Una elección llena de incógnitas
El 14 de diciembre el Parlamento se reúne para elegir a un nuevo miembro del Gobierno y confirmar en su cargo a los seis restantes para la nueva legislatura. Se trata de la elección más imprevisible en la historia del país. La batalla se libra en varios frentes. El resultado no se conocerá hasta el último momento.
Hasta hace pocos años, la elección del Consejo Federal no habría sido ninguna incógnita: los seis ministros en funciones habrían sido reelegidos y la vacante socialista en el gobierno colegiado se habría atribuido “automáticamente” a un representante del mismo partido.
Entre 1959 y 2003, los cuatro principales partidos se repartieron las carteras de acuerdo a la denominada fórmula mágica: 2 ministros del Partido Liberal Radical (PLR), 2 del Partido Socialista (PS), 2 del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y uno de la Unión Democrática del Centro (UDC). Esta distribución reflejaba la tradicional estabilidad de los equilibrios políticos.
El espectacular crecimiento de la UDC (derecha conservadora), hoy el partido más votado a escala nacional, sin embargo, ha puesto en tela de juicio la fórmula mágica. La primera alteración se produjo en 2003, cuando la UDC consiguió –con Christoph Blocher– un segundo representante en el Ejecutivo nacional, en detrimento del PDC.
Desde entonces no hay partido que tenga garantizada su permanencia en el Gobierno. De hecho, en 2007, en lugar de confirmar a Blocher en su cargo, el Parlamento eligió a su colega de partido Eveline Widmer-Schlumpf. La nueva ministra, a la que la UDC no reconoció como su representante, se adhirió a las filas del Partido Burgués Democrático (PBD).
Ofensiva de la UDC
En esta ocasión hay varias carteras amenazadas. Esta incertidumbre refleja los cambios históricos que se han registrado en la política nacional durante los últimos años. Tras una serie de turbulencias sin precedentes, cinco partidos conforman por primera vez en la historia del país el gobierno colegiado.
En los últimos años, UDC, PS, PLR y PDC no han conseguido ponerse de acuerdo sobre una nueva fórmula de gobierno. Y las elecciones legislativas del pasado 23 de octubre tampoco han aportado estabilidad: los cuatro grandes partidos han perdido votos, mientras que los verdaderos vencedores de los comicios fueron dos nuevas formaciones menores: el PBD y los Verdes Liberales (VL).
La UDC exige que se modifique la configuración del Ejecutivo. Después de repudiar a Eveline Widmer-Schlumpf en 2007, el partido derechista quiere recuperar un segundo representante en el gobierno, a expensas de la ministra de Finanzas (hoy miembro del PBD). Si el Parlamento reconfirma en su cargo a Widmer-Schlumpf, la UDC tratará de arrebatar una cartera a otro de los partidos gubernamentales.
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Fórmula mágica
Concordancia aritmética
Las pretensiones de la UDC se fundan, entre otras cosas, en el principio de la concordancia aritmética, por la que las carteras se reparten proporcionalmente a los sufragios que ha obtenido cada partido. Con un 26,6% de los votos en las elecciones del pasado 23 de octubre, la UDC tendría por tanto derecho a dos representantes en el Gobierno, mientras que el PBD (5,4%) debería renunciar a la suya.
No se descarta que los partidos del centro (PDC) y de izquierda –PS y los Verdes- sacrifiquen a Eveline Widmer-Schlumpf; los mismos que apoyaron su elección hace cuatro años. De ese modo, neutralizarían el ascenso del PBD. Pero sin su ministra, que goza de gran popularidad en la población, el nuevo partido corre el riesgo de hundirse enseguida.
Esta opción ofrece otras dos ventajeas: la concesión de una segunda cartera a la UDC podría llevar al partido derechista a asumir más responsabilidad en el Gobierno y a renunciar –por lo menos en parte- a su línea dura. El respeto de la concordancia aritmética podría, además, despejar incógnitas que pesan hoy sobre la elección de cada ministro.
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Elección del Gobierno
Concordancia temática
En lugar de la concordancia aritmética, podría imponerse una concordancia temática. Los demócrata cristianos, socialistas y Verdes defienden posiciones mucho más cercanas al PBD que a la UDC. Los burgueses demócratas y su ministra respaldan, por ejemplo, la libre circulación de personas y el abandono de la energía nuclear, que rechaza la UDC.
Los partidos de centro y de izquierda disponen de una mayoría de votos en el Parlamento y podrían evitar que la UDC ocupe una segunda cartera.
Además, últimamente el partido derechista parece infundir menos miedo. Sus amenazas de abandonar el Gobierno y pasar a la oposición han perdido fuerza tras la experiencia poco concluyente de 2008. Cabe agregar que las elecciones del 23 de octubre han puesto fin al avance de la UDC iniciado en 1991.
PLR en dificultad
Un tercer escenario, no menos probable, consistiría en que el PRL pague el precio de esta elección. Si el Parlamento reelige a Eveline Widmer-Schlumpf, el partido de centro-derecha corre el riesgo de verse en una posición muy delicada. Las formaciones de centro e izquierda no defenderán con empeño las dos carteras del PLR si la UDC se propone arrebatárselas.
Y es que los socialistas y los Verdes consideran que en los últimos años el PLR ha dado un giro demasiado pronunciado a la derecha. Desde hace tres décadas, los liberales radicales pierden continuamente votos, por lo que resulta cada vez más difícil invocar el argumento aritmético para justificar su permanencia en el Gobierno con dos representantes. El PDC y PBD, que han iniciado un acercamiento, reúnen juntos el 17,7% de los votos, frente al 15,1% del PLR.
Pero tampoco se descartan otros escenarios. Ni siquiera el PS puede dar por seguro que la vacante que deja Micheline Calmy-Rey quede en manos socialistas. Lo único cierto es que las elecciones de este 14 de diciembre se perfilan como las más reñidas de la historia de Suiza.
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Democracia de concordancia
Era de la fórmula mágica: 2 ministros del Partido Socialista (PS), 2 del Partido Liberal Radical (PLR), 2 Partido Demócrata Cristiano (PDC) y 1 de la Unión Democrática del Centro (UDC).
2004-2007
La UDC, con Christoph Blocher, arrebata una cartera al PDC: 2 ministros PS, 2 PLR, 2 UDC y 1 PDC.
2008
Eveline Widmer-Schlumpf y Samuel Schmid abandonan la UDC y se adhieren al nuevo Partido Burgués Democrático (PBD): 2 escaños PS, 2 PLR, 2 PBD y 1 PDC.
2009
En enero la UDC vuelve al gobierno con Ueli Maurer que sucede a Samuel Schmid: 2 escaños PS, 2 PLR, 1 PDC, 1 UDC y 1 PBD.
2010
El 22 de septiembre, tras la dimisión Moritz Leuenberger (PS) y Hans-Rudolf Merz (PLR), el Parlamento nombra ministros a Simonetta Sommaruga (PS) y Johann Schneider-Ammann (PLR).
2011
El 14 de diciembre, el Legislativo debe elegir al sucesor de Micheline Calmy-Rey (PS) y confirmar en su cargo a los otros seis ministros para la nueva legislatura: Doris Leuthard (PDC), Ueli Maurer (UDC), Eveline Widmer-Schlumpf (PBD), Simonetta Sommaruga (PS), Didier Burkhalter y Johann Schneider-Ammann (PLR).
El Partido Socialista propone dos candidatos para la vacante que deja Calmy-Rey: Alain Berset, senador por Friburgo, y Pierre-Yves Maillard, miembro del Gobierno cantonal de Vaud.
Los candidatos de Unión Democrática del Centro (UDC) son: Bruno Zuppiger y Jean-François Rime, diputados por Zúrich y Friburgo, respectivamente.
(Traducción: Belén Couceiro)
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