado de inseguridad, impunidad y sensación de vulnerabilidad de
periodistas, defensores y defensoras de los derechos humanos hace necesario que el Gobierno hondureño tome medidas concretas, rápidas y efectivas tales como:
– Hacer un reconocimiento público del importante y legítimo trabajo de periodistas, defensores y defensoras de derechos humano;
– Desarrollar una política gubernamental integral que incluya medidas de prevención y
protección de quienes trabajan por la defensa de los derechos humanos. Es esencial que tal
política esté desarrollada en consulta con la sociedad civil, incluyendo periodistas, defensores y defensoras de los derechos humanos, y que cuente con los recursos necesarios para su
efectiva implementación.
– Promover y adoptar una ley que garantice la protección de periodistas, defensores y
defensoras de derechos humanos, que a su vez dé estabilidad institucional al mecanismo de protección y garantice los recursos económicos y humanos necesarios para su funcionamiento
efectivo;
– Tomar medidas inmediatas para re-evaluar y reforzar las medidas de protección con las que ya cuentan algunas de las personas mencionadas en esta comunicación y para extender la
protección a las demás personas que aún no cuentan con ésta;
– Investigar de manera expedita, exhaustiva e imparcial las amenazas recibidas por las personas mencionadas en esta comunicación para que los responsables de estos actos sean efectivamente llevados ante la justicia y las víctimas reciban una reparación correspondiente.
La situación de ataques a periodistas, defensores y defensoras de los derechos humanos es alarmante, y el Gobierno de la República de Honduras debe actuar en consecuencia.
En sus manos está la posibilidad de revertir esta grave situación y así demostrar su verdadero compromiso con los derechos humanos de todas las personas en el país.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.