“Las denuncias contra firmas suizas afectarían nuestra plaza financiera”
Monika Rühl se opone a la iniciativa sobre empresas responsables, que será sometida a votación el 29 de noviembre. La presidenta de la dirección de economiesuisse considera que el texto pondría en grandes dificultades a las firmas suizas, ya debilitadas por la pandemia.
La iniciativa “por empresas responsables” propone añadir un artículo a la Constitución para garantizar que tanto las firmas con sede en Suiza como las empresas bajo su control respeten los derechos humanos y las normas ambientales también en el extranjero.
El Parlamento elaboró un contraproyecto indirecto, que entrará en vigor si la iniciativa es rechazada. El proyecto prevé la obligación de informar sobre cuestiones ambientales, derechos humanos y corrupción. También impone deberes de diligencia en el ámbito del trabajo infantil y de los minerales extraídos en zonas de conflicto. Sin embargo, ninguna nueva regla está prevista sobre la responsabilidad de las empresas.
Informaciones oficiales
Documentos Enlace externode la Confederación sobre sobre la votación
Texto completoEnlace externo de la iniciativa
Texto completoEnlace externo del contraproyecto
DosierEnlace externo del Ministerio de Justicia con comparaciones entre la iniciativa y el contraproyecto
Partidarios de la iniciativa
Comité de la iniciativaEnlace externo para multinacionales responsables
Comité burguésEnlace externo para multinacionales responsables
Opositores de la iniciativa
Comité contraEnlace externo la iniciatica sobre la responsabilidad de las empresaseconómico
Comité económicoEnlace externo «NO a la iniciativa sobre multinacionales»
Monika Rühl es la presidenta de la dirección de economiesuisse, la organización paraguas de las empresas helvéticas. Considera que esta iniciativa es peligrosa para la economía. Entrevista.
swissinfo.ch: Usted afirma que esta iniciativa es un «experimento» único en el mundo. ¿En qué se diferencia de las reglamentaciones de otros países?
Monika Rühl: La iniciativa procede de una combinación de tres instrumentos: un amplio deber de diligencia que abarca todos los derechos humanos, todas las normas ambientales y todas las relaciones de negocios, una responsabilidad por las faltas cometidas por las empresas extranjeras en su relación económica con las empresas suizas y la inversión de la carga de las pruebas. Eso significa que, en caso de daños causados por un tercero en el extranjero, la empresa suiza podría ser objeto de una denuncia en Suiza y tendría que demostrar que ha analizado y supervisado sin error a todos sus socios comerciales.
La responsabilidad por culpa de terceros con inversión de la carga de las pruebas no se conoce ni en el plano internacional ni en Francia, aunque la legislación francesa es una de las más exigentes del mundo.
swissinfo.ch: ¿Cuáles serían las consecuencias para las empresas suizas de ser aceptada la iniciativa?
M.R.: Implicaría costos exorbitantes para llevar a cabo esta diligencia debida, que abarca todas las relaciones comerciales, en un momento en que las empresas suizas ya están en grandes dificultades con la crisis del coronavirus. También existe el riesgo de que se presenten en Suiza demandas de indemnización por la conducta indebida de empresas extranjeras en el extranjero, lo que podría dar lugar a un chantaje en los tribunales, especialmente en los países en los que se permiten los ataques sin cuartel entre empresas competidoras.
«Los que se beneficiarían serían los abogados especializados en esos casos y las empresas competidoras»
Las quejas contra las firmas suizas tendrían un impacto negativo sobre nuestra plaza económica y la imagen de nuestras empresas. Los que se beneficiarían serían los abogados especializados en esos casos y las empresas competidoras.
swissinfo.ch: Dado que las denuncias solamente se referirían a violaciones de los derechos humanos y de las normas ambientales, ¿cree realmente que habría muchos procesos?
Lo que los promotores quieren es desestabilizar en cierta medida a las empresas suizas. Si se tienen malas intenciones, no necesariamente se presenta una queja para ganar, sino para dañar la imagen de la empresa. Estos procesos delante de los tribunales pueden durar años, e incluso si una empresa es declarada inocente, su reputación ya habrá sido dañada.
swissinfo.ch: Usted sostiene que la iniciativa tendría un efecto contraproducente en los países en desarrollo. ¿Por qué?
M.R.: Las empresas suizas, también a través de sus inversiones directas, crean dos millones de puestos de trabajo en todo el mundo, un tercio de los cuales se encuentran en países en desarrollo o en transición. Numerosos estudios muestran que la mejor manera de salir de la pobreza es tener un trabajo. Sin embargo, si las empresas suizas consideraran que los riesgos asociados a sus actividades en esos mercados son demasiado elevados, podrían decidir retirarse de esos países y la población local sufriría, ya que perdería puestos de trabajo.
swissinfo.ch: ¿Cómo se puede hacer para asegurarse de que las empresas suizas respeten efectivamente el medio ambiente y los derechos humanos en el extranjero?
M.R.: Nosotros compartimos la preocupación de los promotores de la iniciativa: las empresas suizas deben respetar el medio ambiente y los derechos humanos. Sin embargo, no estamos de acuerdo en los medios. Las empresas ya actúan de manera muy responsable y abordan los problemas de manera constructiva. Creemos que es más fácil encontrar soluciones a través del diálogo que a través de denuncias ante los tribunales.
Si la iniciativa es rechazada, el contraproyecto entraría automáticamente en vigor y también promovería la causa de los iniciadores, sin introducir riesgos por el comportamiento de terceros que las empresas suizas no necesariamente pueden controlar.
La contrapropuesta introduce nuevos deberes de diligencia, así como una obligación de transparencia en varias áreas. Se trata de una legislación moderna y vinculante que haría de Suiza un país pionero.
«El contraproyecto es una legislación moderna y vinculante que haría de Suiza un país pionero»
swissinfo.ch: ¿Tiene dos ejemplos concretos de dispositivos aplicados por empresas suizas para dar prueba de mayor responsabilidad en el extranjero?
M.R.: Las empresas suizas son muy activas en todo el mundo, por ejemplo, en la erradicación del trabajo infantil en el cultivo del cacao o en la adopción de medidas en colaboración con las ONG locales o en las refinerías de oro para garantizar el respeto de los derechos humanos en ciertas minas artesanales.
swissinfo.ch: En ausencia de medidas vinculantes, ¿no cree que siempre habrá empresas que prefieran obtener el máximo beneficio y hacer la vista gorda ante la destrucción del medio ambiente y las violaciones de los derechos humanos?
M.R.: Las empresas suizas no operan en un vacío legal. Una sociedad activa en el extranjero debe cumplir con la legislación vinculante de ese país, así como con las obligaciones internacionales. Si, por ejemplo, una empresa suiza viola la ley india, tendrá que justificarse ante los tribunales indios.
Siguiendo la lógica de la iniciativa, tenemos la arrogancia de afirmar que la legislación suiza y los tribunales suizos deben tener la primacía sobre la legislación local, cuando otros países son tan soberanos como nosotros.
Traducido del francés por Marcela Águila Rubín
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