¿Doctrina Obama VS Doctrina Monroe?
El presidente venezolano, Hugo Chávez, regaló a Nueva Jersey una isla para crear una reserva ecológica. Es el gesto más reciente de una relación en estreno entre Estados Unidos y sus vecinos del sur. Un positivo acercamiento que no halla parangón en la memoria.
Empero, diversas voces advierten que aún es muy pronto para soltar las amarras del optimismo. Entre ellas, la del ex embajador suizo Walter Suter, ligado a Latinoamérica desde hace cuarenta años.
«Dentro de lo que hemos visto hay un cambio, por lo menos atmosférico, importantísimo. Hay otro lenguaje, otra manera de acercarse. Pero no sabemos si hay un cambio de estrategia. Puede ser sólo un cambio de táctica, de los medios para conseguir los fines, las metas que ya tienen diseñadas».
– Pero Barack Obama ha generado muchas ilusiones, muchas esperanzas…
«Para mí también es una esperanza y no quiero menospreciar lo que ha sido el desenlace de este primer encuentro, pero si vemos lo que ha sucedido durante décadas, durante siglos. Si volvemos hasta la Doctrina Monroe…»
Ese primer encuentro tuvo lugar durante la V Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago, de donde, luego de tres días de deliberaciones, los asistentes volvieron a casa sin firmar la resolución final pero con la promesa de un nuevo diálogo con la primera potencia del mundo.
No más «traspatio»
«La manifestación de Obama frente a líderes o presidente de América Latina en el sentido de que tiene la intención de entablar un diálogo entre iguales, es un paso enorme en comparación con la confrontación que hemos vivido hasta ahora, sobre todo con el anterior presidente. Me parece muy significativo».
Tanto, que, a su ver, con Obama «podría existir la posibilidad de que América Latina dejara de ser el patio trasero de Estados Unidos».
Walter Suter estuvo en Chile tras el Pinochetazo; en Paraguay a la caída de Stroessner; en Argentina, a la vuelta de Perón… Es decir, vivió de cerca el impacto de estrategias ‘Made in USA’ tales como las dictaduras militares, la Escuela de las Américas, la Operación Cóndor…
«Lo que he vivido desde la primera vez que llegué a América Latina en 1970 me hace expresarme con cierta reserva acerca del futuro. Hay oportunidades que se abren, pero no sabemos si se van a dar. Aquí hablamos de la posibilidad de un cambio de paradigma y hasta que no se dé, hay mucho esfuerzo por hacer».
En particular, si se considera que la nación más poderosa del mundo convirtió la reivindicación de James Monroe, ‘América para los Americanos’, en el credo de su codicia: ‘América para los Estados Unidos’, lo que contribuyó a la creación de actitudes culturales entre dominante y dominado que los años se encargaron de enraizar.
Dominio, pero a discreción
«Pienso que la estrategia de tener una buena relación, pero con cierta dominación, va a seguir porque finalmente, Estados Unidos es una gran potencia y eso siempre dicta un poco las actitudes», explica nuestro interlocutor. Los grandes países, dice, tienden a sentirse con más de derecho que los pequeños.
En su opinión, el cambio de táctica se va a dar en los medios. Washington desistirá del empleo de intervenciones armadas en América Latina para acercarse a sus vecinos y mantener su influencia en la zona, a través de la cooperación.
«Siempre ha existido, pero la están reforzando. ‘US AID’ es ahora la fórmula clave. Estados Unidos va a establecer una relación de amistad, de confianza, a través de la cooperación, para seguir ejerciendo una importante influencia, por lo menos cultural, pero que contribuirá a mantener una fuerte presencia económica».
Con México, un deber de colaboración
En ese tenor, el ejemplo de México en su lucha contra el narcotráfico es muy ilustrativo. Aquí también, el discurso de la administración de Obama tiene un componente nuevo y fundamental: el reconocimiento de la corresponsabilidad.
«Admito que se trata de una declaración muy importante, franca, honesta. Siempre ha habido corresponsabilidad, pero es la primera vez que un presidente lo expresa y promete actuar compartiendo esa responsabilidad, combatiendo conjuntamente el flagelo».
Sobre todo, si se toma en cuenta que la mitad de los consumidores de estupefacientes vive en Estados Unidos y que, según la lógica más elemental del mercado: si no hay compradores un producto no se vende y si no se vende, no se produce.
Para empezar: suprimir el embargo
Barack Obama había visitado México antes de dirigirse al encuentro con sus vecinos de Hemisferio en Puerto España. Una reunión en la que, sin asistir, Cuba fue el gran presente:
La América Latina en pleno reclamó el cese de la marginación de la Perla del Caribe y la supresión del embargo comercial impuesto por Estados Unidos.
«Entre los países de América Latina hay diferencias por sus particularidades, pero si hay un punto, un elemento donde hay consenso inequívoco, es en el levantamiento del embargo y el reconocimiento de Cuba por Estados Unidos».
Suter adhiere la opinión, cada vez más extendida, tanto fuera como en Estados Unidos, de que el bloqueo es una medida caduca, un fracaso (para los fines que buscaba: derrocar al régimen revolucionario), y que sin embargo, ha penalizado severamente al pueblo cubano. Para él, su supresión sería la primera medida que Obama podría adoptar en esta nueva relación con sus vecinos.
«El primer paso concreto que tenga efecto, que muestre una diferencia en el quehacer diario entre Estados Unidos y América Latina va a ser regularizar la situación de Cuba. El primer paso concreto y el más factible».
Reconocimiento de Obama a Cuba
Walter Suter considera que una acción de esa naturaleza probablemente no tendrá lugar hoy o mañana «pero sí pasado mañana». En todo caso, y pese al ping-pong de declaraciones en los últimos días entre Washington y La Habana, un hecho es de subrayarse: el reconocimiento tácito de Obama a la estrategia de salud cubana, entre las primeras del mundo, y que La Habana comparte con muchos países.
Con Bolivia, por ejemplo, cuyo presidente, Evo Morales, sufrió recientemente una nueva tentativa de asesinato. Hecho inédito: en declaraciones del primer presidente mulato de Estados Unidos, al primer presidente indígena del país andino, Washington se distanció y repudió el ataque.
Sí, la de Trinidad y Tobago fue una cumbre sin acuerdos, pero donde se concibieron nuevas esperanzas…
Junto a ‘Las Venas Abiertas de América Latina’ (de Eduardo Galeano), Hugo Chávez entregó a Barack Obama una declaración: «¡Quiero ser tu amigo!»
«Yo creo que finalmente el que tiene que dar la prueba, con acciones, de esa nueva actitud de respeto y aceptación de los países del área es el Gobierno de Estados Unidos. Los países de América Latina están más bien a la expectativa, lo han esperado y siguen esperando desde hace 200 años».
swissinfo, Marcela Águila Rubín
La V Cumbre de las Américas tuvo lugar en Puerto España, Trinidad y Tobago, del 17 al 19 de abril de 2009.
La compañía petrolera venezolana en Estados Unidos, Citgo, donó una isla de su propiedad, utilizada como sede de una refinería, al estado de Nueva Jersey (noreste), para que sea convertida en una reserva ecológica.
La isla Petty, de 214 hectáreas, está situada en el río Delaware, cerca de la ciudad de Filadelfia y formaba parte de los activos de Citgo cuando ésta fue adquirida por la estatal petrolera venezolana PDVSA en 1990.
Washington rompe relaciones con La Habana el 3 de enero de 1961.
Desde entonces, Suiza representa los intereses de Estados Unidos en La Habana.
Treinta años más tarde, desde 1991, representa también los de Cuba en Washington.
«Luego de 50 años de representar a EE UU en Cuba, y de 20 de estar en Washington (por La Habana), creo que se ha comprobado la utilidad y eficacia de esta acción de buenos oficios»: Walter Suter.
«Si Estados Unidos quiere, tiene la oportunidad de hacer un nuevo capítulo en la historia, no de injerencia, sino de asociación, de construcción de cosas positivas con los países de América Latina y del Caribe»: Luis Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil.
«La cumbre, sin ser perfecta, se acercó a la perfección. Reinó la cordialidad y ha terminado con éxito y con un clima nuevo»: Hugo Chávez, presidente de Venezuela.
«Si algo enriqueció esta Cumbre, fue la pluralidad»: Felipe Calderón, presidente de México.
«Algunos piensan que esa cumbre es un nuevo comienzo en las relaciones entre la región y EE UU. Eso depende de en qué sitio ideológico y pirotécnico verbal esté uno. Nosotros tenemos una relación fluida y armónica con EE UU»: Alan García, presidente de Perú.
La oposición republicana criticó con dureza al presidente Barack Obama, por su acercamiento y disposición a dialogar con Venezuela y Cuba, que expresó durante la Cumbre de las Américas, al sostener que con ello dio una señal de apoyo a «los enemigos» del país.
La política de Washington de los últimos ocho años con respecto a Venezuela no ha dado resultados productivos (…) sin abandonar sus principios y valores, Estados Unidos puede buscar «oportunidades» con Chávez: Hillary Clinton, secretaria de Estado de Estados Unidos.
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